Intervención DEL
ECUADOR
Dr. Juan Carlos
SOLINES MORENO, Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones
Quiero iniciar agradeciendo, a nombre del
Ecuador, a nuestro anfitrión, Túnez, por la organización de la Cumbre
Mundial para la Sociedad de la Información y por la calidez de su gente.
Nuestro reconocimiento profundo a las Naciones Unidas que, bajo el liderazgo
visionario de su Secretario General Kofi Annan y el excelente trabajo de la
Unión Internacional de Telecomunicaciones, ha concluido un proceso
fundamental para et desarrollo futuro de nuestros pueblos.
Tengo el alto honor de representar al Dr. Alfredo Palacio
González, Presidente Constitucional del Ecuador, quien lamentablemente no
pudo estar presente en esta importante cita, a pesar de que es un devoto
convencido de que en la ciencia y la tecnología, no solo radican las claves
del avance y progreso científico, sino también las bases del desarrollo
social y económico de un nuevo paradigma de la humanidad: la Sociedad de la
Información y el Conocimiento.
Revisando las Metas de Desarrollo del Milenio, tan
mencionadas en esta Cumbre, parecería que su alcance se fundamenta en dos
aspectos principales: el primero, la decisión política de nuestros
gobernantes, y et segundo, la disponibilidad de recursos económicos.
Con respecto al primero, nuestros gobernantes deben creer
en la necesidad de alcanzar esas metas y deben ejercer un liderazgo claro,
convincente y sincero para que la mayoría de personas de nuestra sociedad
las hagan suyas. Esa decisión política, debe traducirse en planes,
proyectos, leyes, regulación y espacios de participación, que permitan el
diseño, adopción e implementación de políticas públicas modernas, eficaces y
solidarias.
Con esa premisa fundamental, el segundo aspecto referido
al financiamiento, debe sustentarse sobre una priorización del destino y uso
eficiente de los recursos económicos de los países, que en muchos casos son
escasos e insuficientes, junto con un efectivo y permanente proceso de
fortalecimiento de la economía, para que se cuente con un ambiente que
estimule la inversión productiva y los mercados de capital, y aliente la
búsqueda de nuevas alternativas para la generación de riqueza, a través del
conocimiento, los servicios y la innovación científica.
En los dos aspectos mencionados, las tecnologías de la
información y comunicación también tienen una doble función estratégica que
cumplir. Por un lado, facilitar sustancialmente et mejoramiento y eficiencia
de los procesos de los sectores público y privado, a través de mecanismos de
control, seguimiento de proyectos, medición de resultados, optimización en
el uso de recursos, acercamiento a sus clientes (ciudadanos). Por otro lado,
las TIC's han facilitado la difusión de la información y la comunicación
entre todos los actores sociales, eliminando las barreras de la distancia,
creando plataformas y herramientas para discusión y diálogo, que se
benefician de la ubicuidad del Internet, allanando el camino para el
establecimiento de mecanismos eficientes para la participación ciudadana,
para la rendición de cuentas de los elegidos a sus electores, para la
determinación de las preferencias de los consumidores, en definitiva para
convertir al individuo, al ser humano, en parte activa e integral de esa
Sociedad de la Información y el Conocimiento.
La democracia, conocida como el sistema más perfecto de
organización social y política hasta la fecha y sus instituciones,
encuentran en la emergente Sociedad de la Información un aliado fundamental,
porque ésta brinda el espacio virtual idóneo para que la participación de la
persona en el proceso político, económico, social y cultural se produzca de
manera plena y verdadera. Sin embargo, ese Ciberespacio, requiere de una
visa de entrada, todavía difícil de obtener para la mayoría de personas del
globo, la visa de la conectividad, el acceso y la capacitación en el uso
eficiente de las tecnologías. Esa visa, como muchas otras, demanda una
solvencia económica a los más pobres para poder acceder a los equipos y
servicios que son el pasaje de ida y vuelta al Ciberespacio.
La brecha digital no conspira solamente contra la
Sociedad de la Información y el Conocimiento, sino que atenta contra la
democracia misma, contra la esencia de la democracia del Siglo XXI.
Quien se hubiera imaginado que la Unión Internacional de
las Telecomunicaciones, organización eminentemente técnica, nos iba a
llevar, a través del proceso de la Cumbre, a pensar sobre la democracia.
Quien podía avizorar que los servidores raíz y los nombres de dominio nos
iban a exigir reflexionar sobre nuevos conceptos de soberanía y geopolítica,
Quien podía intuir que los protocolos de Internet y los códigos de programas
nos llevarían a discutir acerca de libertades individuales, derechos
fundamentales y acceso al conocimiento. Y es que la Sociedad de la
Información y el Conocimiento oculta, tras su cara tecnológica y científica,
una profunda revolución silenciosa que va a marcar el futuro del hombre en
este milenio.
