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Comprometida para conectar al mundo

Centro de prensa • Preguntas y respuestas

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Preguntas y respuestas:
Dr. Hamadoun Touré, Secretario General de la UIT
Pregunta: Dados los actuales problemas económicos mundiales, ¿cuáles son las perspectivas inmediatas para el sector de las TIC?
Respuesta:

A pesar de la confusión económica mundial, o quizá a causa de ella, hemos logrado colocar las TIC en el centro de todo. Las TIC no son una simple industria por sí mismas, son una locomotora esencial de otras industrias y de todo tipo de desarrollos económicos y sociales, especialmente en esta crisis. Como podemos ver, el sector de las TIC ha sido el más resistente. A pesar de la crisis, cuando la mayoría de las empresas recortan sus gastos de viaje y otras partidas presupuestarias, sus gastos en TIC no disminuyen. Más bien al contrario, las tecnologías de comunicación están llenando el vacío porque permiten hacer negocios de otra manera. En consecuencia, aumenta la demanda de aplicaciones, videoconferencia, transferencia de datos e incluso llamadas telefónicas. Esta tendencia se mantendrá probablemente y el sector seguirá siendo el único que crea nuevos empleos y ofrece nuevas oportunidades. La innovación en este sector es imparable y, ahora que estamos a punto de reducir la brecha digital, aparece un nuevo reto, la brecha de la banda ancha, que también ofrecerá grandísimas oportunidades.

 
Pregunta: En la propia UIT, ¿cuáles han sido sus mayores logros?
Respuesta:

Cuando fui elegido, me esforcé por racionalizar el trabajo de la Unión e implementar nuevos modelos contables transparentes basados en una mayor utilización de las aplicaciones TIC más recientes, a fin de mejorar nuestra productividad operacional y optimizar la consecución de nuestra misión. También deseaba crear más confianza y transparencia con nuestros Miembros, que en última instancia son los que nos financian de manera esencialmente voluntaria. Es evidente que la confianza y la transparencia han aumentado y muchos países han aumentando sus contribuciones y, en algunos casos, hasta las han duplicado.

A nivel interno también hemos progresado mucho en la incentivación de un auténtico trabajo en equipo en los tres Sectores, sobre la base de una visión común, una comunicación abierta y el respeto mutuo, y puedo decir que desde que asumí el cargo de Secretario General nos hemos esforzado por lograrlo en interés de la Unión. Hemos aplicado con dedicación la estrategia "una UIT", y hemos considerado que la colaboración activa es la mejor manera de alcanzar nuestros objetivos comunes e individuales.

A nivel externo más general, estoy orgulloso de que la UIT haya podido asumir un papel protagonista en la mayoría de los problemas más acuciantes de nuestro sector, de la ciberseguridad a la normalización técnica, y de ser uno de los mayores defensores de la adopción de la banda ancha a promover una mayor utilización de las TIC en situaciones de emergencia. También estoy orgulloso del éxito de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2007, la Asamblea Mundial de Normalización de las Telecomunicaciones de 2008 y la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones de 2010, todas ellas éxitos considerables que cumplirán una función esencial en la orientación de los trabajos futuros de los tres Sectores de la Unión.

 
Pregunta: ¿Qué retos nos esperan ahora?
Respuesta:

Todas las actividades y los Sectores, Desarrollo, Radiocomunicaciones y Normalización de la UIT supondrán numerosos retos.

Reducir la brecha digital sigue siendo un reto, pero me complace poder decir que hemos progresado considerablemente en la conexión de las comunidades más desfavorecidas. Si no remontamos 25 años al informe Maitland, en el cual se insistía en el vínculo entre el acceso a las TIC y la prosperidad económica, podemos estar orgullosos de haber alcanzado el principal objetivo de poner prácticamente todos los habitantes del mundo al alcance de un teléfono.

