Pregunta 1
Muchos consideran que la UIT se ve amenazada por los enormes cambios de la industria de telecomunicaciones. Las nuevas organizaciones, como la OMC o los órganos regionales, ocupan ahora el centro del escenario, y se multiplican los foros industriales, cuyas actividades son menos formales y más centradas. ¿Cuál es su visión de futuro para la UIT? ¿Cuál será su contribución personal (qué iniciativas/temas aportará) como funcionario de elección para realizar innovaciones y estimular la adaptación de la Unión a las fuerzas impulsoras de cambio, de forma que la UIT siga siendo un foro preeminente para las telecomunicaciones internacionales?
Debo confesar que no comparto la opinión de aquellos que piensan que las transformaciones radicales del sector de las telecomunicaciones suponen una amenaza para la UIT. Considero que estos profundos cambios que deben afrontar los sectores público y privado en el mundo de las telecomunicaciones, representan para la Unión sin duda un desafío al que ésta debe hacer frente, pero también una ocasión excepcional para elevar el nivel de nuestra organización y la pertinencia de sus actividades a escala mundial.
La prosperidad, por no decir explosión, del sector de las telecomunicaciones no es un azar y ha sido posible, entre otras cosas, gracias a los esfuerzos que la UIT ha desplegado de manera infatigable durante más de 133 años. No hay que sorprenderse, pues, de que la UIT se haya visto propulsada de la periferia al centro de la economía, las actividades sociales y culturales y la atención de la comunidad internacional.
Durante largo tiempo la UIT fue prácticamente el único actor en la escena mundial en lo que concierne a promover el desarrollo de la red mundial de telecomunicaciones. Durante las dos o tres últimas décadas no hemos cesado de repetir que las telecomunicaciones tienen una función estratégica que desempeñar en el proceso de desarrollo económico, social y cultural de los Estados Miembros. En nuestros días, hay muy pocos que no hayan hecho suya dicha tesis. Es, por tanto, muy normal, incluso deseable, que otras organizaciones, tanto regionales como internacionales, hayan llegado a reconocer la considerable contribución de los productos y servicios de telecomunicaciones al crecimiento económico y deseen contribuir también a su manera en el desarrollo armonioso de este sector de actividades.
Con independencia de que el asunto que se considere sea la espinosa cuestión de las tasas de distribución, los Acuerdos de la OMC sobre la liberalización de los servicios de telecomunicaciones o el advenimiento de los sistemas de comunicaciones personales móviles mundiales por satélite (GMPCS), nunca tanto como hoy la comunidad internacional ha tenido necesidad de contar con una organización mundial cuyo objetivo primordial sea promover en beneficio de todas las naciones el desarrollo armonioso de las telecomunicaciones. En ese sentido, desearía añadir un poco en broma que si la UIT no existiera, habría que crearla.
El futuro de la UIT es, pues, muy prometedor, siempre que logre, como lo ha hecho siempre, adaptarse al nuevo entorno. Por lo demás, la facilidad con la cual la UIT se ajustó desde su establecimiento a este entorno en perpetuo cambio es, a mi juicio, una de las grandes virtudes de nuestra organización.
La UIT es la más antigua de las organizaciones internacionales pero también la más joven, si se considera su dinamismo y eficacia. La Unión ha sabido hacer su autocrítica en todo momento, adaptarse al nuevo entorno al ritmo de las Conferencias de Plenipotenciarios y emprender de vez en cuando tras madura reflexión y sin precipitaciones grandes "trabajos de renovación". Así ocurrió, por ejemplo, cuando se introdujeron una serie de cambios para responder a las conclusiones de la Comisión Independiente (denominada Comisión Maitland) en relación con la misión de desarrollo de la Unión, que condujeron al establecimiento del CDI (Centro para el Desarrollo de las Telecomunicaciones) en 1986 y tres años más tarde a la creación de la BDT por la Conferencia de Plenipotenciarios de Niza (en 1989). Asimismo, los trabajos del Comité de Alto Nivel desembocaron en la reestructuración de la Unión decidida por la Conferencia de Plenipotenciarios adicional de Ginebra (1992), que dotó a la Unión de nuevos instrumentos, en forma de una Constitución para sus partes estables y de un Convenio para aquellas que podían variar.
