4.3

En una pequeña isla azotada por una tormenta tropical, la red eléctrica falló completamente. Numerosos árboles se habían caído en las líneas eléctricas y tuvo que desconectarse por completo la red a fin de evitar que las líneas de alto voltaje tendidas en el suelo provocaran accidentes. La empresa de electricidad envió equipos de reparación por toda la isla. El segundo día de reparaciones, la sede de la empresa perdió contacto con los equipos debido a que se habían descargado los acumuladores de los transceptores de ondas métricas que llevaban los técnicos. Dichas radios se cargaban siempre en los talleres donde estaban destacados los trabajadores, pero al fallar toda la red eléctrica, los cargadores no funcionaron.

Para la empresa de electricidad resultaba inimaginable la posibilidad de que ellos mismos se quedaran sin electricidad. Sin embargo, se encontró rápidamente una solución para evitar otros incidentes embarazosos de ese estilo en el futuro: instalar cargadores que permiten cargar los acumuladores de los walkie‑talkies con los encendedores de cigarrillos de los coches.

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