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Dr. Bob Horton, Australia
Candidato al cargo de Director de la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones

Pregunta 1
Muchos consideran que la UIT se ve amenazada por los enormes cambios de la industria de telecomunicaciones. Las nuevas organizaciones, como la OMC o los órganos regionales, ocupan ahora el centro del escenario, y se multiplican los foros industriales, cuyas actividades son menos formales y más centradas. ¿Cuál es su visión de futuro para la UIT? ¿Cuál será su contribución personal (qué iniciativas/temas aportará) como funcionario de elección para realizar innovaciones y estimular la adaptación de la Unión a las fuerzas impulsoras de cambio, de forma que la UIT siga siendo un foro preeminente para las telecomunicaciones internacionales?

Considerar los cambios del entorno como amenazas quizás no sea la perspectiva correcta. Creo que estamos en el umbral de un siglo XXI en el que veremos un desarrollo sin límites del potencial y las oportunidades de las telecomunicaciones y las industrias conexas.

La UIT está en muy buena posición para aprovechar estas oportunidades. Al mismo tiempo, las fuerzas de la convergencia generarán medios mejores y más eficientes de difusión de información, ocio, transacciones comerciales y comunicaciones, que revertirán en beneficio de los derechos humanos fundamentales y del progreso, lo que, a su vez, contribuirá al desarrollo económico y social.

Dentro de este vasto panorama, muchos organismos nacionales, regionales e internacionales encontrarán una forma de participar, y muchos de ellos ya lo están haciendo. El lugar que ocupa la UIT es especial y único, y parte del desafío que se le presenta consiste en reconocer y construir los vínculos y la cooperación en estos niveles distintos, como lo exige el nuevo siglo, más que considerar a los diversos actores como competidores.

En cuanto a la situación específica del Sector de Normalización de las Telecomunicaciones, a mi entender, en la actualidad existe una tensión entre historia y realidad, ocasionada por la evolución por etapas de los monopolios al entorno competitivo y la tendencia a pasar de los organismos de correos, telégrafos y teléfonos a las operadoras de red, cuyas responsabilidades se centran más estrictamente en objetivos comerciales en un entorno competitivo y, con frecuencia, hostil. Va de suyo que las operadoras esperan la promulgación oportuna de normas que respondan a las necesidades del mercado. Es necesario evitar la duplicación, y buscar una gestión más eficaz de los productos no regulados.

Para tener en cuenta el nuevo entorno, la UIT debería dedicarse no a la competencia sino a una asociación que realce las capacidades naturales, el valor de la coordinación y la asignación lógica y eficaz de los recursos. La normalización internacional ha dejado de tener un único objetivo simplista. El UIT-T puede apoyarse en sus actuales puntos fuertes y permitir, al mismo tiempo, dar mayor libertad al mercado para que controle sus productos normalizados con el fin de garantizar su pertinencia, aceptación y preeminencia en el futuro, a través de diferentes mecanismos aceptables de delegación de la responsabilidad en los ámbitos en que sea apropiado.

Un elemento clave del futuro papel será fomentar cada vez más la vitalidad y la contribución a la preparación de normas internacionales de las organizaciones regionales de telecomunicaciones como el ETSI, el Comité T1 o el Programa de normalización de la telecomunidad Asia-Pacífico (ASTAP), y diferentes foros y consorcios, por ejemplo, el Foro sobre ATM o la Sociedad Internet. La voluntad de forjar el futuro en cooperación se ha puesto de manifiesto recientemente en el Grupo

para Colaboración en la Normalización Mundial (Global Standards Collaboration - GSC), que se reúne cada 15 meses más o menos, así como dentro del GANT. Es el momento de seguir abriendo camino apoyándose en la confianza generada.

Como corolario de estos esfuerzos por difundir y compartir información, las relaciones ya establecidas, como las existentes entre América del Norte y la CITEL o la Unión del Caribe, cobrarán mucha más importancia. De igual modo, otras agrupaciones, como los Estados Africanos y los Estados Árabes, tendrán reconocimiento y apoyo como contribuyentes al desarrollo del consenso mundial.