Esta última Conferencia dotó también a la Unión de su nueva estructura en el marco de la cual el Sector de Desarrollo y la BDT ocupan el lugar que les corresponde en pie de igualdad con los dos Sectores y las dos Oficinas restantes.
En 1994 la UIT estableció a título experimental un mecanismo -el Foro Mundial de Política de las Telecomunicaciones- destinado a la concertación de políticas de las telecomunicaciones que vayan manifiestamente más allá de las jurisdicciones nacionales. Así, pues, la UIT ha descubierto en todo momento la forma de adaptarse a los cambios del entorno y yo abrigo total confianza de que la Conferencia de Minneápolis no sólo podrá dar aplicación a las recomendaciones del Grupo UIT-2000, sino también adoptar medidas innovadoras que refuercen las bases financieras de la Unión, así como dar mayor importancia a la función del sector privado en el Seno de la Unión. En todo caso la Conferencia de La Valetta estableció las condiciones necesarias para permitir dicha promoción en el caso del Sector de desarrollo, al crear un subgrupo asesor sobre el sector privado.
Muchos observadores han advertido atinadamente que desde 1995 las iniciativas y realizaciones de la BDT y del Sector de Desarrollo de la UIT han sido numerosas, bien ajustadas en cuanto a sus objetivos y fructíferas. Personalmente, pienso haber contribuido de manera significativa a establecer y consolidar las estructuras del Sector de Desarrollo de la Unión y a dar un nuevo impulso a las actividades de la BDT. Estas actuaciones se tradujeron en un aumento espectacular del número de Miembros del Sector de Desarrollo, que pasó de 40 a 170 durante el periodo 1995-1998. Por otra parte, tomamos la decisión de asociar por primera vez a nuestras actividades a las organizaciones no gubernamentales (ONG), que comenzaron a participar en la UIT junto con las organizaciones regionales e internacionales.
En el plano operacional, hay que señalar una serie de grandes proyectos, algunos de ellos de carácter multisectorial, por ejemplo, TELEMEDICINA, TELEEDUCACIÓN, SPACECOM y GMPCS, así como la iniciativa en favor de Internet para África, los TELECENTROS comunitarios, los sistemas regionales de cable submarino, el "Youth Programme", la protección del medio ambiente y, en fecha muy reciente, el establecimiento del Grupo Especial sobre la Igualdad de Sexos (cuestiones de género) para un desarrollo duradero.
Durante ese periodo se desplegaron extraordinarios esfuerzos para establecer un sistema de información al servicio de nuestros Miembros, en forma de bases de datos y documentación, y publicar periódicamente Informes regionales y mundiales sobre el desarrollo de las telecomunicaciones, el último de los cuales se consagró al acceso universal, tema capital de nuestro programa para el próximo periodo. Las informaciones y los Informes que publicamos reciben actualmente gran atención por parte de la comunidad internacional y sirven sin duda alguna de referencia internacional.
Tengo la firme intención de proseguir estos esfuerzos durante los cuatro próximos años y hacer mayor hincapié en una mayor participación del sector privado en las actividades de la UIT, en el establecimiento de nuevas asociaciones, en el fortalecimiento cuantitativo y cualitativo de la presencia regional de la UIT, y en una gestión de la BDT aún más sana y dinámica, privilegiando la acción en el terreno, los proyectos concretos y los resultados tangibles y mensurables.
Me siento particularmente honrado de que la revista TIME me clasificase en septiembre de 1997 entre las 50 personalidades mundiales de las comunicaciones (top 50 world cyber elite).
Pregunta 2
En el entorno actual de las telecomunicaciones, ya no es realista creer que la Unión puede ser el punto focal para todas las cuestiones relativas a las telecomunicaciones en la economía y la sociedad mundiales de la información. El mundo se ha vuelto demasiado complejo y las telecomunicaciones van penetrando en todos los ámbitos como para que una sola organización sea el foco de todas las cuestiones de interés para la comunidad internacional. En su opinión ¿cuáles son las competencias fundamentales de la UIT? ¿En qué asuntos debería centrarse la UIT y qué se podría eliminar de su mandato o encargar a las organizaciones regionales y subregionales? ¿ Cuál debería ser la función de la UIT en la reforma del sector de telecomunicaciones?