Ahora se trata de evitar una "brecha de la banda ancha", es decir que los países más pobres del mundo no puedan acceder a las redes de alta velocidad que se están convirtiendo en la piedra angular de nuestras infraestructuras modernas. En el futuro estas redes serán tan importantes para el bienestar económico como la electricidad, el transporte y el agua. Por eso decidí crear en mayo de 2010 la Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Digital, que está integrada por 58 dirigentes de todo el mundo y de las esferas pública y privada. Esta Comisión tiene por objeto elaborar estrategias destinadas a promover el despliegue de infraestructuras de banda ancha en los países desarrollados y en desarrollo.

Por supuesto, las conexiones permanentes llevan consigo riesgos de ciberseguridad, otro ámbito en el que la UIT sigue siendo muy activa, a través de nuestra Agenda sobre Ciberseguridad Global, nuestra iniciativa Protección de la Infancia en Línea, y nuestra asociación con instalaciones vanguardistas tales como el Centro de alerta temprana y respuesta rápida de IMPACT en Cyberjaya (Malasia).

Uno de los próximos grandes retos será en 2012, con la posible revisión del Reglamento de las Telecomunicaciones Internacionales (RTI), un reglamento fundador y un marco esencial para todo el sector de las telecomunicaciones, porque contiene disposiciones sobre las relaciones internacionales entre proveedores de servicios. La necesidad de una gran revisión de este Reglamento es objeto de debate entre los Miembros de la UIT, pero el mundo ha cambiado mucho desde su última revisión en 1988. Se ha producido una explosión de las comunicaciones móviles y de Internet, y en el mundo hay ahora muchas más entidades de explotación a consecuencia de la desreglamentación. Debemos pues encontrar la manera de gestionar la evolución del RTI, pero de manera beneficiosa para todos. Por ejemplo, debemos determinar si podemos resolver grandes problemas de seguridad en este marco. Problemas tales como el correo indeseado en las redes internacionales han planteado graves problemas de tráfico y tarificación, porque el que los envía no suele ser el que paga.

Finalmente, por supuesto, en un sector en rápida evolución como el nuestro que da la dificultad permanente de crear condiciones propicias para la elaboración de normas eficaces y la gestión del espectro de frecuencias radioeléctricas. Las normas son el fundamento de nuestro sector, ya que garantizan la compatibilidad de los sistemas y son el trampolín de futuras innovaciones. Además, dado el boom del sector inalámbrico, en el que más y más dispositivos se conectan a la red por ondas hertzianas, siempre hay una fuerte demanda de espectro y la UIT debe trabajar con denuedo para optimizar la compartición de este recurso mundial cada vez más vital.

 
Pregunta: ¿Hemos reducido realmente la brecha digital?
Respuesta:

Reducir la brecha digital era uno de los tres objetivos personales que me fijé cuando asumí mi cargo, junto con la ciberseguridad y las comunicaciones de emergencia en caso de catástrofes naturales.

En relación con la brecha digital, sabía que tenía que conseguir que todos los integrantes del sector colaborasen para afrontar los problemas. Comencé inmediatamente con la serie de eventos ITU Connect. El primero fue Conectar África, cuyo mayor éxito fue propiciar un nivel sin precedente de compromisos financieros para inversiones panafricanas. Ahora, por primera vez, África se menciona en un contexto económico positivo, especialmente en las comunicaciones móviles, que experimentan un crecimiento de 40% anual en todo el continente. Estamos estudiando esta situación para determinar qué factores han ayudado a generar este espectacular crecimiento y reproducirlos en otros sectores de las telecomunicaciones. Después organizamos Conectar la CEI en Belarús en 2009, donde principalmente promovimos la armonización normativa regional que realmente ayudará a esos mercados a despegar.

Con todo, la banda ancha puede crear otra posible brecha digital. Cuando tuve la idea de la Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Digital, buscaba nuevas posibilidades de que nuestro sector pudiera divulgar políticas idóneas y su aplicación en todo el mundo. En cuanto los países en desarrollo, estoy convencido de que la banda ancha ha llegado en el momento justo para ayudarnos a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio definidos por las Naciones Unidas para reducir las privaciones en el mundo entero. Mi idea es que la banda ancha ayudará a acelerar el progreso y a alcanzar estos objetivos estimulando la ciberenseñanza, la cibersalud, el cibergobierno y mucho más.

