UN FUTURO DE BANDA ANCHA


Oportunidades e incertidumbres


La expresión «banda ancha» evoca oportunidades para los individuos, las empresas y los países, pero, ¿qué significa, y cuáles son esas oportunidades? ¿Cómo podemos gestionar su desarrollo y evolución para aprovechar al máximo sus posibles ventajas? ¿Cuándo se hará realidad el futuro de banda ancha? El interés que despierta y la incertidumbre que genera quizá se deban principalmente a que la tecnología de banda ancha afecta a las industrias de las telecomunicaciones, la radiodifusión y la tecnología de la información (TI) que, hasta ahora, eran independientes. Por este motivo, los expertos de cada uno de esos sectores sólo conocen parte de la historia y se han de reunir para combinar sus conocimientos en beneficio de todos.

El reciente cursillo organizado por la UIT sobre las «Repercusiones reglamentarias de la banda ancha» reunió a expertos que trataron de examinar colectivamente todos los temas, perspectivas y esperanzas de este complejo tema. Este cursillo (Ginebra, 2-4 de mayo de 2001) fue el cuarto de una serie que organiza la Unidad de Estrategia y Política en el marco del Programa Nuevas Iniciativas de la UIT, y fue presidido por Deborah Hurley de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Mohamed Sharil Tarmizi, de la Malaysian Communications and Multimedia Commission, pronunció el discurso de apertura, al cual siguieron varias ponencias. Nae-Chan Lee (República de Corea) habló de la explotación de servicios de banda ancha, Damien Geradin, de la Universidad de Lieja (Bélgica), abordó temas de reglamentación de la infraestructura y Mark Naftel, de Norton Rose, subrayó las repercusiones comerciales de la neutralidad tecnológica (www.itu.int/broadband).

Además del documento informativo que la UIT preparó para el cursillo, junto con un documento sobre las estrategias de los gobiernos para fomentar la banda ancha, el debate se basó también en estudios de casos encargados especialmente en Australia, Italia, Malasia y República Sudafricana. Experiencias de otros países y regiones y, concretamente, Canadá, la India, la República de Corea y la Unión Europea, constituyeron otras contribuciones importantes. Don MacLean (Canadá), antiguo jefe de la Unidad de Planificación Estratégica de la UIT, dirigió una mesa redonda sobre el posible papel futuro de la UIT en la banda ancha.

Definición de la banda ancha

No existe una definición internacional de la banda ancha. La expresión es relativamente vaga y suele referirse a la capacidad de transmitir por medios electrónicos grandes volúmenes de información para tecnologías y aplicaciones que necesitan mucha anchura de banda, tales como vídeo totalmente animado o audio de calidad CD. Estas aplicaciones se pueden obtener en redes de banda estrecha pero se cargan muy lentamente o son de baja calidad.

Hace veinte años, todo lo que superase la velocidad básica de la red digital de servicios integrados (RDSI), que ofrecía velocidades de hasta 144 kbit/s, se podía considerar de banda ancha. Durante los últimos cinco años, con la lenta evolución de las redes de banda ancha basadas en tecnologías de línea de abonado digital (DSL) o módem de cable, velocidades de unos 250 kbit/s y superiores se suelen considerar de banda ancha. Stricto sensu, según la Recomendación I.113 del UIT-T, banda ancha significa una capacidad de transmisión superior a la velocidad RDSI primaria de 1,5 a 2,0 Mbit/s. Por ahora, esas velocidades no son muy comunes en los servicios interactivos ofrecidos a los usuarios (aunque la velocidad de telecarga suele ser superior a la de envío).

En un estudio llevado a cabo recientemente por la Canadian National Broadband Task Force, se observa que las definiciones cambian según los países, y van de 200 kbit/s hasta 30 Mbit/s en los 14 países estudiados. Si estas velocidades se generalizan, no cabe duda de que la definición seguirá evolucionando.



Cursillo de planificación estratégica sobre las «Repercusiones reglamentarias de la banda ancha»



(UIT 010047)


Estas definiciones abordan la banda ancha como una cuestión técnica, y no desde el punto de vista del servicio. En el cursillo propiamente dicho se llegó a la conclusión de que no era necesario definir la banda ancha en términos técnicos para iniciar un debate significativo y productivo. La banda ancha se podría definir por ejemplo, como un nivel mínimo de funcionalidad en lugar de una velocidad mínima. Desde el punto de vista del servicio, se podría tomar como referencia una aplicación o un servicio determinados. Por ejemplo, cualquier red capaz de transmitir vídeo totalmente animado correspondería a la imagen popular de la red de banda ancha. La orientación al servicio es coherente con la idea de que los gobiernos no deberían dar tanta importancia a las velocidades de transmisión, centrarse en cambio en los servicios necesarios o solicitados en cada disciplina, y determinar la tecnología necesaria para esos servicios.

