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Los ingenieros hacen los últimos
ajustes a Telstar 1, el primer satélite de comunicaciones de retransmisión
directa activo
BT/Vismedia
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El inicio de las telecomunicaciones por
satélite
El mes pasado vimos cómo se realizó la
primera radiodifusión de televisión transoceánica en directo. En esta ocasión,
nos centraremos en el satélite que la hizo posible.
Telstar es un éxito
En 1962, el productor de música británico Joe
Meek compuso una melodía llamada “Telstar”. ¿Pero quién hizo que fuera todo un
éxito? Ésta fue la pregunta que formulamos en el anterior número de
Actualidades de la UIT. La respuesta es la banda británica The Tornados,
que llevó la melodía al primer lugar de las lista de éxitos en ambos lados del
Atlántico. La popularidad de esta canción reflejó el gran revuelo causado por la
primera radiodifusión de televisión en directo que se llevó a cabo entre los
Estados Unidos y Europa el 10 de julio de ese mismo año gracias al satélite
Telstar 1. Aunque en la actualidad los telespectadores dan por descontado que
podrán ver imágenes en directo de los acontecimientos importantes que tengan
lugar en cualquier lugar del mundo, hace 44 años se trataba de un hecho que
realmente hacia soñar.
El pionero de los satélites
El ingeniero americano John R. Pierce
(1910–2002) desempeñó un papel fundamental en el diseño de Echo 1 y Telstar 1.
Al igual que Arthur C. Clarke, era escritor de ciencia ficción |
NASA
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Telstar I era propiedad de AT&T, de los
Estados Unidos, y fue desarrollado por los Bell Telephone Laboratories.
Al proyecto también se sumó la Administración Espacial y Aeronáutica de los
Estados Unidos (NASA), la Oficina General de Correos Británica y la Oficina
Nacional de Correos y Telecomunicaciones de Francia. Telstar fue el primer
satélite de comunicaciones de retransmisión directa activo del mundo. De acuerdo
con uno de sus diseñadores, John
R. Pierce, el objetivo era crear un sistema de “entre 50 y 120 satélites activos
simples en órbitas de unas
7.000 millas (11.250 kilómetros) de altura”. La cobertura mundial se lograría
finalmente gracias a “40 satélites en órbitas polares y 15 en órbitas
ecuatoriales (que) proporcionarían servicio el 99,9% del tiempo entre dos puntos
cualquiera de la Tierra”.
El primer paso del programa fue el lanzamiento
de Telstar I desde Cabo Cañaveral, en Estados Unidos. El satélite tenía un peso
de 77,5 kilogramos y unos 88 centímetros de diámetro. Las células solares le
proporcionaban algo menos de 15 vatios de potencia. Podía retransmitir señales
trasatlánticas durante un máximo de 102 minutos al día, lo que suponía unas 500
llamadas telefónicas o un canal de televisión. Éste fue el satélite que se
utilizó para enviar una imagen de televisión en directo a través del Atlántico
por primera vez: la imagen de una bandera americana de la estación terrena de Andover que envió la transmisión desde Estados Unidos.
En su alocución expresando el orgullo
nacional ante tal logro, el Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy,
indicó que era necesario “aprovechar las ventajas que nos ofrecen las
comunicaciones por satélite para utilizar sabia y eficazmente este medio con el
objetivo de lograr un mejor entendimiento entre todos los pueblos del mundo”.
Siguiendo un eco
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NASA
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Echo I era un globo de tela fina
metalizada de unos 30,5 metros de diámetro. Las señales rebotaban en su
superficie sin amplificación |
En realidad, Telstar no era el primer satélite
utilizado para las telecomunicaciones. Ese honor ha de concederse a “Echo
I”, un
proyecto experimental de la NASA llevado a cabo a finales de 1950 junto con Bell
Laboratories. A diferencia de Telstar, que amplificaba las señales recibidas
antes de retransmitirlas, Echo era un satélite pasivo, es decir, que las señales
que se le enviaban desde la Tierra simplemente rebotaban sobre su superficie
hacia otro punto del planeta. Se trataba de un enorme globo de unos 30,5 metros
de diámetro hecho de una película de poliéster de 0,127 milímetros de grosor con
una cobertura de metal brillante. Fue lanzado el 12 de agosto de 1960 desde Cabo
Cañaveral y durante ocho años se utilizó para redirigir señales de radio,
televisión y teléfono.
Echo I podía verse sin necesidad de
telescopios desde cualquier parte del mundo. Arthur C. Clarke, que fue el primer
autor en escribir sobre el potencial de los satélites de comunicación, reconoció
más tarde cómo lo había utilizado para impresionar a unos estudiantes en Sri
Lanka. Después de una conferencia, llevó al grupo al exterior, habiendo
calculado previamente el momento en que Echo aparecería. “Tan sólo tuvimos que
esperar unos minutos antes de que una estrella brillante apareciese por el
Oeste, desafiando los conocimientos astronómicos de todos los tiempos” escribió.
“Se movía a la velocidad de un avión a gran altura y le llevó apenas unos
minutos alcanzar el punto máximo. Entonces, empezó a descender hacia el Este
pero antes de llegar al horizonte empezó a desvanecerse. En cuestión de segundos
se había ido... Estoy seguro de que ninguno de los jóvenes que me acompañaban ha
olvidado la visión provocada por Echo 1, probablemente la estrella artificial
que más personas hayan visto en la historia
del mundo".
La música da la vuelta al mundo
El 25 de junio de 1967 las
comunicaciones por satélite se presentaron al gran público con un programa de
televisión de dos horas llamado “Nuestro Mundo” y que utilizaba tres satélites
para lograr la radiodifusión en directo desde todos los países del mundo. Entre
aquellos que participaron ante una audiencia mundial de unos 600 millones de
personas se encontraba el grupo de rock británico The Beatles. No tocaron
“Telstar”. No obstante, dada su función en pro del entendimiento internacional
que se esperaba desempeñasen las comunicaciones por satélite, The Beatles
eligieron participar con una canción que quizá resultó aún más apropiada. Su
título era “All you need is love”.
* “How the world was one”, Arthur C. Clarke (New
York 1992).
La pregunta para el próximo número
¿Quién acuñó la palabra “televisión” y
cuándo? Podrá encontrar la respuesta en la Página de los Pioneros del
próximo mes.
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