Y después de la CMSI ... la construcción de una sociedad
global de la información
Yoshio UTSUMI
Secretario General de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
Secretario General de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
La revolución digital de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) ha incidido radicalmente en la forma en que
nos comportamos e interactuamos, y seguirá desempeñando un papel fundamental en
la construcción de nuestro futuro.
Desafortunadamente no se ha tenido un acceso equitativo
a los beneficios de las TIC, ya sea entre países o en el interior de éstos,
entre zonas urbanas y rurales, entre ricos y pobres, entre instruidos y
analfabetos o entre hombres y mujeres. Hoy en día es urgente acabar con las
desigualdades del pasado, y por ello muchos de los actores principales de las
TIC en el mundo están tomando medidas para cerrar esta brecha de la información
y del conocimiento y hacer llegar a todos los beneficios de las TIC.
En respuesta a estos desafíos de nuestro tiempo, la
Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que ha coordinado las
telecomunicaciones mundiales los últimos 140 años, está una vez más abriendo un
nuevo camino al asentar las bases de una sociedad de la información global que
tiene como meta ofrecer un acceso universal y equitativo a la información y al
conocimiento mediante una amplia utilización de las tecnologías de la
información y la comunicación.
La construcción de la sociedad de la información no
trata sólo sobre la tecnología, sino también sobre lo que se puede lograr con
estas tecnologías. La sociedad de la información trata sobre las personas y sus
necesidades más urgentes. Trata sobre la erradicación de la miseria, de la
pobreza, el hambre y las dificultades ocasionadas por la destrucción de nuestro
entorno. Trata sobre la forma de dejar un mundo saludable a las futuras
generaciones. Trata sobre el aumento de las capacidades de nuestros hijos y
trata sobre la manera de escuchar a aquellos que han estado sumidos en el
silencio durante demasiado tiempo.
Por mandato de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, la UIT asumió en 2002 el liderazgo en la organización de la Cumbre
Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI). La primera fase de esta
Cumbre de alto nivel finalizó en Ginebra en diciembre de 2003 con el acuerdo por
parte de los líderes mundiales de más de 175 países, incluidos unos 50 Jefes de
Estado y de Gobierno y Vicepresidentes, sobre una visión común de la sociedad de
la información y la elaboración de un Plan de Acción concreto para llevarlo a la
práctica.
El compromiso específico de la CMSI consiste en
"construir una sociedad de la información centrada en la persona, integradora y
orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y
compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las
comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la
promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida".
Estos objetivos de la CMSI también se ratificaron en una de las mayores
reuniones de líderes mundiales durante la Cumbre de las Naciones Unidas de
septiembre de 2005.
Como caso extraordinario en la historia de las cumbres
mundiales, la CMSI se concibió en dos fases y con un mecanismo integrado de
seguimiento ideado para conservar el impulso y garantizar que se logren los
objetivos y principios adoptados en la primera fase. La Cumbre de Túnez, del 16
al 18 de noviembre de 2005, pretende reforzar los compromisos adquiridos en
Ginebra y marcar el rumbo futuro de la sociedad de la información mediante el
análisis de los detalles operativos. Los propósitos se han enfocado en
garantizar el acceso mundial a las TIC y en la concepción de estrategias para la
utilización de las TIC a fin de alcanzar los objetivos de desarrollo consagrados
en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas. Se han abordado temas
políticos complicados sobre el gobierno de Internet y los mecanismos financieros
para reducir la brecha digital, así como sobre la aplicación y el seguimiento de
las medidas tomadas una vez concluida la Cumbre de Túnez.
Cumbre de soluciones
La información tiene la capacidad de disipar la ignorancia y de facultar a las
personas para que alcancen sus aspiraciones personales. Tiene también el poder
de establecer vínculos entre comunidades a escala mundial y de difundir los
ideales comunes de paz y tolerancia, de crecimiento y desarrollo. Las TIC son
herramientas cada vez más importantes que catalizan el desarrollo social y
económico. Como resultado de ello, la CMSI ha sido reconocida mundialmente como
la Cumbre de soluciones.
