Intervención De S.
E. Sr. Ignacio González Planas,
Ministro de la
Informática y las Comunicaciones de la República de Cuba
Túnez, 16 de Noviembre de
2005
Señor Presidente:
Las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones, lejos de convertirse en un instrumento para avanzar hacia un
mundo justo y un desarrollo más armónico y equitativo, han contribuido a
profundizar las desigualdades e injusticias y constituyen un obstáculo
adicional para el progreso de los países pobres.
El prometedor escenario tecnológico que se augura, está
marcado por el injusto orden económico internacional existente y por el
carácter neoliberal del actual proceso de globalización, convirtiendo en
privilegio de unos pocos países, extraordinarias conquistas de la
inteligencia del hombre.
Unos pocos ejemplos confirman estas realidades:
• Estados Unidos y Canadá tienen 74 computadoras
y 60 líneas de teléfono fijas por cada 100 habitantes, En África hay
1,76 computadoras y 3,09 líneas fijas, por igual cantidad de
personas.
• Solo el 15 % de los 6 mil millones habitantes
del planeta acceden a Internet. De ellos, el 51,9 % corresponden a
EEUU, Canadá y Europa, y solo un 2,5% a África.
• Más de la mitad de la población del planeta no
tiene acceso al teléfono, inventado hace ya más de un siglo. El 40 %
de las líneas telefónicas están en solo 23 países desarrollados,
donde vive menos del 15 % de
la población mundial,
• Más del 50% de los clientes del servicio
celular y de los servidores de Internet están en países
desarrollados.
Sin la democratización real del acceso al desarrollo
tecnológico, todas las predicciones de una nueva economía global, basada en
la informática y las comunicaciones y el tránsito hacia la llamada "Sociedad
de la Información", seguirán siendo un imposible para la inmensa mayoría de
la humanidad.
Cuba, país bloqueado y sin grandes recursos financieros,
muestra hoy un camino hacia el acceso amplio de su población a las nuevas
tecnologías. La prioridad dada al uso social y colectivo de las tecnologías
de la informática y las comunicaciones, ha posibilitado que:
• Todos los niños y adolescentes del país, desde
el preescolar, reciban en sus escuelas la enseñanza de la
computación y el acceso a dos canales nacionales de televisión
dedicados exclusivamente a la Educación.
Las Universidades se hayan extendido a todos los
municipios del país, con el uso de la computación y los medios
audiovisuales como herramientas esenciales del aprendizaje.
• El Movimiento de los Joven Club de Computación,
red de instalaciones comunitarias donde se accede gratuitamente a la
enseñanza de la computación, haya duplicado sus instalaciones desde
la Cumbre de Ginebra para disponer de 600 centros, capacitando en 18
años a más de 770 mil cubanos.
• A través del método cubano de Alfabetización
"Yo. si puedo", basado en el uso de la televisión y el video, se ha
logrado sacar de la ignorancia a un millón y medio de venezolanos y
convertir a esa nación en el segundo territorio libre de
analfabetismo en América. Otros 10 países aplican con éxito a
diferentes escalas esta revolucionaria fórmula de enseñanza.
• Los médicos cubanos que prestan sus servicios
en más de 60 países del mundo, utilizan la informática coma esencial
elemento para obtener grados científicos y a la vez desarrollar la
labor de profesores universitarios en la formación de nuevos
estudiantes de medicina desde sus propios consultorios ubicados en
los más humildes y remotos sitios de esas naciones.
Cuba comparte la opinión de la gran mayoría de los países
aquí representados, de que Internet no debe continuar bajo la administración
de Estados Unidos. Es preciso organizar una nueva institucionalidad
multilateral y democrática, que administre la red de redes, y a la vez
regule y promueva la cooperación internacional, la transferencia de recursos
financieros y tecnológicos, y el intercambio con igualdad de posibilidades
para todas las naciones en materia de las nuevos tecnologías de la
información y las comunicaciones. La Declaración y el Plan de Acción de esta
Cumbre deberían dar claro este concepto.
Cuba considera que debe detenerse además la manipulación
mediática por parte de los países ricos, que intentan imponer el pensamiento
único y los patrones del norte opulento, sobre el sur subdesarrollado. Es
necesario revelar las verdades y la riqueza cultural de ese otro mundo que
no está en los medios, de los miles de millones que no gozan de Internet,
que no conocen el teléfono, o ni siquiera pueden ver las imágenes de la
televisión o escuchar la radio.
Deben cesar las medidas unilaterales y arbitrarias
violatorias del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas,
contra países como Cuba, que resiste el más colosal y brutal bloqueo de la
historia, condenado hace solo unos días en la Asamblea General de la ONU por
182 países, el cual obstaculiza sin razón nuestro acceso a las nuevas
tecnologías.
Debe cesar también la agresión sistemática por parte del
Gobierno de los EEUU a nuestro espacio radioeléctrico, en clara, grosera y
constante violación de las normas y procedimientos de la Unión Internacional
de Telecomunicaciones.
Debe abrirse paso la verdad frente a la pretensión de
silenciar el injusto encarcelamiento de 5 jóvenes cubanos, por luchar contra
los grupos terroristas que desde el territorio de los EEUU, con total
impunidad, agreden. a nuestro país.
Señor Presidente:
Transitar hacia la llamada "Sociedad de la Información"
requiere ante todo, un mundo libre del hambre, la incultura, la
insalubridad, la discriminación y la exclusión. Los hambrientos, los
enfermos, los analfabetos, los excluidos, nunca podrán entender el uso de
las nuevas tecnologías. Queremos un mundo donde los beneficios de la ciencia
y la técnica sean verdaderos instrumentos del progreso para todos los
habitantes del planeta.
En nuestro país, continuaremos trabajando con una
estrategia basada en los principios sobre los que se fundamenta el
desarrollo de nuestra economía y nuestra sociedad; privilegiar el uso social
y colectivo de las nuevas tecnologías, significa para Cuba, potenciar su uso
en la educación, en la salud pública, en la ciencia, en la cultura, en la
economía, en el gobierno y en los servicios a la población, con soluciones
racionales y prácticas. Esta experiencia, aún modesta e incipiente, está a
disposición de todos.
La voluntad política de la Revolución Cubana y la clara
visión del compañero Fidel Castro, promotor incansable del uso de las nuevas
tecnologías, han sido factores determinantes para que nuestro país, pequeño,
pobre y asediado, pueda trabajar en ambiciosas metas, como parte de una
Batalla de Ideas, que concede toda la prioridad al desarrollo pleno del ser
humano.
Los cubanos que somos revolucionarios y optimistas,
soñamos, trabajamos y luchamos, por un nuevo orden económico mundial, por la
justicia y la igualdad para todos, porque las nuevas tecnologías contribuyan
a promover valores del ser humano, la formación de las nuevas generaciones y
el desarrollo de una sociedad justa y solidaria, que permitan el avance de
nuestros pueblos hacia ese mundo mejor que soñamos.
Muchas gracias.
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