Primeramente, deseo señalar que la Unión no puede ya abordar por sí sola todos los aspectos de las telecomunicaciones en el marco de la mundialización de la economía y la emergencia de la sociedad mundial de la información. Como dije antes, acojo sumamente complacido la participación de las organizaciones y entidades en las actividades que incumben a la UIT en el plano institucional. El desafío consiste a entablar relaciones de complementaridad en la aplicación de los programas de trabajo de todos estos organismos, incluidos los de los Sectores de la UIT, para evitar que se dupliquen funciones y mancomunar de manera eficaz los recursos financieros y de otro tipo disponibles para el desarrollo de las telecomunicaciones a escala mundial
En cuanto a las competencias esenciales de la UIT, hay que recordar primeramente que incumbe a los Miembros de la Unión, y no a la Secretaría General, ni a las Oficinas de los Sectores de la UIT, ni siquiera a los funcionarios de elección la responsabilidad de identificar y definir tales competencias. Sin embargo, pienso que no se trata tanto de ampliar la esfera de competencia de la Unión o de suprimir ciertas actividades o transferir otras a las demás organizaciones, sino de "mejorar el circuito de distribución", esto es, las prestaciones que ofrecemos a nuestros Miembros en cuanto a rapidez, pertinencia y calidad de los productos y servicios suministrados.
Por último, tratándose del papel desempeñado por la UIT en la reforma del Sector de las Telecomunicaciones y reconociendo que en su momento (a partir de la mitad de la década de 1980) el Banco Mundial fue la organización rectora en este campo, deseo señalar que la UIT tomó conciencia muy pronto de la importancia de dicho fenómeno y decidió establecer el Grupo Hansen que elaboró el informe titulado "El medio cambiante de las telecomunicaciones" (1987). Como Director Adjunto del CDT, tuve la oportunidad de iniciar con el Banco Mundial una serie de coloquios sobre la liberalización de las telecomunicaciones y la privatización, y seguí realizando este tipo de actividades en la BDT, especialmente en el marco del Plan de Acción de Buenos Aires (1994-1998) y de la La Valetta (1998-2002) – la Comisión de Estudio 1 y los programas operacionales (bases de datos, publicaciones, guías, programas de capacitación, asistencia directa y asesoramiento), para ayudar a los gobiernos a preparar políticas y estructuras reglamentarias que permitirán crear un entorno estable y transparente, propicio a la inversión. Ésta es una de las grandes prioridades de la BDT para los próximos cuatro años.
Pregunta 3
Pregunta 4
Las demandas que se hacen a la organización aumentan con más rapidez que sus recursos financieros: la desregulación aumenta el número de actores que aparecen en escena y, a su vez, el número de Miembros de la UIT; por otra parte, las bases financieras de la organización están siendo erosionadas por la menor cuantía de las unidades contributivas que eligen los Miembros. Varias propuestas para reforzar la UIT, incluidas las opciones de recuperación de costos y generación de ingresos, han chocado con una fuerte oposición, al igual que la propuesta de dar a la industria un mayor margen de opinión en la asignación de los recursos y el establecimiento de las prioridades a cambio de una participación más importante en los gastos. ¿Cuál es el camino a seguir?
Esta pregunta ha suscitado muchas posiciones en los últimos cuatro años, en particular, en el Grupo UIT-2000. No estoy seguro que las recomendaciones de este Grupo a la Conferencia de Plenipotenciarios, en caso de ser aceptadas (como es mi anhelo), basten por sí solas para fortalecer las bases financieras de la organización. Me permito, en primer lugar, hacer algunas observaciones.
Conviene recordar que son los Estados Miembros de la Unión quienes, en las Conferencias de Plenipotenciarios y las Conferencias del Sector fijan, por una parte, los programas de trabajo y, por la otra, aprueban las consignaciones presupuestarias necesarias para la ejecución de tales actividades. Incumbe, por ende, a los Miembros de la Unión la responsabilidad de garantizar la coherencia entre la cuantía de las contribuciones financieras puestas a disposición de la Unión y la envergadura de los programas de trabajo que ellos mismos han decido poner en práctica.