La dirección y la Secretaría de la UIT tienen la gran responsabilidad de velar por que la Unión responda verdaderamente a las necesidades de sus Miembros. Estas necesidades quedarán expresadas en la plataforma básica que se adopte en Minneápolis y en las directrices que se proporcionen a los funcionarios de elección, entre ellos el Director de la TSB. Naturalmente, de ella dimanarán la libertad y la flexibilidad para seguir un curso de acción determinado. Puede anticiparse que esta Conferencia de Plenipotenciarios otorgará toda su atención a las necesidades y a las opiniones de los Miembros de los Sectores, como las expuestas por la Asociación de operadoras europeas de redes de telecomunicaciones públicas (ETNO). Ello es tan oportuno como apropiado, pues creo que es necesario que el nuevo orden mundial de prestación de servicios de telecomunicaciones se tenga en cuenta en el trabajo de normalización. Aunque se han hecho progresos (por ejemplo, en el GANT) todavía queda mucho por hacer, y a un ritmo cada vez más rápido.

Lo único que puedo decir es que utilizaré absolutamente toda la flexibilidad que se dé al puesto de Director de la TSB en Minneápolis, confirmada o extendida, especialmente en cuestiones como los métodos de trabajo y la compartición de las tareas. No es posible hacer un proyecto muy detallado sin conocer los resultados de Minneápolis. No obstante, puedo apuntar los ámbitos a los que aplicaré mi filosofía, y mis métodos y principios:

En estos momentos se está examinando la función de normalización, y es posible que evolucione hacia una posición que genere aún más respeto y valoración del Sector. El GANT ha emprendido este camino. Me gustaría unirme a ese viaje y valerme de consultas amplias y afinadas, y de otros medios, como el asesoramiento del GANT.

Me asistirán en esta empresa mis propios conocimientos y la experiencia como Presidente del GANT desde 1993 hasta 1996, y mi participación activa en el GSC (ya participé en sus precursores, ITSC2 Francia, e ITSC3 Japón); también fui Presidente de la primera reunión del GSC, celebrada en Australia, y copresidí la GSC3 en Corea.

Pregunta 2
En el entorno actual de las telecomunicaciones, ya no es realista creer que la Unión puede ser el punto focal para todas las cuestiones relativas a las telecomunicaciones en la economía y la sociedad mundiales de la información. El mundo se ha vuelto demasiado complejo y las telecomunicaciones van penetrando en todos los ámbitos como para que una sola organización sea el foco de todas las cuestiones de interés para la comunidad internacional. En su opinión ¿cuáles son las competencias fundamentales de la UIT? ¿En qué asuntos debería centrarse la UIT y qué se podría eliminar de su mandato o encargar a las organizaciones regionales y subregionales? ¿ Cuál debería ser la función de la UIT en la reforma del sector de telecomunicaciones?

Las competencias básicas de la UIT se centran en su capacidad de identificar y promover el consenso mundial. Como institución, la UIT no está sujeta a intereses particulares en una determinada cuestión, y posibilita procesos abiertos a través de los cuales los intereses divergentes pueden acercarse lo más posible a una base común. Debido a su larga historia, su amplio programa y su alcance mundial, la UIT tiene un acceso incomparable a dos recursos esenciales: los conocimientos técnicos y la experiencia de sus Miembros de los Sectores y las perspectivas económicas y de políticas de sus Estados Miembros. Existen mecanismos fiables y respetados para la movilización de estos recursos en aras del beneficio mutuo, por medio del amplio abanico de actividades de la UIT, apoyadas por sus Miembros. Y todo ello es posible gracias a la existencia de una Secretaría competente. Las ventajas de la UIT como foro para la elaboración de políticas y marcos de reglamentación, que sirvan de referencia y guía, conforman cimientos razonablemente seguros sobre los cuales la UIT puede avanzar y prosperar. Es un punto de encuentro en el que gobierno e industria pueden discutir e intercambiar puntos de vista e informaciones sobre las cuestiones de reciente aparición que revisten importancia para la industria.

En cuanto a las cuestiones en las que centrarse, me gustaría referirme al mandato específico del Sector de Normalización. La realización de las competencias básicas de la UIT requiere que todo el trabajo se lleve a cabo bajo un programa de la Unión. Sin embargo, no es necesario que el programa de trabajo del UIT-T cubra toda la gama de normas que persigue en la actualidad. Las de carácter específico y concreto (por ejemplo, normas para productos), podrían elaborarlas las empresas líder bajo condiciones acordadas, mientras que las relativas a los aspectos más amplios, como arquitectura, conmutación, plataformas de transporte, modelos de referencia, etc., podrían seguir siendo parte de la labor central del UIT-T, junto con el trabajo de regulación. Las prioridades del mercado deberían dictar automáticamente qué cuestiones hay que abordar en primer lugar, por ejemplo, IMT-2000, RDSI-BA, RGT, GII, numeración, portabilidad e interfaces de interconexión. Cabe esperar que los métodos de trabajo y la delegación de responsabilidad proporcionen la transparencia y apertura que distinguen a una verdadera norma que todos aceptarán.

