¿Está apostando la industria por la banda ancha?

Nacimiento de la banda ancha

En el mundo hay actualmente 63 millones de abonados a la “banda ancha” según el informe Birth of Broadband, publicado el 16 de septiembre de 2003 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). La República de Corea ocupa el primer lugar en cuanto a la penetración de la banda ancha, con cerca de 21 abonados al servicio de banda ancha por cada 100 habitantes, en segundo lugar se encuentra Hong Kong (China), con casi 15 abonados al servicio de banda ancha por cada 100 habitantes y, en tercer lugar Canadá con algo más de 11 abonados por cada 100 habitantes.

Los servicios de banda ancha facilitan conexiones de Internet por lo menos cinco veces más rápidas que las anteriores tecnologías por conexión telefónica, y permiten así a los usuarios acceder a la información con mayor rapidez y eficacia que antes UIT 020047/PhotoDisc

El considerable incremento del número de abonados al servicio de banda ancha se debe en parte a la creciente demanda de mayor velocidad en Internet. Los servicios de banda ancha facilitan conexiones de Internet por lo menos cinco veces más rápidas que las anteriores tecnologías por conexión telefónica, y permiten así a los usuarios jugar en línea y descargar música y vídeos, además de compartir archivos y acceder a la información con mayor rapidez y eficacia que antes.

Tras la introducción a escala comercial de los servicios de banda ancha, en muchas economías se ha registrado un continuo crecimiento del número de abonados de banda ancha, y esta cantidad ha aumentado de manera impresionante desde 1999 (véase el gráfico superior de la figura 1). En ciertos mercados está previsto que la banda ancha sea uno de los servicios de comunicaciones de más rápido crecimiento. Por ejemplo, en Estados Unidos es probable que la banda ancha llegue al 25% de penetración más rápidamente que lo hicieron los computadores personales o los teléfonos móviles (véase el gráfico inferior de la figura 1).

La banda ancha se considera cada vez más como un catalizador del éxito económico en la economía de la información y un número creciente de países concentran sus esfuerzos en garantizar que sus poblaciones puedan acceder a la banda ancha de precio abordable. En la mayoría de los países, sobre todo cuando en sus mercados prevalece realmente la competencia, ha sido el sector privado, aunque apoyado por el Estado, el que ha impulsado en gran medida un acceso abordable a la banda ancha.

Figura 1 — Crecimiento de la penetración de banda ancha en el mundo El crecimiento de la penetración de la banda ancha en todo el mundo se ha incrementado a una tasa compuesta anual del 155% desde 1999 (gráfico superior). El crecimiento de la banda ancha en Estados Unidos ha superado al crecimiento de la telefonía móvil cuatro años después de haber alcanzado los 2,5 millones de abonados (gráfico inferior).		El título del nuevo informe de la UIT, “Birth of Broadband”, viene a expresar que la banda ancha acaba de comenzar su ciclo de crecimiento y la fase principal de expansión comercial La banda ancha ha constituido el presente año uno de los “temas candentes” de la industria de telecomunicaciones y se espera que sea uno de los temas destacados de ITU TELECOM WORLD 2003. La UIT, que está decidida a contribuir al desarrollo de la sociedad de la información, ha preparado especialmente un Informe titulado Birth of Broadband (Nacimiento de la banda ancha), como piedra angular de este importantísimo evento mundial. Birth of Broadband es el quinto de la serie de Informes Internet de la UIT, que se inició en 1997. En la presente publicación se examina el surgimiento de las conexiones especializadas y de gran velocidad a Internet, que ampliarán en gran medida el acceso mundial a la información, y se analiza de qué forma la banda ancha puede facilitar también la muy esperada convergencia de tres tecnologías distintas: informática, comunicaciones y radiodifusión. En el informe se analizan las tecnologías de banda ancha, las tendencias y modelos de suministro, las aplicaciones y el contenido, la reglamentación y las cuestiones de competencia, la promoción exitosa de la banda ancha, y la función de esta banda en la sociedad de la información. El informe se basa íntegramente en algunos estudios de caso por país, que se efectuaron en una serie de naciones escogidas. Por último, hay que señalar que contiene un anexo estadístico en el que se proporcionan los datos más recientes sobre 206 países. Birth of Broadband fue preparado por un equipo de la Unidad de Estrategias y Política (SPU) de la UIT. En el presente número de Actualidades de la UIT destacamos algunos extractos extraídos del Informe mencionado. Para más información, o procurarse el informe, visite el sitio web: http://www.itu.int/birthofbroadband

Disponibilidad de la banda ancha

Pese al incremento global de la penetración de la banda ancha, ciertas economías han cosechado más éxitos que otras en lo que concierne a promover su adopción. A fines de 2002 podía disponerse comercialmente de servicios de banda ancha en 82 de más de 200 economías. La mayoría de los países siguen experimentando dificultades para garantizar el acceso a la banda ancha en todo su territorio. Esto obedece primordialmente a que los costos fijos del despliegue de las redes de banda ancha son muy elevados.

