1.4.a

Aplicando sus conocimientos y aprovechando espontáneamente los medios disponibles, una niña de 10 años salvó a más de 100 turistas del Tsunami que tuvo lugar en diciembre de 2004. Los medios de comunicación dieron gran difusión a esta noticia. Mientras pasaba unos días de vacaciones con sus padres en Tailandia, la niña observó que el nivel del agua había bajado de golpe. Mientras otros turistas observaban con gran asombro cómo la marea parecía alejarse rápidamente, la niña, que recordaba las recientes explicaciones de su maestra con respecto a los terremotos y los fenómenos naturales asociados a su irrupción, comprendió el significado de ese fenómeno inhabitual y alertó a todos los que estaban a su alrededor. La playa y el hotel cercano a la misma fueron inmediatamente evacuados antes de que la ola gigante arrasara la costa.

En esta historia las telecomunicaciones no cumplieron ninguna función ya que toda la comunicación fue verbal. El aviso de alerta inmediata se basó sencillamente en la observación del acontecimiento y su interpretación teniendo en cuenta datos recientemente adquiridos. Esa interpretación dio inmediatamente origen a una reacción con la que se consiguió salvar vidas. Pero muy contadas veces los conocimientos necesarios para interpretar una observación están disponibles en el lugar del siniestro.

No es probable que con las telecomunicaciones se pueda llegar a cada persona, pero en el ejemplo mencionado anteriormente el efecto propagador se multiplicó por cien. En muchas playas muy concurridas hay cobertura para teléfonos celulares y cada turista que tenga su portátil encendido mientas está en una de ellas alertará a todos los que se encuentran a su alrededor. En otro módulo de este curso examinaremos una tecnología ya disponible para este tipo de alerta inmediata.