Las redes de banda ancha pueden utilizarse para todo tipo de comunicaciones (por ejemplo, voz, datos, radio y televisión) y adoptar muchas formas (fibra, cobre, inalámbricas, satélite, etc) y, por consiguiente, la convergencia tecnológica puede ir más allá de las definiciones reglamentarias tradicionales. La competencia entre los medios de difusión, el acceso a las redes y una reglamentación independiente de la tecnología colocan a la banda ancha en el centro de polémicos debates en materia de política y reglamentación. ¿En qué medida deben fomentar los poderes públicos la inversión en redes de banda ancha? ¿Exige la convergencia de las redes una convergencia de las estructuras reglamentarias?


Deborah Hurley 

Foto: A. de Ferron (UIT 010046)


Dificultades de la reglamentación

La evolución de los sistemas de banda ancha plantea dificultades a nivel mundial y ningún país o región puede jactarse de saber todas las respuestas. En el cursillo quedó claro que la transición hacia la banda ancha puede plantear nuevas dificultades a los reguladores, que quizá deban adoptar un planteamiento radicalmente diferente de su trabajo:

– Aunque la prestación de servicios ya está abierta a la competencia en los mercados de la mayoría de los países desarrollados, la competencia en la prestación de redes se materializa más lentamente, especialmente en el bucle local. Hay indicios de que las redes de banda ancha, a causa de las dificultades técnicas que entrañan y de su capacidad para proporcionar numerosos servicios a través del mismo punto, tendrían una tendencia a favorecer el monopolio, al menos para los consumidores residenciales y, por consiguiente, es posible que los reguladores deban determinar si las estructuras comerciales actuales podrían generar los beneficios que permite la competencia, y qué protecciones podrían ser necesarias.

– Al menos al principio, la instalación de redes de banda ancha es onerosa, especialmente en las zonas rurales poco pobladas y a escala nacional. Por ese motivo, los objetivos políticos de los gobiernos, tales como el desarrollo regional equilibrado, pueden verse frustrados. También es posible que en el futuro de banda ancha se hayan de revisar los conceptos tradicionales del servicio universal.

– En la mayoría de los países, las telecomunicaciones se facturan tradicionalmente por minuto, por kilómetro o por megabyte (es decir, en función de su utilización). En un mundo de banda ancha, con costos de acceso superiores pero costos marginales mínimos, podrían ser más apropiadas otras estructuras tarifarias tales como, por ejemplo, la oferta de servicios «siempre activos». Es posible que los reguladores, que controlan las tarifas de interconexión y al por menor sobre la base del precio por minuto (por ejemplo, limitación de los precios), deban adoptar nuevos planteamientos.

– En la mayoría de los países, los servicios de radiodifusión como la televisión y la radio siempre se han reglamentado de otra manera que los servicios conmutados como el teléfono y el fax. Del mismo modo, en el mundo de las telecomunicaciones, los servicios de voz se han tratado de manera diferente de los servicios de datos. La banda ancha difumina esas distinciones y obliga a orientarse hacia estructuras reglamentarias convergentes. Malasia, por ejemplo, ha cambiado su marco reglamentario para tener en cuenta la convergencia.

Consenso y temas candentes

El consenso alcanzado en el cursillo fue sorprendente no sólo porque los participantes eran tan diferentes, sino también porque los temas sobre los cuales se llegó a un acuerdo eran imprevistos. Se convino en lo siguiente:

– El contenido es fundamental para el desarrollo comercial y los objetivos de política nacional.

– La competencia no es el único marco reglamentario posible, como parecía ser en los años noventa; el desarrollo nacional y las cuestiones de acceso y equidad podrían dominar los futuros debates en materia de infraestructura, igual que lo hicieron en el pasado.

– No se necesita un regulador generalista para tratar cuestiones de convergencia. En realidad, prácticamente no se debatió la posible necesidad de un regulador generalista. El contenido, el estilo y la coherencia del reglamento es lo importante, y no si ha sido definido por uno o varios reguladores.

No se llegó a ningún consenso sobre la neutralidad tecnológica.

No se puede estudiar el mercado de la banda ancha sin una definición concreta, ni datos fiables sobre el motor de la demanda. Parece que el mercado de la banda ancha al hogar está impulsado por la demanda de juegos interactivos, Internet y la televisión interactiva. Se dispone de menos datos aún sobre los motores de la conectividad comercial en banda ancha, aunque por supuesto las aplicaciones Internet y de comercio-e son importantes.

La demanda residencial de banda ancha se centra principalmente en servicios ya existentes (por ejemplo, televisión, navegación por la web e e-mail) que podrían ser más rápidos (respuesta más rápida), más fiables, más cómodos e incluso más baratos, pero se sigue buscando la aplicación de banda ancha «asesina», la aplicación que la mayoría de los consumidores desearán y para la cual necesitarán la banda ancha. Se mencionan sobre todo las tres posibilidades siguientes:

– Acceso de alta velocidad a Internet (que permite, por ejemplo, la telecarga rápida de vídeos de alta calidad o ficheros de audio MP3).

– La televisión digital interactiva con múltiples canales cómodamente controlados por el abonado, así como cierto volumen de vídeo a la carta o un servicio parecido.

– Juegos de vídeo interactivos (véase Esperando la banda ancha).

