No hace mucho, en una importante Conferencia de Desarrollo de la UIT celebrada en Buenos Aires, el Vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore mencionó por primera vez su perspectiva de una "infraestructura mundial de la información" conseguida gracias a la potencia cada vez mayor de las computadoras, a programas informáticos cada vez más modernos y a tecnologías de las telecomunicaciones cada vez más rápidas.

"... Tenemos actualmente a nuestra disposición", declaró, "avances tecnológicos y medios económicos para unir a todas las comunidades del mundo. Finalmente, podemos crear una red de información planetaria que transmita mensajes e imágenes a la velocidad de la luz desde las ciudades más importantes a los pueblos más pequeños de todos los continentes. Gracias a esta red de información, familias y amigos superarán las barreras del tiempo y la distancia ... y será posible un mercado mundial de la información en que los consumidores puedan comprar y vender productos."

El concepto fascinante de una nueva infraestructura mundial de la información señalado por Gore ganó la imaginación del mundo entero. La gente común imaginó nuevos mundos de información accesibles desde su mesa de trabajo; los teóricos sociales intuyeron una forma de levantar las barreras entre ricos y pobres; los gobiernos de economías aisladas y marginalizadas soñaron una forma de superar la tiranía de la distancia y la falta crónica de fondos para la educación; los fabricantes de equipos de telecomunicaciones y de tecnología de la información previeron el auge de nuevos mercados; y las empresas de servicios de telecomunicaciones anticiparon un flujo de nuevo tráfico en sus redes. Realmente, la GII tenía algo que ofrecer a todos.

En estos últimos años algunos gobiernos nacionales han ido más allá del simple sueño de disponer de una nueva forma de acceder a la información y realizar actividades comerciales. Un gran número de países dispone hoy de programas GII tangibles adaptados a escala nacional que incorporan fechas de aplicación para nuevos servicios digitales así como metas y objetivos claramente definidos.

Aunque las perspectivas de la GII varían enormemente de un país a otro y entre organizaciones, la mayoría coincide, al parecer, en varios elementos fundamentales. En primer lugar, las redes y servicios que constituirán la estructura de la GII serán en su mayor parte digitales.

Estas nuevas redes incorporarán asimismo algunos elementos inteligentes locales, es decir, su funcionalidad dependerá en gran medida de los programas informáticos y podrán ser objeto de una nueva programación para satisfacer dinámicamente las demandas de cambio.

También serán distintos los tipos de servicios que prestará la GII. Basadas en gran medida en aplicaciones interactivas, será necesario que las redes del futuro transmitan información en muchos formatos distintos; ya no se tratará simplemente de transmitir voz y datos, sino imágenes, voz e imágenes, correo electrónico, vídeo en tiempo real y secuencias de audio.

En el centro de la planificación mundial de la nueva estructura de la información se encuentra la Unión Internacional de Telecomunicaciones, el organismo especializado de las Naciones Unidas que tiene a su cargo el desarrollo y la armonización de las redes de telecomunicaciones mundiales.

Por razones perfectamente legítimas, las redes de telecomunicaciones y los equipos de los usuarios se desarrollan y aplican en formas muy distintas en todo el mundo. Estructuras de tráfico distintas y pautas de utilización diferentes, así como ciertas características geográficas, indican que cada país puede tener necesidades muy especiales con respecto a sus redes de telecomunicaciones.

No obstante, las redes nacionales pierden rápidamente su utilidad si no pueden incorporar una gama de equipos de distintos fabricantes y, en los albores de la mundialización, conectarse con redes y sistemas que ya se utilizan en otros países del mundo.

La industria de las telecomunicaciones comprendió rápidamente la importancia fundamental de la interconectividad; en efecto, la necesidad de la interconexión internacional fue el factor que impulsó la creación de la UIT en 1865.

