De qué manera los procesos y reglamentos de la UIT han
contribuido a configurar el moderno mundo de las radiocomunicaciones
Por Valery Timofeev
El siglo del progreso
Los primeros experimentos con transmisiones radioeléctricas se
realizaron a finales del siglo XIX. En mayo de 1895 el profesor ruso Alexander
Popov, notificó haber enviado y recibido una señal inalámbrica a una distancia
de unos 600 metros. Ese mismo año, Guglielmo Marconi logró trasmitir y recibir
señales radioeléctricas desde el domicilio de sus padres en Italia. Dos años más
tarde, Popov instaló su equipo inalámbrico en una estación terrestre en
Kronstadt y en el crucero de la armada rusa “Africa” para comunicar del mar a la
costa. Marconi es conocido por haber enviado la primera señal radioeléctrica
transatlántica desde el suroeste de Inglaterra hasta Terranova en 1901.
Muy pronto se extendió la utilización de la radiotelegrafía y se
empezaron a desarrollar rápidamente sus diversas aplicaciones. Por ejemplo, se
demostró el interés de las señales inalámbricas para las llamadas de socorro
desde barcos. A principios del siglo XX ya se habían instalado equipos
inalámbricos en varios buques transatlánticos.
Como consecuencia de ello, en 1906 la primera Conferencia
Radiotelegráfica Internacional reunió a 29 Estados marítimos en Berlín para
firmar el Convenio Radiotelegráfico Internacional, en el que se establece
el principio de la intercomunicación obligatoria entre tierra y los barcos en
alta mar. En el anexo a dicho Convenio figuraba el primer reglamento de la
telegrafía inalámbrica. Desde entonces, dicho reglamento se ha ampliado y
revisado en varias conferencias de radiocomunicaciones y en la actualidad se
conoce como Reglamento de Radiocomunicaciones. Casualmente, fue también en
1906 que el canadiense Reginald Fessenden efectuó la primera radiodifusión de
voz humana (véase la edición de Actualidades de la UIT de diciembre de
2005).
Marconi Corporation |
La estación inalámbrica de Poldhu en 1901 envió su primera
señal transatlántica a Signal Hill, Terranova, gracias a su antena en forma de
abanico |
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Marconi Corporation |
Primeras experiencias a bordo del Elettra |
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Un siglo después estamos viviendo otro desarrollo espectacular
de la utilización de las comunicaciones inalámbricas. Las soluciones
tecnológicas innovadoras que utilizan transmisiones radioeléctricas están
sentando las bases de un verdadero mundo inalámbrico. Las
radiocomunicaciones se han vuelto omnipresentes en nuestras vidas, desde los
dispositivos personales como los teléfonos móviles, los relojes
radiocontrolados, los auriculares inalámbricos hasta los equipos de
interconexión de redes de uso doméstico o de oficina, los sistemas de
posicionamiento radioeléctrico para la navegación, los sistemas de transporte
inteligentes (por ejemplo, los sistemas de control de peaje y los sistemas de
prevención de colisiones), la teledifusión por radio y televisión, los sistemas
de comunicaciones de emergencia y de alerta en caso de desastres. Asimismo
estamos observando el desarrollo de nuevas tecnologías tan importantes como la
identificación por frecuencias radioeléctricas (RFID) que, por ejemplo, utilizan
rótulos que pueden adherirse a prácticamente cualquier objeto y que informan
sobre su paradero.
Un ejemplo llamativo de la revolución inalámbrica es el
increíble crecimiento de las comunicaciones móviles desde que se instaló el
servicio por primera vez. En 1990 sólo existían aproximadamente 11 millones de
abonados móviles en todo el mundo. Esta cifra se elevó a más 300 millones a
finales de 1998, y a finales de 2004 se disparó hasta 1.750 millones, según las
estadísticas de la UIT (véase la Figura 1).
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Las radiocomunicaciones se han vuelto omnipresentes en nuestras
vidas, ya sea para escuchar las noticias, hacer llamadas telefónicas o conectar
casa y oficina a la red con aparatos inalámbricos de última generación.
También son un elemento primordial de las comunicaciones de emergencia y de los
sistemas de navegación y de transporte inteligente |
Estamos presenciando la implantación total de los sistemas
móviles de tercera generación (3G), basados en las normas IMT-2000 de la UIT.