Es posible incluso que estas tres posibles aplicaciones asesinas sean las mismas: distracción multimedios. En el Reino Unido, por ejemplo, el lento arranque de la banda ancha se nutre de la demanda de televisión digital, ya que el 28% de los consumidores recibían este servicio en abril de 2000. En la República de Corea, en cambio, es al parecer el acceso a Internet de alta velocidad por DSL el que estimula el mercado de la banda ancha residencial (véase El éxito de la ADSL en la República de Corea).

Objetivos nacionales

Muchos países como Canadá, Dinamarca, Japón, Malasia y Suecia consideran el futuro de banda ancha (quizá a modo de sociedad de la información) como un objetivo nacional.

El contenido es el elemento subyacente de los objetivos nacionales más urgentes en materia de banda ancha. El contenido en idioma nacional se considera importante para mantener la identidad nacional y convertirse en una economía del conocimiento (por ejemplo, Malasia, Singapur y República Sudafricana). Algunos consideran preocupante que Internet se utilice demasiado para el ocio y no para la enseñanza o la democracia en línea (gobierno-e). Parece asimismo que la falta de contenido de calidad obstaculiza el crecimiento de este sector. También se dice que las ventajas de la banda ancha acabarán siendo evidentes aunque el motor de la conexión sea el acceso al ocio (por ejemplo, Australia e Italia). Dinamarca parece navegar entre dos aguas ya que trata de dinamizar al mercado de la banda ancha mediante iniciativas de gobierno-e.

Una buena perspectiva nacional también debería impedir los planteamientos centralistas en los cuales se da prioridad a las zonas ricas con altas densidades de usuarios. Es preferible un planteamiento en el cual se definan las necesidades y se trate de satisfacerlas. Es posible que la conexión de banda ancha sea necesaria sobre todo para derrocar a la tiranía de la distancia (por ejemplo, telesanidad para las comunidades apartadas — Australia y Canadá) y para aplicaciones espaciales y de alta tecnología (por ejemplo, diseño asistido por ordenador en la industria pesada). Por otra parte, en el cursillo se elogiaron los esfuerzos de Malasia, que ha creado un «pasillo» multimedios con conectividad de gran anchura de banda que propiciará el desarrollo de esa tecnología. Este «pasillo» forma parte de una estrategia nacional integrada, y no de un mero planteamiento centralista (véase El futuro de la banda ancha en Malasia).


Figure 1 – Mise en oeuvre des réseaux large bande, nombre d'abonnés pour 100 habitants (décembre 2000) 

Origen UIT/DECD (2001)




Reglamentación para mejorar la banda ancha

Es aparentemente difícil determinar los marcos reglamentarios que facilitan el suministro y la progresión de la banda ancha. Si bien se dispone de datos sobre la penetración en el mercado de los clientes residenciales, y la UIT recopila datos sobre la reglamentación en los distintos países, reunirlos y decir que un determinado marco promueve la banda ancha, es un paso que pocos están dispuestos a dar. La República de Corea es pionera en el mundo con aproximadamente una tercera parte de los hogares conectados a la banda ancha (véase la figura 1), ya sea por módem de cable o por línea de abonado digital asimétrica (ADSL). Ambos sistemas admiten las señales de vídeo casi totalmente animadas necesarias para el ocio, la recopilación de información y la democracia en línea (gobierno-e). El éxito de Corea se puede explicar principalmente por lo siguiente:

– Una demanda impulsada por una predisposición cultural a invertir en la enseñanza (por ejemplo, Internet para acceder a la información).

– Una oferta facilitada por el hecho de que el 90% de los hogares están al alcance de las ADSL (4 km).

– Un mercado en régimen de competencia en el cual muchos consumidores pueden elegir entre las ADSL, los módems de cable y otras muchas opciones de banda ancha tales como el satélite o las redes de área local (LAN).

– Una asequibilidad propiciada por las tarifas planas.

– Un planteamiento centralizado del desarrollo del mercado de la banda ancha.

Canadá dispone también de un plan relativamente centralizado para la banda ancha y de un mercado en régimen de competencia, pero no tiene mucho más en común con la República de Corea. Estados Unidos no tiene ningún plan centralizado y pocos consumidores pueden elegir entre varias ofertas de banda ancha. Así pues, incluso desde un punto de vista general, sigue siendo difícil determinar lo que facilita el éxito de la banda ancha en un país. No se puede predecir con el PIB por habitante ni con el nivel de industrialización (por ejemplo, Alemania y el Reino Unido tienen un nivel de penetración de la banda ancha inferior a Portugal).

Por otra parte, uno de los temas de reglamentación más debatidos, a saber, la desagregación del bucle local, no está relacionado muy claramente con el éxito de la banda ancha. La República de Corea todavía no ha desagregado las redes, y otras economías que no tienen tanto éxito sí lo han hecho. Tampoco existe una relación clara entre la desagregación y la inversión en las redes. Si bien instintivamente se podría decir que el acceso de los competidores al bucle local del operador titular impedirá la inversión en bucles locales mejorados, no parece ser cierto en el caso de los operadores titulares o de los nuevos operadores. Por consiguiente, aunque quizá sería provocante decir que la desagregación del bucle local podría equivaler a aceptar que no habrá competencia a nivel de la red, no decirlo parece equivocado.