Alcanzar la conectividad entre redes exige la coordinación a nivel central, con la cooperación de todos los participantes, desde los fabricantes de equipos y diseñadores de redes hasta las empresas de telecomunicaciones. Con respecto a la industria de las telecomunicaciones, el organismo central de coordinación ha sido siempre la UIT. Esta organización, con sede en Ginebra, que cuenta actualmente con 188 Estados Miembros y más de 500 organismos públicos y privados, ha impulsado constantemente el crecimiento y la aplicación de una gran serie de nuevos servicios en todo el mundo, desde la telefonía vocal normalizada y las radiocomunicaciones hasta el despliegue de los primeros satélites de comunicaciones del mundo.

Para la UIT, el desarrollo mundial de las telecomunicaciones significa una normalización mundial. Mediante el programa de una Comisión de Estudio en curso, expertos de los sectores público y privado se reúnen regularmente para crear las especificaciones destinadas a las nuevas tecnologías, asegurando que puedan interfuncionar en la misma forma en todo el mundo y que puedan integrarse totalmente con las redes de comunicaciones ya instaladas.

Para que las capacidades de la GII sean verdaderamente revolucionarias, es necesario que sea mucho más que una simple red de telecomunicaciones más amplia o más rápida. Tendrá que afrontar las pautas cambiantes de la utilización de las telecomunicaciones, admitir nuevos tipos de señales y protocolos y, lo que es más importante, abordar cuestiones relacionadas con el acceso básico para la población mundial.

Aunque la construcción de la vasta infraestructura de telecomunicaciones actual es un enorme logro humano, su utilización, lamentablemente, sigue limitada a un sector privilegiado de la población mundial. La UIT estima que aproximadamente la mitad de la población mundial no tiene aún acceso regular a un simple teléfono, y que una importante proporción de la misma no ha efectuado nunca una llamada telefónica.

Nick Negroponte, "gurú" de la tecnología de la información y Director del Laboratorio de Medios del MIT, confiesa su consternación al descubrir que más de 100 000 pueblos de China no tienen ningún teléfono, y que en ciertas regiones de África la situación es aún peor. "He participado [recientemente] en la creación de una fundación, cuya finalidad es que los niños de los 100 países más pobres del mundo tengan computadoras y acceso directo. En Suecia, la teledensidad alcanza [aproximadamente] un valor de 88,87. En África, sin contar la República Sudafricana, el valor de la teledensidad es 2. No es tan grave si se considera que en ciertas zonas rurales de África ese valor se convierte en 0,01. Las cifras son terriblemente alarmantes."

Para que la GII esté a la altura de sus promesas, no se puede permitir que esta red evolucione como otro "sistema para ricos". La palabra "mundial" implica algo más que la simple ampliación de la distancia geográfica; significa la participación e interacción de todos los pueblos y culturas del mundo.

Las actividades de normalización de la UIT se efectúan a través de sus tres Sectores - Normalización de las Telecomunicaciones (UIT-T), Radiocomunicaciones (UIT-R) y Desarrollo (UIT-D). Reconociendo la importancia de normas imparciales mundialmente aceptadas como pilares de la GII, la UIT ha iniciado un método basado en el proyecto para la normalización de la GII y ha convenido en los principios y arquitectura del marco de la GII. Además, la Comisión de Estudio 13 del UIT-T ha sido designada Comisión de Estudio Rectora para la gestión general del proyecto, responsable no sólo de la elaboración de su propia serie de Recomendaciones, sino también de la coordinación con otras Comisiones de Estudio y un amplio número de organizaciones externas.

La UIT se ha mostrado sensible a las necesidades de la industria elaborando rápidamente una serie de normas que abarcan nuevas tecnologías que se consideran fundamentales en la construcción de la estructura de la GII. Por ejemplo, el surgimiento de nuevas tecnologías como el modo de transferencia asíncrono (ATM) y el protocolo de Internet (IP), que están vinculadas a la mayoría de las redes informáticas de alta velocidad actuales, ya han impulsado el desarrollo de nuevas Recomendaciones de la UIT y la modificación de algunas existentes.