Por lo que entiendo, más del 75% de las contribuciones financieras al presupuesto ordinario de la Unión proceden de los Estados Miembros. Es indudable que esta situación era absolutamente normal en la época de los monopolios estatales, pero es comprensible que las administraciones, tras la privatización de sus empresas nacionales de servicios de telecomunicaciones y la separación de las funciones de política, regulación y explotación, ya no estén en condiciones de contribuir financieramente en el mismo nivel que antes. Estimo que debemos establecer un equilibrio más adecuado entre las contribuciones procedentes de administraciones (autoridades gubernamentales) y del sector privado. Estoy convencido, además, que el sector privado aceptaría de buen grado un aumento substancial de sus contribuciones financieras, a condición de poder participar más en el proceso de adopción de decisiones y la gestión de las actividades que emprenda la Unión; lo que queda por determinar es la modalidad adecuada de distribución.
Al mismo tiempo que se reconoce que es preciso estudiar nuevas posibilidades de recuperación de costes y otras soluciones que generan ingresos por la prestación de productos y servicios de la Unión, se debe tener en cuenta que, como un 80% de las contribuciones financieras de la UIT provienen hoy en día de unos 20 grandes países industrializados, el fortalecimiento de las bases financieras de la Unión será posible en la medida en que en ese grupo de países exista la voluntad y el consenso político de hacerlo. Además, estimo que no hay que olvidar la dimensión de "solidaridad" que ha existido siempre entre los Miembros de la Unión, más o menos ricos, que contribuyen financieramente sobre una base voluntaria y son beneficiarios de un servicio "a la carta", es decir, cada uno según su apetito y sus necesidades.
Pregunta 5
Visto el amplio abanico de Miembros de la organización (vendedores, organizaciones científicas, proveedoras de servicio y radiodifusores de todos los países del planeta, tanto los más pobres como los más ricos), ¿cómo puede la organización satisfacer sus necesidades en pugna de manera rentable?
La diversidad de los Miembros de la UIT constituye, a mi juicio, uno de los principales puntos fuertes de la organización así como uno de sus principales problemas. La pregunta es muy pertinente, ya que la propia justificación de la Unión radica, antes que nada, como lo precisa el artículo 1 de la Constitución, en la cooperación internacional entre todos los Miembros de la Unión. Nadie duda que los países industrializados son los que más han aprovechado hasta la fecha de las actividades de la UIT. Sin embargo, como lo demuestra el acuerdo de libre comercio de la OMC sobre los servicios de telecomunicaciones básicas y el Acuerdo sobre GMPCS, para citar sólo dos ejemplos, la apertura de los mercados y, en particular, los mercados de los países en desarrollo, a los servicios de telecomunicaciones, se ha convertido en una prioridad. El contexto económico mundial nunca ha sido tan propicio a una intensa colaboración entre los países industrializados y los países en desarrollo, en el marco de lo que denomino la asociación estratégica para el desarrollo.
Pregunta 6
El Plan Estratégico de la Unión 1995-1999 dice: "Actualmente, la UIT es sin duda una de las organizaciones internacionales menos conocidas, pese a que el desarrollo de las redes mundiales de telecomunicaciones resulta cada vez más esencial para el bienestar de la humanidad. Sus Miembros le han pedido que desempeñe un papel conductor en la comunidad internacional. Para hacerlo, la UIT debe comunicar su mensaje con más eficacia que en la actualidad, de modo que los gobiernos se percaten de la importancia de las telecomunicaciones para el desarrollo social y económico." ¿Qué medidas concretas tomaría para cumplir este objetivo, cuál será su programa de "comunicación"?
Comparto plenamente la opinión de que la UIT debe comunicar su mensaje con más vigor. Para lograrlo, debemos en primer lugar aplicar de la manera más eficaz posible el programa de trabajo que los Estados Miembros y los Miembros de Sector han establecido para los cuatro próximos años. La mejor manera de comunicar su mensaje es atender las expectativas de los Miembros y ejecutar las actividades que nos han confiado.
Debemos asimismo abrir las puertas al número cada vez mayor de nuevos actores que desean asociarse a la UIT en la consecución de nuestro objetivos. Me refiero en particular al sector privado, que cada vez más admite las ventajas de asociarse con la UIT. De 1994 a 1998, el número de Miembros del Sector que participan y contribuyen a las actividades del Sector de Desarrollo aumentó de 40 a 170, y tengo el propósito de hacer todo lo que esté a mi alcance para mantener esta progresión, sobre todo en lo que respecta a las empresas pequeñas y medianas que surgen todos los días en los países en desarrollo, estimuladas por las iniciativas de asociación tan prometedoras.