Es necesario ir introduciendo gradualmente los principios para estos posibles esfuerzos de compartición del trabajo y, por consiguiente, las respuestas estructurales a los desafíos actuales, por ejemplo, dentro del GANT y del GSC, quizá de forma evolutiva, pero firme. El nuevo Director deberá considerar la CMNT-2000 (o Asamblea, si así llegara a llamarse) como un hito para establecer el nuevo proyecto de principios y programas y como una oportunidad para aplicar formalmente la delegación de responsabilidad. Entonces, el UIT-T podrá responder efectivamente a los cambios, y gracias a la nueva estructura, encarar el nuevo milenio y las nuevas relaciones que se creen en la industria y entre la industria y los Estados. Ya se ha realizado una buena labor al respecto, pero habrá que mantener con firmeza el impulso y el rumbo si se quieren obtener resultados óptimos.

Éstos son los verdaderos temas del debate, y en mi opinión, son más urgentes que el de la división del trabajo entre el UIT-T y el UIT-R, asunto que se ha estudiado con bastante profundidad en el pasado (y sobre el cual tuve experiencia directa y el placer de presidir un Grupo ad hoc en la Conferencia de Plenipotenciarios Adicional de 1992). Si los métodos de trabajo son coherentes en el UIT-T y el UIT-R es probable que sigan existiendo asociaciones lógicas, y la mayoría de nosotros podríamos enumerar las razones para que ello sea así. Sin embargo, si los resultados divergieran, la fuerzas naturales del mercado, a través de la presión ejercida por los Miembros de los Sectores, actuarían como correctivos. En realidad, esta situación dinámica es deseable, pues, al igual que la compartición del trabajo de normalización, hace recaer en el mercado la necesidad de gestionar mejor los productos no regulados.

De estas consideraciones se desprende la siguiente etapa: la transferencia de responsabilidad a los organismos y foros regionales, etc. Ya no tendrán un único lugar (el UIT-T), para el desarrollo de normas, al que acudir solicitando información y asesoramiento sobre todos los asuntos de normalización internacional, y de hecho pueden heredar parte de la carga de trabajo que les concierna y que ellos puedan realizar mejor.

Estos factores ayudarán a perfilar la futura orientación de los organismos regionales de telecomunicaciones y, por ejemplo, en la Región de Asia-Pacífico, donde presido el Programa de normalización ASTAP, en el que participan 29 países, asuntos de esta naturaleza forman parte de nuestros estudios y preparativos para el futuro.

Las importantes reformas que están teniendo lugar en el sector de las telecomunicaciones presentan varios aspectos interrelacionados. Las nuevas tecnologías posibilitan nuevos servicios que, a su vez, hacen posibles nuevas estructuras industriales. Por otra parte, las nuevas estructuras de regulación pueden estimular la aparición de nuevos servicios, que requieren nuevas tecnologías, nuevas normas de funcionamiento, y así sucesivamente. Cada uno de estos acontecimientos hace más clara la necesidad de un consenso mundial. La UIT es la única organización que puede compaginar todas estas cuestiones diferentes a escala mundial y, por consiguiente, el progreso de la reforma del sector potencia, en vez de reducir, la función múltiple de la UIT de:

Pregunta 3
Las recientes conferencias de la UIT han demostrado que las necesidades de las redes mundiales y los derechos soberanos nacionales llevan un rumbo de colisión. ¿Cómo se puede evitar el conflicto en el contexto de la UIT?

Como toda organización internacional basada en un tratado, la UIT se funda en el principio de que pueden obtenerse mayores beneficios a nivel nacional si todas las partes ejercen sus derechos soberanos para alcanzar el consenso y el compromiso en aras del máximo beneficio mutuo. Si bien la aparición de varias organizaciones de redes mundiales en competencia puede poner en tela de juicio algunos de los presupuestos en los que se basan actualmente los acuerdos de la UIT, los principios básicos siguen siendo los mismos. Las redes mundiales no pueden existir sin la cooperación de las redes nacionales.

