Plenipotentiary Conference 1998 -- Minneapolis USA

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Discurso del Secretario General
CEREMONIA INAUGURAL

Señor Presidente,
Excelentísimos señores,
Señoras y señores, estimados amigos,

En nombre de los miembros y el personal de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, deseo dar las gracias al Gobierno de Estados Unidos de América por habernos invitado a este país para celebrar esta Conferencia de Plenipotenciarios, la décimoquinta de su tipo desde nuestra fundación en París en 1865 y la primera que se celebra en Estados Unidos desde la que tuvo lugar en 1947 en Atlantic City, en la que se creó la moderna UIT.

Resulta particularmente indicado que la UIT vuelva con este motivo al país que ha hecho tan enormes contribuciones al desarrollo de las telecomunicaciones mundiales y, en términos más generales, a la industria de la teleinformación. Como nos recuerda la exposición que se celebra en este Centro de Conferencias, las Conferencias de Plenipotenciarios de la UIT han coincidido en general con importantes descubrimientos científicos, avances tecnológicos e innovaciones en los servicios. Cuando los historiadores se interesen por la presente Conferencia, estoy seguro de que no verán en ella ninguna excepción.

Ésta es una predicción, a mi juicio, sin riesgos, ya que en nuestros días se mueven muchas cosas en el campo de las telecomunicaciones. Sin embargo, no siempre es fácil darse cuenta de cuáles son los hechos auténticamente significativos. Mirando hacia atrás, vemos que el hecho tecnológico más importante que coincidió con la Conferencia de Atlantic City fue la invención del transistor en los Laboratorios de la Bell. Cincuenta y un años después, sabemos que esta innovación vino a revolucionar no sólo la tecnología de las telecomunicaciones y la información, sino también prácticamente todos los aspectos de la vida diaria.

Me atrevería a decir que en este mismo momento en alguna parte del mundo, tal vez aquí en Minneápolis, alguien está inventando algo de importancia similar. Sólo el tiempo nos dirá si la predicción es acertada. Incluso si no lo fuera, podríamos escoger cualquiera de las actuales maravillas tecnológicas como reflejo de la significación histórica de la presente Conferencia y medir los progresos efectuados en el campo de las telecomunicaciones desde 1947.

La Conferencia de Atlantic City no sólo coincidió con la invención del transistor, sino también con otro importante avance, de dimensión menos tecnológica, al menos no inmediatamente, que imaginativa. Me refiero, por supuesto, a la famosa idea de Arthur Clarke de aprovechar dos tecnologías cuyo desarrollo había sido impulsado por las necesidades militares durante la Segunda Guerra Mundial -las comunicaciones y los cohetes- para proporcionar servicios de telecomunicaciones a partir de satélites artificiales lanzados en órbita geoestacionaria.

Acaso la mejor ilustración de esta imaginación tecnológica es la nueva generación de sistemas de satélites que en la UIT llamamos "sistema mundial de comunicaciones móviles personales por satélite", o GMPCS, en forma resumida. Como todos sabemos, un Miembro de nuestros Sectores, Iridium, tenía previsto empezar a explotar el primer sistema GMPCS el 23 de septiembre del presente año. Esta fecha se ha pospuesto hasta el 1 de noviembre. Dicho aplazamiento no es ajeno al propósito de asegurar que el sistema será operativo y que se han resuelto todos los problemas

tecnológicos. Todo indica que los inversores no acogieron con agrado esta noticia. A mí, personalmente, me dejó satisfecho, ya que significa que, si todo va bien naturalmente, la inauguración del primer sistema de comunicaciones a nivel realmente mundial tendrá lugar durante esta Conferencia. Y qué mejor motivo de inspiración para preparar la participación de la UIT en el nuevo orden de las comunicaciones mundiales y en la sociedad de la información del siglo XXI.

Dentro de unos cuantos años, otros sistemas proporcionarán servicios Internet desde el cielo y, cosa más increíble, desde Marte y más allá de ese planeta.

Estas tecnologías son maravillosas, y los Miembros de la UIT, tanto los Estados Miembros como los Miembros de los Sectores, pueden estar justificadamente orgullosos del papel que han desempeñado para hacer de las mismas una realidad.

Sin el trabajo del Sector de Radiocomunicaciones de la UIT, no sería posible garantizar suficiente espectro para la explotación de tales servicios o su inmunidad frente a la interferencia perjudicial.

Sin el trabajo del Sector de Normalización de la UIT, no sería posible garantizar la interconexión y el interfuncionamiento de dichos servicios con otras redes de telecomunicaciones sin interfaces y de forma transparente, como exigen los clientes.

Sin el trabajo del Sector de Desarrollo de la UIT, los operadores de sistemas GMPCS y los proveedores de servicios no estarían asociados en el desarrollo de redes, servicios y aplicaciones de telecomunicaciones.

Sin el trabajo emprendido en el marco del Grupo del Memorándum de Entendimiento sobre las GMPCS de la UIT, Grupo que constituye singular simbiosis en el mundo de las organizaciones internacionales entre gobiernos y la industria, los clientes no podrían desplazarse libremente a través de las fronteras nacionales con sus terminales GMPCS y utilizar estos servicios en los países que los autorizan.

