En una conferencia de expertos en medicina aplicada a las situaciones de catástrofe se examinó recientemente las posibilidades que ofrece la telemedicina. Esta aplicación tecnológica permite el intercambio de información en tiempo real entre un médico que trabaja en el lugar del siniestro y un hospital especializado. Mediante enlaces de voz, vídeo y datos, la información relativa a la salud del paciente puede ser transmitida a especialistas que, a la vez, utilizan los mismos medios para establecer un diagnóstico completo y aconsejar el debido tratamiento.
Después de dos días de presentaciones y discusiones, los expertos reconocieron sin reserva el enorme valor de la telemedicina en todos los casos en que el diagnóstico de un problema médico complejo requiere equipos y conocimientos no disponibles en el lugar, y cuando sólo la experiencia y la competencia de un especialista puede salvar una vida.
No obstante: En dicha conferencia se llegó también a la conclusión de que el médico que necesita la telemedicina en el lugar de un suceso que ha provocado un número elevado de víctimas no es la persona que hace falta en ese lugar y en ese momento. Aunque consultar a especialistas puede salvar la vida de un paciente, durante el tiempo consagrado a esas consultas, el médico probablemente podría haber salvado la vida de muchas otras personas utilizando simplemente sus conocimientos y los medios disponibles en el lugar.