Neutralidad tecnológica

Se podía haber previsto que, dadas las diferentes opiniones sobre el tema de la neutralidad tecnológica, el debate sería acalorado, pero en la práctica se habló más del trato reglamentario no discriminatorio. Por ejemplo, algunos participantes se declararon inquietos de que los operadores de telecomunicaciones públicas se vieran obligados a desagregar el bucle local, y no los operadores de TV por cable, con las consiguientes incoherencias en el mercado. De modo similar, se observó que entre los Estados Miembros de la UIT la prestación de servicios de TV por cable por operadores telefónicos está generalmente mucho más liberalizada que la prestación de servicios telefónicos por operadores de TV por cable.

¿Y el papel de la UIT?

¿Puede ayudar la UIT a promover las redes de banda ancha? Es probable que las actividades de la UIT relacionadas con la banda ancha se refieran a la elaboración de normas, en particular en ámbitos como los servicios multimedios, la calidad de servicio y la facturación. La gestión por la UIT de recursos escasos tales como el espectro o los planes de numeración también será fundamental a este respecto. En el Sector de Desarrollo será importante el asesoramiento a los reguladores en materia de desarrollo de infraestructuras apropiadas y de la identificación de futuras cuestiones de reglamentación. La UIT también puede facilitar considerablemente la difusión de información, en particular entre organismos reguladores. Es probable que la principal consecuencia de la banda ancha sea la convergencia y, por lo tanto, quizá sea necesario analizar cuidadosamente las diversas formas que puede adoptar la convergencia y sus efectos comerciales, a fin de seguir esclareciendo las repercusiones de la banda ancha en la reglamentación. 


Este artículo se basa en el reciente cursillo de planificación estratégica de la UIT sobre las «Repercusiones reglamentarias de la banda ancha». Va seguido por varios artículos breves seleccionados en un «documento informativo», preparado por Lucy Firth y Tim Kelly, Jefe de la Unidad de Estrategias y Política de la UIT.

 

Esperando la banda ancha

Si bien quizá sea cierto que todavía no existe una aplicación que vuelva «indispensable» el servicio de banda ancha para los consumidores, hay muchas aplicaciones para las cuales los proveedores «deben tener» la banda ancha. En efecto, dado que la banda ancha progresa más lentamente de lo previsto, la viabilidad comercial de los pioneros en esos mercados ha planteado dificultades. Éstos son sólo tres ejemplos de las numerosas aplicaciones que están «esperando la banda ancha».

 

Videojuegos. Las videoconsolas más recientes, tales como la Playstation 2 de Sony o la X-box de Microsoft, ya están equipadas con conexiones Internet, lectores DVD y procesadores gráficos de alta potencia y, en comparación con ellas, incluso los computadores personales más sofisticados parecen lentos. Ahora bien, los jugadores están entre los usuarios más exigentes de sistemas interactivos y les parece inaceptable el retraso más ínfimo entre el envío de la señal y la respuesta en la pantalla. Así pues, aunque muchas empresas de videojuegos consideran Internet como un medio para obtener nuevos ingresos, las redes de banda ancha actuales no sirven. Con una conexión de banda ancha de alta velocidad, los modelos comerciales de empresas como SegaNet (www.sega.net) podrían ser lógicos. Para los jugadores, las conexiones de banda ancha ofrecen la posibilidad de jugar contra amigos y rivales desconocidos y de probar nuevos juegos antes de adquirirlos. Para los proveedores, la idea de pagar por jugar, así como los abonos mensuales (SegaNet factura 21,95 USD al mes), generarán unos ingresos más regulares que la habitual carrera prenavideña en pos de los programas y consolas más recientes.

Cortometrajes. En un mundo de distracciones dominado, por una parte, por las películas taquilleras de Hollywood y, por otra, por la televisión, la vida no es fácil para los cortometrajes. Éstos tienen una duración de entre 30 segundos y 30 minutos y pueden ser de dibujos animados o películas reales. Muchos son breves chistes visuales o parodias de anuncios publicitarios. Aunque Internet, potencialmente la mayor videoteca del mundo, es un medio de difusión evidente de cortometrajes, los que disponen de conexiones a 56 kbit/s todavía deben esperar muchos minutos o incluso horas para telecargar un corto. Cuando finalmente llega, la imagen es pequeña o la calidad, tratándose de un medio en flujo continuo, deficiente. Esto desanima a los usuarios, lo cual desanima a su vez a los posibles publicitarios. La banda ancha suprimirá en principio todos estos problemas y es una bendición para empresas como AtomFilms (www.atomfilms.com) que, desde 1998, esperan pacientemente su llegada. Entretanto, muchos competidores han quebrado, y la propia AtomFilms sólo sobrevive utilizando Internet entre otros muchos canales de distribución, pero cada nuevo abonado a la banda ancha aumenta su mercado potencial.