La UIT considera que su papel en el impulso a un mayor acceso a los sistemas de telecomunicaciones y, en particular, a la nueva GII, es tan importante como su labor técnica en la esfera de la normalización. La organización continúa contribuyendo a la formación de iniciativas de política y de planificación estratégica que fomentan la GII como un recurso mundial de información que todas las poblaciones del mundo pueden y deben compartir.

El desarrollo de una GII plantea muchas cuestiones complejas en el ámbito de la reglamentación de las telecomunicaciones. Diana Lady Dougan, miembro de la Comisión de la Infraestructura Mundial de la Información, patrocinada por los Estados Unidos, se refirió a estos problemas y a la necesidad de la participación de los organismos internacionales para resolverlos. "Asuntos relacionados con el acceso, el tono de invitación a marcar básico en zonas pobres y alejadas, las normas incompatibles, los subsidios intrincados, la concesión de licencias y los obstáculos al comercio son apenas unas pocas de la larga lista de preocupaciones que continúa asolando tanto a los empresarios como a las instancias decisorias", declaró. "Ha llegado el momento de construir una nueva forma de cooperación entre el sector público y privado que trascienda los marcos nacionales y bilaterales tradicionales. Evidentemente, una parte de esta labor puede realizarse bajo los auspicios de organizaciones multilaterales fundamentales como la UIT ... "

Las tecnologías de transporte que sostienen el intercambio de información a través de la GII incluyen sistemas X.25, retransmisión de tramas, RDSI y RDSI-BA, y por supuesto ATM. La interfaz X.25, uno de los sistemas de transporte más antiguos aún en uso, continuará siendo un elemento importante de sistemas en que la exactitud es vital, tal como las transacciones financieras. Normalizada por la UIT por primera vez en 1976 y examinada y revisada en diversas oportunidades, la interfaz X.25 de baja velocidad -hasta 64 kbit/s- se distingue por su robustez, fiabilidad y eficacia en función de los costes.

La retransmisión de tramas, como se define en la Recomendación UIT-T I.233, se utiliza donde la velocidad más lenta de la X.25 se torna un impedimento. Utiliza tecnologías de red existentes para enviar datos a velocidades más elevadas reduciendo la tara de protección impuesta por la X.25 necesaria para garantizar la exactitud de la información. Como la técnica de retransmisión de tramas encuentra popularidad creciente como puente entre los sistemas antiguos más lentos y las tecnologías de transmisión muy rápidas como la RDSI-BA y ATM, las Comisiones de Estudio de la UIT continuaron perfeccionando esta tecnología y se encuentran elaborando medios de integración dirigidos a la visión de redes globales futuras.

La RDSI es una norma elaborada por la UIT la cual, si bien su introducción fue lenta en algunas regiones, está encontrando ahora una mayor demanda debido a su soporte de transferencia de datos de mayor anchura de banda y calidad de comunicación mejorada. Debido a su capacidad de transferir grandes cantidades de datos en forma muy veloz punto a punto, es altamente adecuada para utilización en aplicaciones de datos intensivos, videoconferencia y aplicaciones multimedios. Su capacidad adicional de soportar servicios de redes suplementarios complejos tal como la identificación de línea del llamante significa también que podría tener importantes aplicaciones futuras en ventas y apoyo de cliente, por ejemplo vinculando automáticamente llamadas comerciales entrantes a una pantalla donde se visualizan los antecedentes del cliente.

La RDSI-BA, o red digital de servicios integrados de banda ancha, es una versión más rápida que soporta velocidades de datos normalizadas de hasta 155 Mbit/s a través de redes de fibra óptica. Ambas normas continúan

perfeccionándose en las Comisiones de Estudio del UIT-T. Asimismo, la capacidad de transporte ha aumentado notablemente, alcanzando algunos gigabits por segundo.