Un ejemplo reciente de la eficacia de la UIT en tales asuntos fue la propiciación del Memorándum de Entendimiento sobre las GMPCS. A través de un proceso voluntario y colectivo, las operadoras que desarrollan redes mundiales han podido negociar con las operadoras de redes nacionales y las administraciones sobre la base del beneficio mutuo. La UIT podría ejercer esta función en otros ámbitos, como los principios de liquidación, los regímenes de interconexión y el desarrollo de una base sólida para un despliegue amplio y mundial de la conectividad IP.

La UIT ofrece las grandes ventajas que suponen un alcance y una influencia internacionales para las normas, junto con la seguridad y la confianza que han depositado en ella los países en desarrollo. Su papel puede ser fundamental en aquellos países en que los gobiernos mantienen un control estricto en todo lo referente a asuntos de normalización. Se trata de crear un delicado equilibrio, en el cual es esencial reconocer las necesidades y las aspiraciones de todos sus Miembros y el valor intrínseco de la colaboración. Estas relaciones intrínsecas y la interdependencia entre los Sectores de la UIT constituye su atractivo más sólido y su garantía de futuro.

A las operadoras de redes mundiales no les conviene la proliferación de normas diferentes en los distintos países y regiones del mundo, pues les impide aprovechar las ventajas de las economías de escala en productos y servicios. Por consiguiente, son partidarias de las normas internacionales. Pero, al mismo tiempo, es necesario respetar los derechos de soberanía nacional. Cuando se plantean opiniones divergentes, una organización como la UIT tiene la oportunidad de asumir el liderazgo, tanto en el ámbito generalizado de las políticas, como en el más particular de los problemas técnicos. Y si se trata de asuntos básicos de la competencia de la UIT, no puede haber mejor lugar para resolver las cuestiones. Sin embargo, es preciso demostrar que el resultado se puede proporcionar en el foro apropiado, ya sea el Foro de Política de la UIT o un foro de Sector, como el GANT.

Pregunta 4
Las demandas que se hacen a la organización aumentan con más rapidez que sus recursos financieros: la desregulación aumenta el número de actores que aparecen en escena y, a su vez, el número de Miembros de la UIT; por otra parte, las bases financieras de la organización están siendo erosionadas por la menor cuantía de las unidades contributivas que eligen los Miembros. Varias propuestas para reforzar la UIT, incluidas las opciones de recuperación de costos y generación de ingresos, han chocado con una fuerte oposición, al igual que la propuesta de dar a la industria un mayor margen de opinión en la asignación de los recursos y el establecimiento de las prioridades a cambio de una participación más importante en los gastos. ¿Cuál es el camino a seguir?

Un recurso muy importante en el proceso de elaboración de normas es el personal proporcionado con carácter voluntario por los Miembros de los Sectores y los Estados Miembros con el fin de crear normas. Sin él, nada es posible.

Desde esta perspectiva, la consolidación de la actividad de creación de normas en las competencias básicas del UIT-T mencionadas tendrá una gran repercusión en la demanda de recursos, tanto directamente para los contribuyentes, gracias a la reducción de la demanda de participación, como indirectamente, gracias a la reducción de la demanda de los servicios de apoyo del UIT-T. Entonces, los recursos se podrán canalizar hacia las prioridades acordadas, lo que redundará en beneficio de los donantes de recursos y de los participantes.

Y cuando se pueda volver a discutir la financiación directa quizás se logre paliar el efecto de las restricciones presupuestarias.

Si lo que se quiere es que la UIT siga siendo preeminente en la normalización mundial, debemos aplicar las prácticas óptimas y asegurarnos de que nuestros trabajos son los adecuados. Ello entraña que el personal del UIT-T esté motivado y comparta la misma visión del camino a seguir. Como Director de la TSB el desafío que deberé encarar es ofrecer al personal de la Oficina una visión convincente de futuro. Mi experiencia me permite dar fe de que el efecto multiplicador de la sinergia sólo se consigue mediante una verdadera labor de equipo. Creo que la estela que he dejado en puestos de dirección y los cargos de responsabilidad en la UIT habla por sí misma. No me atribuyo el mérito total de todos los éxitos, pues debo reconocer la dedicación y el entusiasmo de todos mis colaboradores, por ejemplo, los Vicepresidentes del GANT, los Presidentes de las Comisiones de Estudio y el personal de la Oficina. Me gusta delegar responsabilidades y considero que la oportunidad de desarrollo y expresión personales que acarrea es importantísima.