Proveedores de servicios de aplicación. El concepto fundamental de un proveedor de servicio de aplicación (ASP, application service provider) es que, en lugar de adquirir paquetes informáticos en CD-ROM, los abonados pueden alquilarlos y pagarlos en función de su utilización o abonando un canon mensual fijo. También se puede subcontratar el alojamiento de un sitio web a un ASP. Para las empresas informáticas, la venta a través de un ASP ofrece una nueva oportunidad comercial ya que los posibles usuarios pueden probar los programas sin pagar la totalidad del producto, pero tampoco pueden realizar copias ilegales y devolverlo al vendedor. Para el usuario, la adquisición de un programa a través de un ASP significa que siempre dispone de la versión más reciente del programa y de un servicio de asistencia en línea cuando tiene problemas. Los líderes de este mercado son Usinternetworking (www.usi.net) y Loudcloud (www.loudcloud.com), pero quizá la mayor sorpresa hasta ahora fue cuando Microsoft anunció su estrategia .Net, que cambiará la manera de vender y utilizar los programas, proporcionándolos a través de Internet desde cualquier lugar del mundo. Como para las aplicaciones ya citadas, el paso de un almacenamiento local a un almacenamiento distribuido de la información depende principalmente de que las velocidades de acceso por la red de área extensa sean equivalentes a las de la red de área local. Otro trabajo para la banda ancha.  ––


¿Qué papel debe desempeñar el gobierno en la promoción del desarrollo de la red?

Hay un largo historial de participación directa de los gobiernos en proyectos de infraestructura. Los orígenes del telégrafo y de las redes telefónicas están estrechamente vinculados con el Estado en la mayoría de los países, aunque no en todos. Los gobiernos también desempeñaron un papel importante al principio del establecimiento de las redes de satélite. Los gobiernos de Europa se aseguraron de que el GSM era adoptado como norma regional para la telefonía móvil celular y el gobierno de Estados Unidos financió el desarrollo de Internet durante sus primeros años, pero los tiempos han cambiado. Así pues, ¿cuál es el papel que debe desempeñar el gobierno en un mercado que se caracteriza por la libre participación y la competencia? ¿Debe ocuparse el gobierno de promover la banda ancha, aún con el riesgo de favorecer a una empresa o seleccionar una tecnología con respecto a otra? Del mismo modo ¿se puede permitir el gobierno no intervenir si sus competidores industriales y asociados comerciales deciden hacerlo?




Las redes de banda ancha pueden utilizarse para todo tipo de comunicaciones, por ejemplo, voz, datos, radio y televisión, y adoptar muchas formas como fibra, cobre, inalámbricas y por satélite


Foto: PhotoDisc (UIT 010051)


Como la historia de la competencia en telecomunicaciones es todavía muy reciente, y las oportunidades de construir nuevas redes son muy escasas, no existe realmente un precedente para tratar estas cuestiones. Lo cierto es que los gobiernos no están dispuestos a limitarse a observar:

– En Europa, la Comisión Europea tomó una medida inhabitual en diciembre de 2000 y adoptó un «Reglamento» para acelerar el ritmo de la desagregación del bucle local.

– En Estados Unidos se han dedicado fondos públicos a la creación de «Internet de próxima generación».

– En Singapur el Gobierno ha desempeñado un papel protagonista en la creación de la red de banda ancha nacional «Singapore One», no sólo para proporcionar servicios a sus ciudadanos, sino también para situar a esa ciudad en cabeza de la economía mundial de la información.




Todavía no ha aparecido la «aplicación asesina» que impulsará la demanda de banda ancha por parte de los consumidores. Una de las aplicaciones más mencionadas es la televisión digital interactiva que ofrece numerosos canales fácilmente controlados por el abonado

Foto: PhotoDisc (UIT 010050)


A nivel regional y urbano también, los gobiernos locales han desempeñado a veces un papel más activo como posibles proveedores de servicios de banda ancha. En Estocolmo, por ejemplo, una empresa llamada Stokab AB, cuyo capital es propiedad de la ciudad de Estocolmo y del Consejo local, están construyendo y explotando una red de fibra óptica como operador neutro y revende fibra «oscura» al por mayor a operadores que proporcionan servicios a clientes profesionales y residenciales. A principios de 2001, disponía de 3.500km de cable de fibra óptica (con 400.000km de fibras individuales). Las ciudades de Concord (Massachusetts), Lynchburg y Palo Alto en Estados Unidos han adoptado un enfoque similar. Organismos de desarrollo urbanos y regionales han tomado ocasionalmente la iniciativa de crear parques científicos u otras zonas de actividades (véase El futuro de banda ancha de Malasia), equipados con cables para el acceso en banda ancha, con miras a atraer inversores de alta tecnología. Algunas veces, los ayuntamientos tienen la ventaja de controlar los derechos de paso y acceso a los hogares y empresas, por ejemplo a través de las cañerías de acometida de agua o los desagües que se pueden utilizar para el tendido de cables.

Ahora bien, se observan signos de que la banda ancha no prosperará tan rápidamente como se podía esperar. Las tecnologías de acceso como la línea de abonado digital (DSL) o los módems de cable se han instalado muy lentamente, debido en parte a dificultades técnicas pero también a precios a menudo prohibitivos para los consumidores. La desagregación del bucle local se ha retrasado debido a controversias en materia de reglamentación y precios. Todavía no ha aparecido la «aplicación asesina» que impulsará la demanda de banda ancha por parte de los consumidores. Una de las aplicaciones que podía haber cumplido ese cometido, la música gratuita a la demanda proporcionada por servicios como Napster, ha sido declarada contraria a los derechos de autor.