El modo ATM es quizás la tecnología de transporte más popular de todas que ha gozado de publicidad exagerada cuando se introdujo por primera vez a comienzos de este decenio. En la culminación de unos 20 años de investigación en tecnologías de transporte de alta velocidad, este sistema de rápida conmutación de paquetes basado en células forma verdaderamente uno de los elementos fundamentales de la GII. Su capacidad singular de desplazar una gama de tipos de tráfico diferentes por trayectos de tráfico virtual múltiples a velocidades de transmisión de varios gigabit por segundo, lo convierten en el medio ideal para la prestación de verdaderas aplicaciones multimedios - vídeo en tiempo real, ficheros de datos muy grandes, así como nuevas aplicaciones de audio y basadas en la voz.

Normalizado en 1991, la UIT continúa otorgando alta prioridad al desarrollo de ATM y la razón de los trabajos es proporcionar capacidades mejoradas.

Tecnologías de la red

El sistema de transmisión de red conocido como jerarquía digital síncrona (SDH, synchronous digital hierarchy) será uno de los elementos más importantes de la GII emergente. Esta tecnología de nueva generación aumenta la anchura de banda utilizable en redes de telecomunicaciones y les permite ser reconfiguradas flexiblemente para adaptarse a las cargas de tráfico y demandas de usuario cambiantes. Con el sistema SDH, la inteligencia de la red será "descentralizada" a través de la red, que también tendrá mejor capacidad para tratar diferentes tipos de tráfico transmitidos en distintas velocidades. Así como la reconfiguración de red se soporta "sobre la marcha", el sistema de transmisión SDH puede mejorar considerablemente el "rellenado de la red" empaquetando tráfico de manera más eficaz dentro de la banda disponible.

La UIT ha elaborado ya una amplia gama de normas sobre la SDH, estipulando el funcionamiento y arquitecturas del sistema, la calidad y capacidades de gestión de las redes SDH y sus interfaces, los equipos de multiplexación SDH y la interconexión internacional entre el sistema SDH y las redes PDH más antiguas.

La gestión de red mejorada será también una consideración futura importante debido a la complejidad creciente de los equipos y la necesidad de integrar la gama de rutinas de mantenimiento cada vez mayor a medida que se agregan a la red nuevos tipos de equipos.

Para tratar este tema, la UIT normalizó en 1988 el modelo de la red de gestión de las telecomunicaciones (RGT) y continuó perfeccionándolo para satisfacer las necesidades de las tecnologías de red en evolución en el mundo. La Unión se está ocupando también de las interfaces hombre-computadora para tratar la tarea compleja de gestionar las grandes redes mundiales que serán intrínsecas al funcionamiento adecuado de la GII. La elaboración de estas nuevas interfaces abordará la necesidad de considerables cantidades de interacción de usuario con la red en tiempo real y los posibles desafíos de seguridad y calidad de funcionamiento de la red que pudieran demandar.

Interfaces de usuario

Al hablar de interfaces de usuario para la GII, la mayoría de la gente piensa inmediatamente en Internet y en la World Wide Web. Si bien es algo prematuro decir que Internet ya es la GII, es indudable que para el usuario actual esta vasta red de redes es la incorporación más cercana que aún tenemos del sueño del sistema global fácilmente accesible capaz de proporcionar riquezas de información con el accionar del "ratón". Por cierto, el crecimiento fenomenal de la utilización de Internet en los últimos cinco años proporciona una indicación excelente de la futura demanda de servicios basados en la GII.

Además de la navegación convencional por Internet a través del "ratón", Nick Negroponte predijo que el mercado y aplicaciones de sistemas que utilizan direcciones de protocolo Internet explotará en los próximos cinco años. "… voy a tener al menos 100 ó 200 ítems que tendrán protocolo Internet o direcciones IP. Y estos ítems comenzarán a aparecer en la red que al principio serán como cámaras. Hay ya más de 50 000 cámaras conectadas a Internet que usted podrá observar y ver lo que la cámara ve. Algo tan simple como esto comenzará a explicar un gran número de ítems en Internet. [Y] si usted comienza a poner direcciones Internet y circuitos Internet en juguetes, tendrá un flujo en el hogar que será mucho, mucho más compatible con el ritmo de cambio y la velocidad en la que la red está variando."