En tercer lugar, es fundamental que la UIT siga sirviendo de tribuna de concertación para abordar cuestiones de las políticas mundiales de telecomunicaciones, como ocurrió con los Foros de Política de 1996 y de 1998, y las conferencias y coloquios de desarrollo. La experiencia adquirida en esas manifestaciones, y los buenos resultados obtenidos, deberían alentar a la Conferencia de Plenipotenciarios de Minneápolis a seguir organizando ese tipo de Foros, dando sin embargo una mayor participación a los sectores interesados (es decir, designando un sector líder según el tema seleccionado para cada Foro) y, en la medida de lo posible, organizarlos simultáneamente con las conferencias más importantes de Unión.
Pregunta 7
¿Cuáles serán sus tres prioridades para el periodo hasta la próxima Conferencia de Plenipotenciarios?
Mis prioridades son las del Sector de Desarrollo, que hemos consignado en el proyecto de Plan Estratégico de la Unión para el periodo 1999-2003, y que están reflejadas en el Plan de Acción de La Valetta. Éstas son la asistencia directa, el desarrollo y la movilización de recursos, el establecimiento de asociaciones, el intercambio de información y las reformas internas. En lo que se refiere a medidas concretas, mis prioridades serán las siguientes:
En primer lugar, la aplicación íntegra del Plan de Acción de La Valetta, y en particular, el Programa Especial para los Países Menos Adelantados, reforzada por la aplicación de las Resoluciones y Recomendaciones de la Conferencia de Desarrollo de La Valetta, en torno a un eje principal, a saber, el establecimiento de asociaciones estratégicas y acuerdos de colaboración, obviamente, con el sector privado, pero también con las organizaciones regionales e internacionales de telecomunicaciones y de desarrollo y las organizaciones no gubernamentales, y la movilización de recursos, financieros y humanos, en favor del desarrollo de las telecomunicaciones, con el objetivo estratégico prioritario de adelantar el acceso universal en todo el mundo.
En segundo lugar, el fortalecimiento de las aptitudes del personal de la BDT (en la Sede y las oficinas regionales) a fin de integrarlo en una verdadera red internacional de centros de excelencia en materia de desarrollo de las telecomunicaciones, en los ámbitos de la política, la reglamentación, la economía, la financiación, la investigación y las nuevas tecnologías.
En tercer lugar, la consolidación de la estructura del UIT-D y el mejoramiento de sus métodos de trabajo a fin de servir mejor a sus "clientes" y suministrarles productos y servicios que desean, con prontitud y una calidad óptima, mediante la prosecución de las reformas internas iniciadas durante el primer periodo 1995-1998, que se refieren en particular a:
Pregunta 8
¿Desea comunicar algún otro mensaje?
Como candidato que solicita un segundo mandato en el cargo de Director del Sector de Desarrollo, me permito subrayar algunos de los logros de la Oficina de Desarrollo, que dirijo desde hace cuatro años.
Me enorgullece en particular el establecimiento de las primeras Comisiones de Estudio del Sector de Desarrollo y la organización de su trabajo, la celebración de dos conferencias regionales, una para África y otra para los Estados Árabes, y de la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones de Malta, la aplicación de los 12 programas operacionales del Plan de Acción de Buenos Aires, el establecimiento de la Junta Asesora de Desarrollo de las Telecomunicaciones, la organización de un ciclo completo de coloquios regionales sobre financiación, comercio y tarificación, y la ejecución de proyectos de cooperación por un valor de 30 millones de dólares EE.UU. por año, en gran parte, en el marco de una financiación con cargo a fondos fiduciarios.
Obviamente estoy también orgulloso del éxito de las diversas iniciativas que adopté y los progresos realizados en los diversos proyectos nacionales, regionales y mundiales que inicié durante mi primer mandato, ya que ello es una especie de prólogo de muy buen augurio para el futuro de nuestros programas de desarrollo.
Los que depositaron en mí su confianza en Kyoto, y los otros más numerosos que me han demostrado su estima, saben que me he dedicado plenamente a promover efectivamente la causa del desarrollo de las telecomunicaciones en el mundo. Mi convicción es sencilla: ni fantasías ni promesas oportunistas, solamente hechos, actos y resultados tangibles, sin lemas ni trompetas; solamente la fe y el compromiso de obrar en pro de un mundo mejor para todos, en vísperas del próximo milenio.n
Producido por el Servicio de Prensa e Información Pública de la UIT