La peor noticia para todos los que promueven la banda ancha es que, desde que estalló la burbuja especulativa de las acciones punto.com en marzo de 2000, los valores en bolsa de las empresas de los sectores de tecnología, medios informativos y telecomunicaciones han perdido según las estimaciones un billón USD. Esa brusca caída es el motivo por el cual las empresas que financian operaciones arriesgadas, que en caso contrario financiarían inversiones en redes de banda ancha, son muy prudentes a la hora de realizar inversiones a largo plazo. Los operadores de telecomunicaciones públicas pueden elegir entre muchas inversiones, ya sea las licencias de telefonía móvil de tercera generación (3G), la entrada en mercados extranjeros y la diversificación mediante adquisiciones, y, a menos que la competencia los incite a invertir directamente en redes de banda ancha, tendrán tendencia a esperar hasta que el clima económico parezca más favorable.

Al principio del nuevo milenio, tras un periodo de expansión económica regular impulsada por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el mundo se enfrenta de nuevo a la recesión. En recesiones anteriores, los gobiernos han tratado de disparar el crecimiento económico mediante proyectos de inversión en infraestructuras. ¿Pueden, o deben, hacerlo de nuevo?

Competencia entre los medios de difusión

AT&T, AOL y la FCC corren parejas en el acceso abierto

Foto: PhotoDisc (UIT 010049)


Las fusiones de AT&T con Media One y de AOL con Time Warner han generado las dos mayores empresas de cable en Estados Unidos. Hasta esa fecha, como proveedor de servicio Internet (PSI), AOL, junto con más de otros 100 PSI, en particular Mindspring, había creado la coalición OpenNet para competir por el acceso a los conductos de televisión por cable. AT&T trató de no dejar entrar en su capital a empresas que no contribuían al costo de la instalación. Uno de sus principales argumentos era que el costo de modernización para permitir el acceso a los PSI constituía una carga excesiva para ellos, y representaría un costo estimado de 120.000 millones USD. Tras un cambio radical de actitud, AT&T-Media One anunció un acuerdo exclusivo de prestación de servicios ISP con Mindspring hasta finales de 2002. Los defensores del acceso abierto consideraron muy positivo que se admitiera que, si bien es difícil técnicamente, la convivencia con los PSI es viable. Entretanto, AOL Time Warner ha seguido siendo miembro de OpenNet aunque ahora se ocupa más de negociaciones comerciales que de reglamentación. En realidad, ha concertado un acuerdo de acceso exclusivo con el PSI Road Runner.

Los defensores del acceso abierto siguen luchando en los juzgados locales y nacionales con el motivo de que la competencia será buena para la industria y el consumidor, ya que promoverá el crecimiento y la interconectividad. El argumento opuesto es que ya se han instalado muchos sistemas, lo cual ha beneficiado directamente a los consumidores porque ha permitido proporcionar el servicio, y ha beneficiado indirectamente a la industria porque ha promovido la innovación. Sin la instalación no hay red, no hay servicios y no hay perspectivas de competencia. AT&T ha amenazado con que las ciudades que limiten el acceso abierto serán las últimas en recibir la banda ancha.

La FCC se ha declarado complacida con los acuerdos con Road Runner y Mindspring, ya que les parece una prueba de que esta joven industria se está abriendo bajo la influencia de las condiciones del mercado. Otra prueba de la competencia en la prestación de servicios es que los de televisión digital se ofrecen por satélite. Las transmisiones digitales por satélite directamente a los hogares están destacándose con respecto a la televisión digital por cable. Entre otras, tienen la ventaja de proporcionar una cobertura instantánea en toda una región, en lugar de ser instaladas barrio por barrio. Aunque los sistemas de satélite y de cable ofrecen servicios de vídeo digitales, los servicios interactivos son más numerosos en el servicio de satélite. Por consiguiente, si bien los nuevos participantes potenciales en el mercado temen no disponer de tiempo suficiente para crear un mercado adecuado para sus empresas, la FCC ha decidido no intervenir. ––


El futuro de banda ancha de Malasia

Malasia ya comenzó a preparar el futuro de la banda ancha en 1994 cuando creó la National Information Technology Commission (NITC) y trató de identificar los obstáculos que podrían dificultar el paso directo a la categoría de nación desarrollada gracias a las TI. Una conclusión importante fue que demasiados reglamentos (y demasiados reguladores) no estaban adaptados a las necesidades de la industria. Por consiguiente, en 1999 se creó por medio de la Ley de Comunicaciones y Multimedios la Communications and Multimedia Commission (CMC) encargada de reglamentar las actividades de las entidades siguientes:

– proveedores de instalaciones de redes, sea cual sea su medio de transmisión;

– proveedores de servicios de redes, sea cual sea la tecnología de red;

– proveedores de servicios de aplicación, ya sea el servicio de voz, datos, radiodifusión, vídeo, radio, etc.;

– proveedores de servicios de aplicaciones de contenido, sea cual sea el medio de transmisión y la aplicación.