Según datos proporcionados por el sector industrial, más de 250 millones de
usuarios se están beneficiando de los servicios de las IMT-2000, y esa cifra
podría ascender hasta 1.000 millones al finalizar el presente decenio. La
Conferencia Administrativa Mundial de Radiocomunicaciones de 1992 (CAMR-92)
estableció el marco para el desarrollo de la tercera generación; entre otras
disposiciones reglamentarias, se determinaron a nivel mundial las bandas del
espectro de frecuencias radioeléctricas que utilizarán los distintos países
cuando instalen sistemas IMT-2000.
La dimensión internacional
Para funcionar correctamente, todos los sistemas de
radiocomunicaciones utilizan frecuencias radioeléctricas adecuadas. Ahora bien,
las ondas se propagan según las leyes de la física y las frecuencias
radioeléctricas no respetan las fronteras nacionales. En ocasiones esto es
consecuencia de una acción voluntaria a fin de prestar servicios de
radiocomunicaciones internacionales, por ejemplo, en el caso de los sistemas
satelitales y de radiodifusión de alta frecuencia, o de las comunicaciones
aeronáuticas y marítimas. Para acompañar la evolución de las tecnologías radioeléctricas, la comunidad internacional ha creado estructuras para coordinar
las actividades relativas a la utilización del espectro y la prevención de
interferencias radioeléctricas.
Figura 1 — Crecimiento de las comunicaciones móviles
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Fuente: Indicadores de Telecomunicaciones Mundiales
de la UIT, 2005. |
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En la primera Conferencia Radiotelegráfica (Berlín, 1906)
se estableció el Cuadro internacional de atribución de bandas de frecuencias,
por el que se asignan frecuencias entre 500 y 1.000 kHz para uso público en el
servicio marítimo, una banda de frecuencias (inferior a 188 kHz) para las
comunicaciones de larga distancia desde estaciones costeras, y otra banda
(188–500 kHz) para estaciones militares y navales inaccesibles para el público.
Con el fin de facilitar y reforzar esta cooperación internacional se crearon
estructuras y procedimientos de organización.
En 1927, en la Conferencia Radiotelegráfica de Washington se
estableció el Comité Consultivo Internacional de Radiocomunicaciones
(CCIR) para el estudio de problemas técnicos relativos a las radiocomunicaciones. En 1932 la Conferencia de Plenipotenciarios de Madrid decidió
modificar el nombre de la Unión Telegráfica Internacional y sustituirlo
por el de Unión Internacional de Telecomunicaciones, y decidió asimismo
que la UIT se rigiera por un único Convenio Internacional de
Telecomunicaciones, complementado por el Reglamento Telegráfico, el
Reglamento Telefónico y el Reglamento de Radiocomunicaciones. La nueva
denominación que entró en vigor el 1 de enero de 1934 debía reflejar mejor todo
el alcance de las actividades de la Unión, que para entonces abarcaban todas las
formas de comunicación alámbrica e inalámbrica.
Los resultados de la Conferencia de Madrid tuvieron varios
efectos en las radiocomunicaciones. Uno de ellos consistió en la división del
mundo en dos regiones (Europa y las demás regiones) a los efectos de la
atribución de frecuencias. El segundo efecto fue el establecimiento de dos
cuadros técnicos, uno para las tolerancias de frecuencias y el otro para las
anchuras de banda de emisión aceptables, y el tercero consistió en establecer
normas para el registro de nuevas estaciones.
El objetivo de la Conferencia de Plenipotenciarios que se
celebró en 1947 en Atlantic City (Estados Unidos) fue desarrollar y modernizar
la UIT. En virtud de un Acuerdo firmado con las Naciones Unidas, la UIT se
convirtió en un organismo especializado de Naciones Unidas el 15 de octubre de
1947, y estableció su Sede en Ginebra. Desde entonces la UIT ha continuado
desempeñando una función de vital importancia en la gestión general del espectro
de frecuencias radioeléctricas y sus actividades han tenido notables
repercusiones en la gestión nacional del espectro.