Con respecto a los presupuestos, si se quiere que la UIT conserve su preeminencia, hay que tomar medidas o indicadores concretos para asignar los recursos, conseguir una gestión responsable y difundir información en todos los niveles. Son los instrumentos habituales de gestión que entienden los Miembros de la UIT y los contribuyentes y que indican el rendimiento en función de los objetivos, como se hace en los ejercicios de planificación empresarial. Éstos son procedimientos normales en las organizaciones en que he trabajado.

Llevo tiempo aplicando los principios de gestión responsable, transparencia y elaboración cuidadosa de los presupuestos, por lo que las recomendaciones del UIT-2000 me son particularmente gratas. Y si estos principios se aceptan en Minneápolis, estaré encantado de trabajar en este marco.

La gestión responsable y la transparencia posibilitan el control necesario para que los recursos se conformen o adapten a las prioridades de la demanda.

Pregunta 5
Visto el amplio abanico de Miembros de la organización (vendedores, organizaciones científicas, proveedoras de servicio y radiodifusores de todos los países del planeta, tanto los más pobres como los más ricos), ¿cómo puede la organización satisfacer sus necesidades en pugna de manera rentable?

Con respecto a dar respuesta a las necesidades en pugna de los diversos miembros, un elemento clave preconizado por el UIT-T y que el GANT vigila desde su creación bajo mi presidencia, es la utilización de métodos de trabajo electrónicos. Éstos sirven para paliar el inconveniente de la distancia y hacen asequible la participación en el proceso de normalización, por ejemplo, a través de Grupos de Expertos, de Relator o temáticos. Además, agilizan la obtención de resultados, factor importantísimo para el mercado.

Los medios electrónicos permiten también el acceso inmediato a las bases de datos de la UIT y la entrega puntual de productos, como la documentación sobre las normas. Estas bases de datos son una poderosa central de información para satisfacer las necesidades de los Miembros de la UIT y de otras comunidades, desde los proveedores de las tecnologías y los servicios más avanzados hasta los consumidores en vías de desarrollo.

Si se confirma la tendencia a descentralizar cada vez más la elaboración de las normas, el acceso electrónico a los procesos y organizaciones que las generan ayudará enormemente a la transparencia, la apertura y la eliminación de barreras a la participación.

Unos principios aceptables de compartición del trabajo proporcionarán una base apropiada para decidir los asuntos que el UIT-T debe seguir estudiando conforme a las necesidades de los diversos miembros. Surgirán, así, más opciones para satisfacer las distintas necesidades.

La producción y la difusión de normas es una labor importante por sí misma. La capacidad productiva de la UIT responde bien a la diversidad de sus Miembros. Personalmente, estoy familiarizado con la gestión de la elaboración y difusión de las normas, pues soy miembro de la Junta de la Asociación australiana de normalización, que publica y distribuye las normas australianas.

La Asociación también es miembro de la ISO y la CEI, lo que me permite mantenerme al corriente de las iniciativas de estas organizaciones homólogas a nivel internacional, por ejemplo, los arreglos de compartición del trabajo concertados en el acuerdo de Dresden entre la CEI y el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC).

Para terminar, conviene señalar que, con bastante frecuencia, resulta económico contar con un solo foro para tratar diversos asuntos. Éste es, precisamente, el carácter del GANT, grupo en el que se encuentran muchos intereses y resuelven problemas interrelacionados. El GANT ha podido abordar cuestiones de relevancia para otros Sectores; por ejemplo, bajo mi presidencia se cursaron invitaciones al Director de la BDT para presentar las cuestiones del Sector de Desarrollo. Al finalizar mi mandato abogué por un futuro puesto de Vicepresidente del GANT dedicado a las cuestiones de desarrollo para que estén más presentes en el programa y la labor del Grupo.

Pregunta 6
El Plan Estratégico de la Unión 1995-1999 dice: "Actualmente, la UIT es sin duda una de las organizaciones internacionales menos conocidas, pese a que el desarrollo de las redes mundiales de telecomunicaciones resulta cada vez más esencial para el bienestar de la humanidad. Sus Miembros le han pedido que desempeñe un papel conductor en la comunidad internacional. Para hacerlo, la UIT debe comunicar su mensaje con más eficacia que en la actualidad, de modo que los gobiernos se percaten de la importancia de las telecomunicaciones para el desarrollo social y económico." ¿Qué medidas concretas tomaría para cumplir este objetivo, cuál será su programa de "comunicación"?