Así pues, se puede considerar que la CMC es un regulador polivalente tecnológicamente neutro.

Con todo, quedan algunos reglamentos que no son coherentes con un entorno totalmente convergente. Por ejemplo, las obligaciones de servicio universal sólo se refieren a la telefonía básica, y el régimen de interconectividad no exige el acceso al bucle local para aplicaciones que no sean las telefónicas. La principal reforma legislativa prevista para los dos próximos años es una revisión y modificación completa de esa reglamentación.

La obsesión de los malayos con todo lo relativo a los multimedios significa que la preparación de un futuro de banda ancha ha representado mucho más que un cambio del marco reglamentario. El núcleo es el Multimedia Super Corridor (MSC), con su entorno de tipo «Silicon Valley» totalmente planificado, en un sofisticado jardín tropical. El centro de negocios de Cyberjaya (jaya significa príncipe en malayo) y la vecina nueva capital administrativa nacional de Putrajaya disponen de conectividad de banda ancha universal, hogares inteligentes y la primera universidad multimedios del mundo. Actualmente, 40 de las 50 principales «empresas de clase mundial» que Malasia trató de atraer están presentes en el MSC.

A nivel nacional, el gobierno ha creado varios programas para fomentar la utilización de la banda ancha por individuos y empresas, en particular:

– Servicios-e: acceso a servicios públicos para individuos y empresas.

Mercado de trabajo-e: el gobierno actúa de agente entre trabajadores y empresas.

Adquisiciones-e: las entidades públicas adquieren bienes en común.

Escuelas inteligentes: destinado a la tercera parte de la población malaya, que se encuentra en edad escolar.

El MSC es el que pilota actualmente estos programas, pero todavía quedan muchos obstáculos por salvar antes de que la instalación de servicios de banda ancha a escala nacional sea un éxito. Aunque la red central de banda ancha ya está instalada, los hogares y pequeñas empresas todavía están conectados por cables de cobre trenzados que no admiten la capacidad de banda ancha. Sin antecedentes de televisión por cable, es improbable que cuaje el acceso por módem de cable y, por consiguiente, con el bucle local del operador titular no desagregado, las empresas buscan soluciones inalámbricas para el último tramo. Estas soluciones se ven perjudicadas por la falta de atribución de espectro en gamas suficientemente alejadas de los 2,4 GHz para ser fiables en un clima tropical.

En algunos Estados, el 25% de los hogares no tienen corriente eléctrica y el 35% no tienen teléfono. Aunque se dispone de algunos servicios de teléfono e Internet comunitarios, algunos ciudadanos viven hasta a tres días de marcha del teléfono más cercano.

Origen: Estudio de caso de Malasia realizado por la UIT, disponible en www.itu.int/broadband.  ––


El éxito del ADSL en la República de Corea



Los servicios Internet se introdujeron en la República de Corea en 1994 y el mercado de esos servicios alcanzó la espectacular cifra de 19 millones de usuarios (38% de la población) en diciembre de 2000. Desde entonces ha habido una explosión del acceso a Internet de banda ancha.

A causa de la feroz competencia en el mercado del acceso a Internet de banda ancha, el número de abonados rebasó los 4,6 millones en febrero de 2001 (uno por cada cuatro hogares). Aunque el acceso de banda ancha se obtuvo primero a través de redes de televisión por cable, cuando Thrunet lanzó en julio de 1998 un servicio de módem de cable, los servicios de línea de abonado digital asimétrica (ADSL) son los que han prosperado más rápidamente. En febrero de 2001, la mayoría de los abonados a servicios de banda ancha (casi 3 millones) utilizaban el ADSL, y Korea Telecom ocupaba más del 70% del mercado. En segundo lugar está el servicio Internet de banda ancha a través de redes de televisión por cable (1,5 millones de abonados). En este caso, como fue el primero en introducirse en el mercado, Thrunet controla algo más de la mitad del mercado pero por lo menos seis empresas ofrecen servicios. El resto de los abonados a Internet de banda ancha se encuentran en grandes bloques de apartamentos y recibe servicios Internet por red de área local, o recibe los servicios Internet por satélite.



La fuerte voluntad política del gobierno es el principal motivo de la rápida adopción de Internet de banda ancha, que experimenta una de las mayores tasas de crecimiento del mundo. El gobierno definió un plan a largo plazo para la infraestructura Internet de banda ancha en 1995, y elaboró varios proyectos de información destinados a crear una demanda de servicios TIC

La distribución de los hogares en la República de Corea puede explicar en parte el éxito del ADSL. Más del 90% de los hogares se encuentran a menos de 4 km de una central local. La mayoría de las oficinas y la mitad de los hogares, es decir, aproximadamente 7,5 de los 15 millones, se encuentran en bloques de apartamentos. Esas distancias cortas suprimen no solamente uno de los principales inconvenientes de la tecnología ADSL, sino que permiten además realizar economías de escala proporcionando el servicio ADSL por cable de fibra.