He hablado mucho ya, pero es que la traducción a la práctica de las GMPCS reviste una enorme importancia simbólica. En efecto, significa que los Miembros de la UIT han podido sentar las bases tecnológicas para lograr la meta del acceso universal a las telecomunicaciones básicas, que fue fijada en 1984 por la Comisión Independiente para el Desarrollo Mundial de las Telecomunicaciones, conocida también como Comisión Maitland, por el nombre de su Presidente. Como ustedes recordarán, la Comisión Maitland instó a la UIT a lograr este objetivo en los primeros años del siglo XXI. Pretendo que, con las GMPCS, esa meta está ya conseguida al 90%.

No obstante, no deberíamos dormirnos en nuestros laureles. Recordemos el viejo dicho de que, en la mayoría de los casos, el 90% del trabajo requiere únicamente un 10% del esfuerzo total, y que el 10% restante exige el 90% del esfuerzo.

Aunque las GMPCS y muchas otras innovaciones constituyen la base tecnológica del acceso universal a las comunicaciones básicas y a los servicios de información -yo prefiero hablar del "derecho a comunicar"- el trabajo se encuentra realmente sólo en sus inicios. Después de resolver, al menos casi totalmente, los problemas tecnológicos, nuestro desafío es garantizar que el acceso sea económicamente abordable y que se disponga de aplicaciones para responder a toda la gama de necesidades del desarrollo humano, trátese de exigencias individuales, sociales, culturales, políticas o ambientales.

Señor Presidente, estimados amigos, los Miembros de la UIT dedicarán las próximas cuatro semanas a abordar aspectos de las telecomunicaciones mundiales y a elaborar una serie de respuestas a algunos de los desafíos más importantes que afronta la comunidad mundial.

La Conferencia de Plenipotenciarios no tendrá lugar en una especie de vacío etéreo, aun cuando las deliberaciones se difundirán en el ciberespacio a través de Internet. De ahí que desee en particular dar las gracias al Estado de Minnesota y a la ciudad de Minneápolis por acoger tan importante acontecimiento. Huelga decir que como finlandés que soy me complace personalmente que la Conferencia tenga lugar en este enclave de cultura y tradiciones escandinavas de los Estados Unidos.

Más concretamente, estoy persuadido de que hablo en nombre de todos los delegados y demás participantes en esta Conferencia al señalar que, desde el momento de nuestra llegada, gozamos y apreciamos ya la cordialidad, simpatía y hospitalidad que caracterizan a los habitantes de esta región. Agradecemos los ingentes esfuerzos que ustedes han desplegado para acoger a un número tan considerable de visitantes procedentes de países tan diversos y que hablan tan distintas lenguas, así como para hacerlos sentir invitados a esta hermosa ciudad.

Quiero dar las gracias también por haber dispuesto para nuestra reunión un Centro Internacional de Conferencias tan impresionante. Este entorno espacioso, ligero y abierto, así como la moderna estructura de comunicaciones que ustedes han establecido con este motivo, nos ayudará en gran medida a realizar nuestra labor. Si en el curso de las próximas cuatro semanas los delegados hacen su trabajo con la calidad del que ustedes han realizado en los últimos dos años, no me cabe la menor duda de que esta Conferencia será un éxito resonante.

Señor Presidente, estimados amigos, siguiendo mi práctica usual, prometí comunicarles un acrónimo que preparé basándome en el nombre de la ciudad que nos acoge para sintetizar el principal desafío que afronta esta Conferencia e inspirar, así lo espero, a los delegados en sus trabajos. Mi acrónimo para la Conferencia de Plenipotenciarios de 1998 es el siguiente y empiezo naturalmente por la m:

Mantener en la ITU (UIT) su Naturaleza - Nunca Excluir A nadie Procurar que sea Operante y Límpida de la Información la Sociedad

Espero que, aparte de proporcionar un motivo de inspiración para esta Conferencia, este acrónimo y, en particular, la referencia a promover una sociedad de la información abierta y vivaz me dé pie para presentar al próximo orador en el programa de esta tarde.

Todos en la UIT sabemos que no podrá construirse una auténtica sociedad mundial de la información, si no podemos establecer una infraestructura de la información realmente mundial, que proporcione a todos los habitantes del planeta acceso no sólo a las telecomunicaciones básicas sino también a los servicios básicos de información. El acceso universal a las telecomunicaciones y el acceso universal a la información se solían considerar ideas muy distintas. Actualmente todos sabemos que existe un estrecho vínculo entre ambas nociones, gracias en no escasa medida a los esfuerzos de nuestro próximo orador, que combinó imaginativamente estas dos ideas en el concepto de la infraestructura mundial de la información.

Esta persona propuso por primera vez esta idea en la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT de Buenos Aires, e inmediatamente atrajo la atención de las instancias decisorias y dirigentes de la industria de todo el mundo. Ahora casi todo el mundo en el sector de las telecomunicaciones y la información sabe lo que la sigla "GII" significa, o al menos así lo cree. A este respecto tengo otra confesión personal que hacer. Por supuesto, para el mundo, "GII" significa la "infraestructura mundial de la información". Para mí, sin embargo, tiene una segunda acepción, más personal. En efecto, pienso que significa "Gore y su idea inspiradora". Éste es el sentido más importante, ya que la idea del acceso mundial a las comunicaciones básicas y los servicios de información es una noción más universal, duradera y profunda que la idea misma de una infraestructura mundial de la información. Así pues, Señor Presidente, estimados amigos, demos todos la bienvenida al Vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore.n

Producido por el Servicio de Prensa e Información Pública de la UIT

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