La UIT se ocupa actualmente de una serie de proyectos para reflexionar y reconocer la importancia del protocolo Internet en las redes actuales, incluidas las redes de telecomunicaciones. Diversas Comisión de Estudio de la UIT se encuentran examinando aspectos de redes basadas en protocolos Internet como multimedio por IP, interacción entre servicios basados en la Web y la RTPC y servicios RDSI, interfuncionamiento de extremo a extremo y seguridad, sistema de facturación, direccionamiento IP, denominación de sistemas y utilización del IP en redes móviles y de satélite.

La UIT tiene presencia también en los comités administrativos en cuestiones de reglamentación de Internet, y su papel de gestión, combinado con el trabajo técnico emprendido actualmente dentro de los tres Sectores de la Unión, asegurará que la UIT continuará ejerciendo un papel fundamental para configurar el futuro de este excitante recurso de información.

Multimedios

Algunos de los mayores hitos recientes de la UIT comprenden normas elaboradas para facilitar la entrega de tráfico multimedios - uno de los componentes principales de la GII de mañana.

Bajo la conducción de la Comisión de Estudio 16 del UIT-T, la UIT se encuentra actualmente trabajando en las áreas de especificación de requisitos de servicios, componentes de infraestructura, interfaces de programación de aplicación (API) y herramientas y procedimientos operacionales necesarios para llevar multimedios rápidos al terminal de computación. Los formatos de imagen y sonido normalizados tales como JPEG y UIT H.262/H.222.0 (correspondiente al grupo MPEG) ayudará a los diseñadores de aplicaciones a asegurar calidad e interfuncionamiento consistentes con productos procedentes de otros fabricantes.

Además, la primera versión de la Recomendación UIT-T H.323, que se ocupa del tráfico de voz, datos y vídeo por redes IP, se aprobó en 1996 y ya ha sido acogida con enorme entusiasmo por la industria, incluidos protagonistas principales como Microsoft, Intel y Netscape.

Esta norma de vital importancia, que ha sido revisada y actualizada a comienzos de este año, parece transformarse en el fundamento de la telefonía por Internet así como de una amplía gama de otras aplicaciones interactivas que combinan audio, vídeo y texto.

La UIT ha elaborado también normas importantes en el área de procesamiento de la señal, terminales multimedios, módems MIC (56k) y seguridad en línea, y continúa trabajando en nuevas normas para mantenerse a la par de los desarrollos más avanzados provenientes de la industria.

Sistemas radioeléctricos y de satélite

La UIT desempeña ya un papel primordial en la gestión del espectro de frecuencias radioeléctricas en todo el mundo, un recurso cada vez más escaso debido al rápido desarrollo y popularidad de una amplía gama de sistemas de comunicación móviles.

En los últimos tres años, la Unión también encaró trabajos para facilitar el desarrollo de nuevas clases de sistemas de satélite que representarán casi seguramente un componente importante de la infraestructura mundial de la información futura.

Conocido generalmente (y no con precisión) como LEO (low earth orbit, órbita terrestre baja), estos sistemas de comunicaciones personales móviles mundiales por satélite (GMPCS) aparecerán progresivamente durante los próximos cinco años, ofreciendo no sólo servicios móviles de voz y datos desde cualquier parte de la superficie del planeta, sino también multimedios y las denominadas capacidades de "Internet en el cielo". Los sistemas GMPCS se podrán usar también en el futuro para entregar aplicaciones de radiodifusión tales como televisión interactiva y difusión puntual ("point-casting").

Nick Negroponte vio también el gran potencial de estas nuevas constelaciones de satélites para brindar servicios basados en telecomunicaciones tales como cursos a distancia para niños desfavorecidos en países en desarrollo. "[Utilizar satélites de órbita baja] significa que en cualquier punto en el tiempo, y en el lugar que se encuentre en la Tierra, usted podrá ver un satélite. Y esto significa que básicamente tendrá un microteléfono simple que será utilizable en todo el mundo. Esto le da la posibilidad de considerar súbitamente al planeta más globalmente y proporcionar a las escuelas el tipo de acceso que actualmente no tienen."