ITU TELECOM ASIA 2000 en el Centro de Convenios y Exposiciones de Hong Kong


Foto: A. de Ferron (UIT 004404)


La fuerte voluntad política del gobierno es el principal motivo de la rápida adopción de Internet de banda ancha, que experimenta una de las mayores tasas de crecimiento del mundo (véase la figura 1). El gobierno definió un plan a largo plazo para la infraestructura Internet de banda ancha en 1995, y elaboró varios proyectos de información destinados a crear una demanda de servicios TIC. Por ejemplo, ofreció a todas las escuelas primarias y secundarias un acceso gratuito a Internet. Además, la competencia en el mercado del acceso a Internet de banda ancha provocó una lucha despiadada entre los proveedores de servicios que disponían de instalaciones con tecnologías de acceso diferentes. El crecimiento explosivo del número de abonados se debe a la competencia entre múltiples operadores y servicios, que ha provocado una reducción de los precios incluso durante la fase inicial de desarrollo del mercado.

Una aplicación que, sorprendentemente, ha tenido éxito entre los abonados a la banda ancha es la telefonía de voz. Aunque las llamadas telefónicas sólo exigen una parte de la anchura de banda ofrecida por una conexión de banda ancha, la estructura de precios de tarifa plana la vuelve interesante cuando se combina con una tecnología como la de «voz por DSL». Algunos proveedores de servicio coreanos y, en particular, Serome Technology (Dialpad.com), ofrecen comunicaciones de telefonía IP nacionales gratuitas, por lo menos al principio. El creci miento de la banda ancha ha coincidido con un rápido aumento del número de abonados a la telefonía IP, que eran unos 7,6 millones en el país a finales de 2000 (véase el estudio de casos de países que utilizan la telefonía IP de la UIT, disponible en www.itu.int/wtpf/casestudies/korea.pdf).

Para propiciar aún más el crecimiento del mercado de acceso a Internet de banda ancha, el gobierno había previsto liberalizar el acceso de los ISP y desagregar los bucles locales de los operadores de telecomunicaciones públicas titulares a principios de 2001.


La desagregación del bucle local en el Reino Unido

Como DSL tendrá el mayor potencial de acceso de banda ancha en un futuro próximo, para las pequeñas y medianas empresas (PME) y los clientes residenciales, se considera que la red de BT es un recurso demasiado valioso para dejarlo bajo control monopolístico. La Office of Telecommunications (Oftel), regulador británico de la industria de telecomunicaciones, dictaminó por consiguiente que BT abra su bucle local a los proveedores de servicio en régimen de competencia, aunque la propia BT proyectaba introducir servicios ADSL. Oftel estudió dos opciones para lograr la desagregación:

– BT pondría las líneas de acceso local a la disposición de otros operadores. De este modo, éstos podrían crear sus propias ofertas de acceso eligiendo el momento y el lugar de la instalación y la tecnología para mejorar las líneas.

– Los proveedores de servicios y operadores podrían dar acceso a sus clientes a través de la red mejorada de BT. De este modo se accedería a cierto número de clientes sin necesidad de una inversión significativa en infraestructura, pero esta opción es menos flexible que la primera.

Una vez estudiadas las ventajas e inconvenientes, se adoptó la primera de estas opciones. El operador que compra el servicio podría instalar equipos en la central local (a medida que BT vaya liberando sitio) y en las instalaciones del cliente. La tecnología utilizada para modernizar el bucle no estará limitada, salvo por el cumplimiento de ciertas normas técnicas. Los operadores competitivos deberían poder ofrecer servicios el 1 de julio de 2001, o incluso antes, en las condiciones siguientes:

– Bucles desagregados y posibilidades de coubicación se ofrecerán a los operadores con derechos y obligaciones de interconexión.

– Los bucles están disponibles por un precio basado en los costos, lo cual permite unos beneficios razonables.


Las tecnologías de acceso como la línea de abonado digital (DSL) o los módems de cable se han instalado muy lentamente, debido en parte a dificultades técnicas pero también a precios a menudo prohibitivos para los consumidores


Foto: PhotoDisc (UIT 000081)


En enero de 2001 quedó patente que los planes de desagregación del bucle local estaban fracasando, a pesar de la voluntad de BT de separar la titularidad de la red de la entrega de servicios por el bucle local, y aunque BT anunció que autorizaría la coubicación en abril de 2001 en lugar de julio, a fin de que los competidores pudieran instalar equipos de banda ancha en sus centrales locales. Cuando se abrieron las 25 primeras centrales de BT a ofertas de coubicación, sus rivales sólo solicitaron 14. Los precios propuestos por BT y la pérdida de confianza de los inversores en el sector de las telecomunicaciones tuvieron aparentemente un efecto disuasorio.

En febrero de 2001, el gobierno británico decidió no invertir 1.000 millones GBP (1.430 millones USD) para modernizar sus centrales telefónicas a fin de adaptarlas a la DSL. Se había previsto que el gobierno sufragaría la modernización de las centrales para resucitar los endebles planes de la «Bretaña de banda ancha», dados los atrasos acumulados por BT en la desagregación del bucle local. La cuestión es quién pagará la modernización de las centrales. Ésta es necesaria porque la voz por DSL (VoDSL), al ser una señal digital, ocupa sólo parte del canal DSL y debe ser tratada antes de la conexión con la RTPC. ––



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