El sueño de varios siglos puede convertirse en realidad.
Los resultados de esta Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
son un paso firme en esa dirección. Estos tres días de intervenciones
elocuentes, junto con los documentos que se suscriban, sintetizan el trabajo
de tres años. La Cumbre nos entrega herramientas muy útiles para afinar
nuestras estrategias locales, para consolidar nuestros planes regionales y
para construir nuevos espacios de diálogo y participación entre todos los
actores de la sociedad.
El Foro de Gobernanza de Internet proyecta estos
esfuerzos al futuro y abre nuevos caminos para la consolidación y progreso
de la aldea global, en un marco de participación, pluralidad y respeto a la
diversidad. La sociedad civil y el sector privado trabajando de cerca con
los Estados y las organizaciones internacionales, en un marco de
transparencia y democracia. El deber ser plasmado en los documentos de
Ginebra y Túnez.
El Ecuador ya ha iniciado su tarea. Buscamos una
consolidación del mercado de las telecomunicaciones y la tecnología, que se
constituya en el principal incentivo para la inversión en infraestructura y
la expansión de servicios, en un marco de seguridad jurídica, con regulación
clara, neutral y sensible a la dinámica de la evolución tecnológica.
Los Fondos de Solidaridad y las alianzas público-privadas
son la clave para llegar con conectividad a las zonas rurales y
urbano-marginales. El esfuerzo de la industria para desarrollar tecnologías
y equipos baratos y eficientes, complementan ese esfuerzo. Wi-fi, Wi-max,
CDMA-450, entre otras tecnologías, van a ayudar a que la tecnología llegue a
la mayoría de Ecuatorianos, venciendo las dificultades geográficas y la
ausencia de infraestructura de redes. Finalmente, el acceso eficiente y
barato al Internet queremos lograrlo a través de la complementación y uso
eficiente de las redes existentes, el desarrollo de NAP's locales y sub-regionales,
la compartición de la infraestructura y la salida nacional a los backbones
regionales.
La sociedad civil, a través de sus organizaciones, debe
hacer efectivos los mecanismos de participación en la adopción de políticas
públicas, seguir luchando por esquemas de apropiación social de las
tecnologías, trabajando por la consolidación de modelos de sostenibilidad de
telecentros comunitarios, promoviendo que de todos aquellos derechos y
libertades individuales sean considerados y respetados en las nuevas
interrelaciones sociales y los arreglos políticos y jurídicos derivados de
ellas. Pero ante todo, la sociedad en general, aquella de creciente número
de cibernautas, debe exigir que las nuevas tecnologías, incluyendo el
Internet, tengan sentido. Que su uso y aprovechamiento cumpla con un fin de
progreso y desarrollo. Para ello, se deben desarrollar aplicaciones y
plataformas que respondan a las necesidades y realidad de nuestro país, se
requieren contenidos locales relevantes y útiles. Iniciativas de gobierno
electrónico que generen valor público, hagan a la burocracia liviana y
eficiente, y faciliten el acercamiento del ciudadano al gobierno, programas
de tele salud que salven vidas en zonas desprotegidas y prevengan
enfermedades y muerte, ajustes al comercio electrónico que coloquen a los
pequeños, medianos y micro empresarios en una posición más conveniente y
rentable dentro de la cadena de valor del comercio, plataformas de educación
en línea que capaciten y lleven contenidos útiles a los ciudadanos que no
pueden acceder a un centro de aprendizaje, son los ejemplos de las
aplicaciones y usos que estamos empeñados en dar a la tecnologías de la
información y comunicación en el Ecuador.
Para lograrlo, necesitamos de recursos, talento humano,
tecnología base, investigación científica. Los recursos, concebidos como la
mejor inversión en el futuro, el talento humano concebido como el beneficio
que merecemos recibir por todo lo que hemos invertido en preparar a nuestros
estudiantes en las excelentes universidades y politécnicas del Ecuador,
tecnología base, concebida como la materia prima para generar nuevo
conocimiento e innovación tecnológica local, e investigación científica,
como el resultado de todo lo anterior.
En este sentido, el acceso a recursos propios y de
organismos internacionales, la erradicación de fuga de cerebros, la
transferencia de tecnología y la investigación científica, constituyen
elementos clave en el proceso de inclusión digital de los países
subdesarrollados.
El claro entendimiento de estos conceptos contribuirá
decididamente para que esta revolución silenciosa acelere su victoriosa
marcha y la Sociedad de la Información y Conocimiento, abierta e incluyente,
cumpla con su rol histórico fundamental de transformar/consolidar la
democracia y darle un sentido a la globalización.
La Sociedad de la Información y el Conocimiento quizás
sea el último espacio, la última oportunidad, para los países de la
periferia para dar el salto al desarrollo, para alcanzar un mundo más justo,
para cumplir con las tan anheladas Metas de Desarrollo del Milenio. |
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