Articular y comunicar una visión de futuro es esencial para recabar apoyo y obtener el consenso. Se trata de la etapa final, pero crítica, de la formulación de una estrategia. Tengo considerable experiencia en lo que hace a la comunicación, como autor de unas 100 publicaciones y conferenciante en muchos países del mundo, y como representante de mi organización en las negociaciones con los ejecutivos del gobierno y la industria. La comunicación es un fenómeno doble, ya que la capacidad de expresarse requiere también la habilidad de escuchar.

Mi programa básico incluye, en un futuro inmediato, la elaboración de un proyecto para la CMNT-2000. En todo momento, mi enfoque será consultivo, y consta de tres etapas concurrentes:

En cuanto a las comunicaciones públicas, los objetivos importantes girarán en torno a la CMNT-2000. Es esencial garantizar la plena participación de los Miembros y hacer participar a todos los interesados en los preparativos de la CMNT, quizás mediante una campaña de invitaciones cuidadosamente planificada y dirigida a los públicos apropiados con la correspondiente publicidad en los medios de comunicación comerciales en diferentes idiomas. En particular, será necesario promover ampliamente las oportunidades de los Miembros de los Sectores y las organizaciones participantes tras las decisiones de Minneápolis. Dada la importancia que tiene el establecimiento de prioridades para el próximo periodo de estudios, esta labor de comunicación debería empezar a principios de 1999 para conseguir un máximo de credibilidad y participación en la CMNT-2000.

Como objetivo a más largo plazo, propongo buscar oportunidades innovadoras para realzar, ante los grupos industriales pertinentes, tanto las propias normas del Sector de Normalización como también, dado el carácter cada vez más fragmentado y diversificado de la industria de las telecomunicaciones, un programa dedicado a dar a conocer la amplia gama de servicios de la UIT relacionados con la normalización y promover una imagen de organización de servicios eficaces dedicada a atender las necesidades que se le plantean.

Pregunta 7
¿Cuáles serán sus tres prioridades para el periodo hasta la próxima Conferencia de Plenipotenciarios?

Pregunta 8
¿Desea comunicar algún otro mensaje?

Espero que este documento permita, al menos, una apreciación de mis objetivos al presentar mi candidatura a este puesto tan estimulante y crucial. Fundamentalmente, creo que tengo algo que aportar, dada mi experiencia y mis asociaciones. Tengo mis propias ideas sobre la estructura y las relaciones de trabajo de las que hace falta ocuparse, aunque aún no sepamos lo que se decidirá en Minneápolis.

Como miembro principal de la delegación de Australia a la Conferencia de Plenipotenciarios, les puedo asegurar, que tanto yo como mi delegación apoyaremos denodadamente la puesta en marcha y la continuación del proceso de reforma que traerá una UIT dinámica, atenta a las necesidades y que integra a sus grupos de intereses más importantes.

No me cabe duda de la sensatez de todos nuestros Miembros, quienes desean asegurar a la UIT el futuro más venturoso a través de las decisiones que se adopten. Si soy elegido, mi intención es dar vida a esas conclusiones e integrarlas en el mercado.

Sobre la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones se ejerce cada vez más presión para que resuelva cuestiones complejas en plazos cortos, lo que implica una necesidad constante de aumentar su capacidad para servir a los Miembros de la UIT.

En el puesto de Director de la TSB puedo aportar lo que creo que es una valiosa combinación de liderazgo y capacidades de gestión, obtenida en 27 años de experiencia en ingeniería de telecomunicaciones, gestión y asuntos de reglamentación.

He contribuido activamente a los procesos de la UIT durante varios años, entre ellos cuatro como Presidente del GANT.

En Australia, he desempeñado funciones ejecutivas en los procesos de reforma estructural y de reglamentación, así como en la administración y dirección de la principal organización estatal en materia de normalización de las telecomunicaciones.

También cuento con largos años de experiencia empresarial y técnica en la operadora de redes líder de la Región Asia-Pacífico -Telecom Australia-, en un entorno de investigación y gestión durante 14 años y después cuatro años importantes en el entorno empresarial, de los que destaco el puesto de Director de estrategia industrial, responsable de la industria fabril.

Supongo que la comunidad activa de la UIT me conoce bien por mis contribuciones positivas durante un largo periodo, y sé que, si se me elige, dirigiré la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones con excelencia y talante innovador, tanto en lo que respecta a la propia Oficina como a sus relaciones con el sector privado y los representantes de los gobiernos y del mundo en desarrollo.n

Producido por el Servicio de Prensa e Información Pública de la UIT

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