Las metas proyectadas para las TIC en 2015 incluyen
conectar todas las aldeas a nivel mundial y propiciar la utilización de las TIC
en todas las universidades, escuelas superiores, escuelas secundarias y
primarias, centros científicos y de investigación, bibliotecas públicas, centros
culturales, museos, oficinas de correos y archivos, centros sanitarios y
hospitales. También deberían conectarse y poseer sus propias direcciones en la
Red y direcciones de correo electrónico los departamentos de gobierno locales y
centrales. Para ese mismo año, todos los programas de estudio de enseñanza
primaria y secundaria deben haber incorporado las TIC a fin de que los jóvenes
de todo el mundo estén preparados para afrontar los desafíos futuros de la
sociedad de la información.
Mirando hacia adelante
Los éxitos logrados en la Cumbre han dado el impulso necesario para poder tratar
con eficacia muchos temas globales urgentes, en particular la mejora de las TIC
en aras del desarrollo. La CMSI fue la primera en utilizar una estrategia
integradora de múltiples partes interesadas con la participación efectiva no
sólo de los gobiernos, sino de la sociedad civil y el sector comercial así como
de otros organismos del sistema de Naciones Unidas. Parece ahora evidente que
todas las partes interesadas de la sociedad de la información tendrán que volver
a unir sus recursos para construir en los cimientos colocados por la CMSI.
Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio consiste
en fomentar asociaciones para que todo el mundo se pueda aprovechar de los
beneficios que aportan las TIC. Ciñéndose a este objetivo, la UIT lanzó la
iniciativa Conectar el Mundo que une las mentes y los recursos más innovadores
con la participación de expertos de gobiernos, de empresas, de la sociedad civil
y de los organismos internacionales. Ellos han manifestado su compromiso de
utilizar la tecnología y otros recursos para contribuir a que las personas se
comuniquen, de fomentar el flujo de información y de conocimiento y de acelerar
el ritmo del desarrollo. Con esta iniciativa la UIT se convierte en punta de
lanza en el compromiso de transformar las visiones en realidad, y de convertir
la brecha digital en oportunidades digitales para promover la paz, el desarrollo
sostenible, la democracia, la transparencia y el buen gobierno.
La UIT, con su vasta experiencia en la creación de
marcos técnicos y reglamentarios y de normas que permiten que el mundo se pueda
comunicar, está comprometida con el suministro de las herramientas y de los
conocimientos especializados necesarios para aplicar el Plan de Acción de la
CMSI, con la participación coordinada de todos los actores. Las restricciones
que se presentan en estos tiempos algo difíciles indican que preparar el camino
que sigue va a ser una tarea ardua y que, por lo tanto, será crucial utilizar
los recursos existentes de la manera más eficiente posible, evitando el
despilfarro que supone la duplicación de esfuerzos. Tras recibir de los Miembros
del Consejo el mandato de construir el marco de la CMSI, la UIT está lista para
asumir el reto.
Los retos que hay que afrontar poseen muchas facetas.
Estos retos incluyen buscar formas para mejorar los acuerdos vigentes de
coordinación internacional sobre Internet sin detrimento de la estabilidad y
fiabilidad de la red, buscar formas de ofrecer un acceso al alcance de todos sin
poner en riesgo los mecanismos financieros existentes que han resultado ser
efectivos y buscar formas de garantizar la seguridad de la red y de la
información sin afectar los derechos humanos ni el derecho a la privacidad de
las personas, entre otras cosas. Es evidente que estos retos implicarán un nuevo
compromiso de trabajar conjuntamente si queremos obtener todos los beneficios
que reporta la sociedad de la información. Para mirar hacia adelante, después de
la reunión de Túnez, debemos recordar que poder garantizar que los frutos de las
poderosas herramientas actuales basadas en el conocimiento quedan al alcance de
las personas que subsisten aún en las economías más pobres, será la verdadera
prueba de fuego de una sociedad de la información comprometida, equitativa y
revestida de autoridad. La comunicación y la información deben estar libre y
fácilmente al alcance de toda la humanidad y no sólo al alcance de unos pocos
privilegiados.
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