En la era de la banda ancha, los ordenadores personales y los asistentes digitales personales no son los únicos tipos de terminales que permiten acceder a Internet. Desde la aparición de redes de mayor velocidad, los fabricantes han desarrollado otros terminales de banda ancha tales como consolas de videojuegos, adaptadores Internet para televisores, cajas multimedios y servidores domésticos UIT 992408/A. de Ferron

Actualmente, la inmensa mayoría de los usuarios de banda ancha viven en países desarrollados. No obstante, el servicio es ahora más barato y es posible que algunos países en desarrollo puedan utilizar directamente la tecnología inalámbrica de banda ancha, sin pasar por la tradicional infraestructura alámbrica. En vez de esperar para poder disponer de servicios alámbricos, cuya instalación es probablemente costosa, pueden utilizar la banda ancha para crear una red integrada de voz, datos y vídeo. Así, en Bhután, se ha generalizado el uso de las tecnologías inalámbricas de banda ancha para proporcionar acceso telefónico básico. Las tecnologías de banda ancha han conectado aldeas que antes quedaban fuera del radio de acción del servicio telefónico tradicional.

Dado que las soluciones de banda ancha inalámbrica y por satélite se encuentran aún en una fase incipiente, la mayoría de los usuarios de banda ancha depende de las conexiones de línea fija — líneas telefónicas fijas tradicionales o módem por cable (redes de televisión por cable) — para acceder a Internet, básicamente a través de la línea digital de abonado (DSL). Los servicios de DSL se lanzaron por primera vez a escala comercial en 1996 y desde entonces se han convertido en una forma popular de acceso en banda ancha, lo que explica que a fines de 2002 se contase con 32 millones de abonados en todo el mundo. Desde el punto de vista regional, la DSL es más común en Asia y Europa, y el cable en el continente americano.

Por lo general, en países con un elevado ingreso nacional bruto (INB) per cápita es de prever que los niveles de penetración de la banda ancha sean más elevados que en otras naciones. Del mismo modo, se comprueba una clara correlación entre la urbanización y la densidad demográfica, por una parte, y el suministro de servicios en banda ancha, por otra. Dado el bajo costo de conectar a usuarios que viven a corta distancia unos de otros, a los proveedores de banda ancha les resulta fácil justificar económicamente su inversión en las zonas urbanas, sobre todo en aquéllas donde un elevado porcentaje de los posibles usuarios viven en bloques de apartamentos.

En las empresas, la nueva generación de servicios de banda ancha es una opción muy interesante frente a las líneas arrendadas que se han utilizado desde siempre en este sector. De hecho, en algunos mercados, la banda ancha llega a ser hasta 111 veces más barata, por megabyte y por segundo, que las actuales opciones de redes privadas. Sólo la reducción de costos es un incentivo de primer orden para que los usuarios de empresas y del gobierno opten por la banda ancha. Gracias a la mayor velocidad y eficacia, la banda ancha ofrece también una excelente infraestructura para el cibergobierno y los servicios de educación por Internet, como por ejemplo, la renovación en línea del permiso de conducir, la declaración de impuestos por Internet y el acceso a material didáctico y a bibliotecas en línea (véase nuestro artículo Utilización de la banda ancha).

Suministro de servicios en banda ancha en espectro no licenciado

La tecnología Wi-Fi, denominada también familia de normas 802.11, se ha convertido en la más popular para las soluciones inalámbricas LAN que utilizan la parte de 2,4 GHz no licenciada del espectro de radiofrecuencias (véase nuestro artículo La invasión de los sistemas Wi-Fi). En general, el despliegue comercial de los servicios Wi-Fi está sujeto a consideraciones distintas de las que afectan a servicios comerciales de banda ancha que utilizan espectro radioeléctrico licenciado, por ejemplo, los servicios fijos inalámbricos. Restringidos por esta limitada gama de frecuencias, por una parte, pero beneficiando de una gran disponibilidad y modularidad, por otra, los proveedores han diseñado una serie de modelos comerciales para explotar las partes no licenciadas del espectro radioeléctrico.

Los hotspots situados, por ejemplo, en aeropuertos o estaciones de tren, permiten a los usuarios acceder a Internet, sin necesidad de conectar sus computadores portátiles o asistentes digitales personales ITU 030119/Corbis

Actualmente, existen dos modalidades que gozan de mucha popularidad para distribuir el acceso Wi-Fi. La primera de éstas, es el así llamado modelo “de arriba a abajo”, que ha sido adoptado por los grandes proveedores de servicios de red que imponen el pago de una tarifa para beneficiar de acceso en banda ancha en zonas de conexión inalámbrica destinadas al público que se conocen con el nombre de (hotspots), y situadas, por ejemplo, en aeropuertos o estaciones de tren. En estas zonas los usuarios pueden acceder a Internet, sin necesidad de conectar sus computadores portátiles o asistentes digitales personales. La segunda de las modalidades precitadas es el modelo “de abajo a arriba”, que es el que ha adoptado una serie de entusiastas que proporcionan gratuitamente acceso inalámbrico. Ambos modelos tienen inconvenientes. En efecto, el primero de ellos adolece de fragmentación comercial, ya que hace necesario que diferentes proveedores atiendan a distintas zonas de conexión inalámbrica, lo que obliga al usuario a abrir una cuenta de acceso a Internet cada vez que recurre a una de estas zonas. El último de estos modelos conlleva una falta de sustentabilidad económica (ya que no se realiza ningún beneficio) y el riesgo de que pueda abusarse del consumidor.