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Figura 2 — El proceso de la CMR
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El proceso de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones
(CMR)
El espectacular aumento de la demanda de atribución de
frecuencias registrado desde 1940 causó una grave congestión en las bandas de
frecuencias inferiores y se empezó a explorar seriamente la utilización de las
bandas de frecuencias superiores. Ya en 1979 se reconoció la necesidad de
obtener frecuencias adicionales. Por consiguiente, la Conferencia
Administrativa Mundial de Radiocomunicaciones de 1979 (CAMR-79) revisó
minuciosamente el Cuadro de atribución de bandas de frecuencias de la UIT,
lo que dio lugar a un maratón diplomático que se prolongó durante más de tres
meses con el objeto de estimular el desarrollo de las bandas de frecuencias
superiores, especialmente las que se encuentran por encima de 20 GHz entre otras
cosas.
Desde la CAMR-79, habida cuenta de la enorme demanda de
espectro, se han revisado y actualizado casi constantemente el Reglamento
de Radiocomunicaciones y, en particular, el Cuadro de atribución de
bandas de frecuencias de la UIT a fin de seguir el ritmo de la rápida
expansión de los sistemas existentes y de las nuevas tecnologías inalámbricas
avanzadas que necesitan una gran cantidad de espectro. Las Conferencias
Mundiales de Radiocomunicaciones de la UIT (CMR) se sitúan en el centro de
este proceso de actualización, que constituye el punto de partida para una
gestión nacional del espectro (véase la Figura 2).
En los años 80 surgió la preocupación por garantizar un acceso
equitativo a los recursos de espectro y de órbita, debido, en particular, a las
necesidades desiguales de los países desarrollados y los países en desarrollo en
función del volumen de recursos y del acceso oportuno a los mismos. Por
consiguiente, el principio de planificación apriorística de recursos de espectro
y de órbita fue incorporado a la UIT en una serie de conferencias de
planificación celebradas durante esa década y en las que se abordaron
principalmente los servicios de radiocomunicación espacial.
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Valery Timofeev, Director de la Oficina de Radio-comunicaciones de la
UIT |
De conformidad con la Constitución, la UIT se encarga de la
atribución de espectro y del registro de asignaciones de frecuencias, de las
posiciones orbitales y otros parámetros de los satélites “a fin de evitar toda
interferencia perjudicial entre las estaciones de radiocomunicación de los
distintos países”. Por lo tanto, el sistema de gestión internacional del
espectro se basa en los procedimientos reglamentarios de notificación,
coordinación y registro de frecuencias. Es una función esencial que ofrece a las
administraciones la garantía de que sus servicios son reconocidos
internacionalmente y están coordinados con los servicios de otras
administraciones.
Conozca las Conferencias Mundiales de Radiocomunicaciones
La próxima Conferencia
British Telecom |
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Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2007
(CMR-07)
(Ginebra, 15 de octubre–9 de noviembre de 2007)
Esta Conferencia examinará aproximadamente 30 puntos
del orden del día, que abarcan casi todos los servicios de radiocomunicaciones
terrestres y espaciales. Entre los temas de debate de la Conferencia figuran
numerosas aplicaciones, como las telecomunicaciones móviles internacionales de
tercera generación (IMT-2000) y sistemas posteriores a las IMT-2000, las
estaciones en plataformas a gran altitud (HAPS), la radiodifusión por altas
frecuencias y las de los sistemas mundiales de socorro y seguridad marítimos (SMSSM).
Logros notables entre 1995 y 2003
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Siemens |
Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2003 (CMR-03)
(Ginebra, 9 de junio–4 de julio de 2003)
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Se atribuyeron nuevas frecuencias a los
servicios móviles en las bandas 5.150–5.350 MHz y 5.470–5.725 MHz para sistemas
de acceso inalámbrico, incluidas las redes radioeléctricas de área local (RLAN).
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La UIT reafirmó su apoyo a que prosiga la
instalación de comunicaciones móviles inalámbricas, al reconocer la necesidad
de proporcionar una visión mundial para la futura evolución de los sistemas
IMT-2000 y sistemas posteriores a las IMT-2000, entre los que cabe mencionar los
sistemas de 3G y sus mejoras, así como los sistemas de WLAN, de conectividad
de corto alcance y de radiodifusión. A raíz de su compromiso, la UIT está
realizando estudios técnicos y operacionales a fin de elaborar Recomendaciones
para el futuro desarrollo de estos sistemas. En estos estudios se tendrán en
cuenta las necesidades particulares de los países en desarrollo, entre otras
cosas la utilización del componente satelital de las IMT-2000 para lograr una
cobertura satisfactoria en esos países.