Así pues, no sólo estamos reduciendo la brecha digital, estamos tratando de encauzar el grandísimo poder de las TIC para reducir otras brechas, la de la enseñanza, la salud, la economía y la política. La banda ancha nos ofrece la oportunidad de conectar dispositivos y aparatos como nunca habíamos imaginado o incluso soñado. Este nuevo "Internet de las cosas" acelerará espectacularmente el desarrollo pero, para que sea equitativo, todos los interesados, es decir, gobiernos, reguladores, el sector privado y la sociedad civil, deben aportar su granito de arena. Debemos además tener muy en cuenta los numerosos sectores tradicionalmente desfavorecidos de la sociedad, es decir, mujeres, ancianos, discapacitados y analfabetos.

 
Pregunta: ¿Qué hay de la ciberseguridad? El robo de identidad, la ciberdelincuencia e incluso la ciberguerra son actualmente motivo de mucha inquietud mediática.
Respuesta:

ISe trata de problemas muy graves y sumamente importantes a escala mundial. Para ayudar a promover la ciberseguridad, inicié la Agenda sobre Ciberseguridad Global (GCA) nada más ocupar mi cargo en 2007, porque nuestros Miembros están muy preocupados por las amenazas en el ciberespacio, y ésta fue una de las principales iniciativas en el marco de nuestras políticas de ciberseguridad. A través de nuestra gran asociación mundial con IMPACT, proporcionamos actualmente a 61 países recursos y conjuntos de herramientas para tratar sus problemas de ciberseguridad actuales y futuros.

Lo más importante es que, en última instancia, la ciberseguridad afecta principalmente al contenido y, por consiguiente, tiene consecuencias culturales, políticas y éticas. La frontera entre seguridad y privacidad es muy tenue, y también lo es entre privacidad y libertad de expresión. Cada país trata estas cuestiones a su manera y, por consiguiente, para iniciar el proceso de creación de un consenso y una dedicación internacionales, ideamos la iniciativa Protección de la Infancia en Línea (PIeL), con la que decimos al mundo "debemos empezar a ponernos de acuerdo sobre estas cuestiones, y todos reconoceremos por supuesto que la primera etapa es proteger a los niños. La iniciativa PIeL constituye la base de futuras negociaciones y consensos sobre cuestiones de ciberseguridad.

 
Pregunta: ¿Cómo ve usted el futuro?
Respuesta:

El último decenio fue el de las comunicaciones móviles y el próximo será sin duda el de la banda ancha. La convergencia ha creado muchos nuevos actores, de medios sociales y grupos de contenido a proveedores de servicios. Todos debemos beneficiarnos de este nuevo y complejo mundo. La propia UIT ha sido capaz de adaptarse a este nuevo entorno y, aunque todavía nos quedan algunos ajustes por hacer para determinar las categorías de miembros en las que se enmarcarán estos nuevos actores, nuestra cartera de miembros ya parece una lista de personalidades del sector de las TIC, con más de 700 empresas privadas.

Mi sueño es pues que en el futuro inmediato todos los países dispongan de un plan nacional de banda ancha. Si así es, todos saldremos ganando y nadie perderá. Deseo particularmente que los gobiernos fomenten varias aplicaciones nacionales esenciales como la cibersalud y la ciberenseñanza para iniciar la generalización de la banda ancha, y que las empresas del sector privado tengan la oportunidad de aumentar sus inversiones en el desarrollo de las infraestructuras necesarias.

Debemos asegurarnos de que todos los ciudadanos del planeta dispongan de herramientas TIC, y la UIT puede y debe crear el marco necesario para ello. La banda ancha es el desarrollo económico más importante de nuestra época. Debemos instaurar los marcos adecuados de política y reglamentación para concretizarla. No debemos olvidar, sin embargo, que las TIC son sólo la punta del iceberg. Como digo a los Jefes de Estado con los que me reúno en todo el mundo, "Sueñe, pero sueñe en grande. Nuestro sector de actividad depende de un solo ingrediente, la inteligencia. Todos la recibimos por igual, y ningún país tiene el monopolio".

 

 

 

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