Recientemente, se han adoptado modelos comerciales híbridos en los que se combinan los dos modelos antes mencionados y que da a los usuarios la posibilidad de abrir sólo una cuenta de acceso inalámbrico, y a los proveedores un incentivo financiero para prestar servicio. Éste es, por ejemplo, el enfoque adoptado por una empresa de Wi-Fi recientemente creada que tiene su sede en Estados Unidos; nos referimos a Boingo Wireless, que permite así que los usuarios puedan recurrir con una sola cuenta a diferentes zonas de conexión inalámbrica Wi-Fi desplegadas por varios proveedores.

Suministro de servicios en banda ancha a través de infraestructura existente

En varias economías las empresas de suministro público, en particular las eléctricas, han empezado a utilizar la infraestructura existente para transportar tráfico de banda ancha a las empresas y los hogares. Esas compañías cuentan con un buen índice de penetración entre clientes, una sólida infraestructura de comunicaciones y un incentivo para responder a las necesidades que experimentan actualmente sus usuarios. En otros, las empresas eléctricas se ven obligadas a disponer de comunicaciones de datos dentro de sus redes de suministro. Muchas de estas empresas han construido extensas redes de cable de fibra óptica dentro de sus redes de suministro para garantizar la comunicación entre las subestaciones. Una vez que se instala fibra en la red eléctrica, el exceso de capacidad resultante puede utilizarse para atender a un mayor número de usuarios rurales en la zona de servicio. Como el grueso del costo que supone desplegar fibra óptica puede justificarse, gracias a una distribución de electricidad más económica, es posible reducir a un mínimo el costo incremental de abrir la red a las comunicaciones en banda ancha.

Gracias al empleo de medios de transmisión tales como la fibra, el acceso fijo inalámbrico, así como a una serie de nuevas tecnologías — entre otras, las comunicaciones en las redes eléctricas — las compañías de electricidad se han implantado en el mercado de acceso de banda ancha en varios países, por ejemplo, Islandia y Japón, distribuyendo la infraestructura de telecomunicaciones existente entre sus instalaciones. Por ejemplo, la empresa eléctrica de Reykjavik ha establecido a lo largo de su red de suministro una red de transmisión de datos que conecta a sus estaciones transformadoras situadas en torno a la capital. Esto, complementado con fibra y un acceso fijo inalámbrico, permite a la compañía ofrecer en la actualidad soluciones de banda ancha a empresas clientes.

La red eléctrica no es, sin embargo, la única red pública que pueda ajustarse para ampliar el acceso en banda ancha. En las economías en desarrollo, especialmente, existen redes de electricidad o telefónicas que pueden resultar interesantes para un suministro ambicioso de banda ancha. La India es un ejemplo en cuanto a la ingeniosa utilización de su vasta red de ferrocarriles para llevar el acceso en banda ancha a sus zonas rurales (véase el recuadro). Estos ejemplos ilustran la vasta gama de enfoques que pueden aplicarse al suministro de banda ancha, muy particularmente en los casos en que es posible combinar las tecnologías fijas e inalámbricas para resolver el problema que plantea a larga y corta distancia la infraestructura de banda ancha en las zonas rurales y urbanas.

Cuadro 1 — Igualdad en materia de banda ancha, pero desigualdad en cuanto a ingresos

Aparte de la disponibilidad y la oferta de banda ancha, existe otro factor decisivo que afecta al despliegue de la banda ancha, a saber, el precio que se cobra al usuario. Pese a la introducción comercial de varias tecnologías de banda ancha y a la implantación de las empresas que los ofrecen, lo que lleva a una mayor competencia y a una reducción gradual de los precios, los abonos de banda ancha siguen situándose en todo el mundo en un intervalo que no refleja siempre los ingresos medios de la población de cada país. La disponibilidad nacional de banda ancha es, pues, un fenómeno relativo. Como se indica en el cuadro 1, las 50 economías donde la banda ancha es más barata, el abono mensual como porcentaje de los ingresos mensuales puede ir de algo más de un 1% (Japón) a más del 20% (Costa Rica y Arabia Saudita), y el precio por 100 kbit/s como porcentaje del ingreso mensual puede oscilar entre el 0,01% (Japón) y más del 12% (Arabia Saudita). Estos casos constituyen el ejemplo de suministro más barato de banda ancha, lo que no ocurre en otras economías donde los precios restringen la demanda y limitan el crecimiento.