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Se aprobó una Resolución que sienta las bases
para la instalación de nuevas tecnologías para aplicaciones de comunicaciones
de banda amplia y banda ancha para la protección del público y el socorro en
casos de desastre. En la Resolución se enumeran bandas y gamas de frecuencia
específicas, que la Conferencia identificó para su utilización en cada región a
fin de ofrecer soluciones avanzadas en materia de protección del público y
socorro en casos de desastre. En dicha Resolución se recomienda encarecidamente
que los países utilicen lo máximo posible esas bandas armonizadas regionalmente.
Una de las ventajas de la armonización del espectro es el mayor potencial para
el interfuncionamiento en casos de desastre o emergencia (véase artículo
Radiocomunicaciones para protección pública y operaciones de
socorro).
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Asimismo se aprobó una nueva Resolución sobre
la utilización de la banda 108–117,975 MHz por servicios aeronáuticos, en la
que se reconoce la necesidad de que la comunidad aeronáutica preste servicios
adicionales a fin de mejorar los sistemas de navegación y vigilancia, así como
el acceso de los pasajeros a los servicios de correo electrónico y de internet
mediante enlaces de telecomunicación de datos. Esta Resolución también toma en
consideración la necesidad de que la comunidad de la radiodifusión preste
servicios de radiodifusión sonora digital terrenal.
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Sony
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Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2000 (CMR-2000)
(Estambul, 8 de mayo–2 de junio de 2000)
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Los resultados de esta Conferencia han
permitido a la industria desarrollar e instalar una gran cantidad de nuevos y
sofisticados sistemas de comunicación radioeléctricos. La Conferencia fue
aclamada porque se abordaron satisfactoriamente cuestiones cada vez más
complejas, en particular, la manera de compartir el espectro de radiofrecuencias
(un recurso limitado) ante el rápido aumento de los sistemas radioeléctricos en
todo el mundo.
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Se logró un acuerdo relativo al espectro
adicional para las IMT-2000, dando efectivamente luz verde a la industria de
sistemas móviles en todo el mundo para que se instalen redes y servicios de
tercera generación. Mediante esa decisión se establecieron tres bandas comunes
en todo el mundo para los países que desearan poner en marcha el componente
terrenal de las IMT-2000.
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Se adoptó un nuevo plan de radiodifusión por
satélite para Europa, África y Asia-Pacífico que permitiera la distribución de
señales directas de radiodifusión de televisión por satélite a una base de
clientes cada vez más amplia.
Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 1997 (CMR-97)
(Ginebra, 27 de octubre–21 de noviembre de 1997)
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Hay que señalar la replanificación del servicio de
radiodifusión por satélite, que estaba experimentando un rápido crecimiento
en todo el mundo para la transmisión de señales de televisión directamente a
los usuarios.
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Asimismo, se logró un acuerdo entre los operadores de nuevos
servicios móviles por satélite, que sentó las bases para el desarrollo de
nuevos sistemas mundiales de radiodifusión por satélite con los que se
pudieran distribuir aplicaciones de internet y multimedios a los hogares y
empresas de todo el mundo.
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ESA |
Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 1995 (CMR-95)
(Ginebra, 23–octubre a 17 de noviembre de 1995)
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Se atribuyó espectro adicional al servicio
móvil por satélite (SMS) para los sistemas de pequeño LEO (que funcionan por
debajo de 1 GHz). Estos sistemas servirían para prestar servicios móviles de
datos.
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El debate relativo a la aprobación de sistemas
de servicios fijos por satélite en órbita no geoestacionaria, como el
“Teledesic”, culminó en el acuerdo de atribuir al sistema 400 MHz de espectro en
las bandas de 19 GHz y 29 GHz. Se consideró que las decisiones sobre el
Teledesic podrían tener enormes repercusiones en el desarrollo de nuevos
sistemas de fibra en el cielo “fibre-in-the-sky”.
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