¿Le molesta su teléfono?
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Este nuevo teléfono móvil tiene funciones muy simples y es fácil de utilizar.
Los tres botones de la parte superior permiten marcar instantáneamente tres números
de teléfono preseleccionados, y los dos grandes botones justo debajo sirven para
“llamar” y “colgar”. Debajo del teclado se encuentran simples indicadores de potencia
(a la derecha) y un conmutador para encender y apagar |
Kyocera Corporation |
Es indudable que hay una fuerte demanda mundial de teléfonos móviles, pero ¿son
siempre fáciles de utilizar? Los aparatos, cada vez más pequeños, tienen un sinnúmero
de funciones y se han de seguir etapas cada vez más complejas para, sin ir más lejos,
encontrar una dirección de correo electrónico o enviar un mensaje con fotografía
adjunta. Según el estudio anual Lemelson-MIT Invention Index realizado en 2004 en
Estados Unidos por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), uno de cada tres
adultos dice que es el invento que más odia pero del que no puede prescindir, justo
delante del despertador y de la televisión. “Los teléfonos celulares han sido claramente
beneficiosos porque han aumentado la productividad laboral y permiten conectarse
con la familia y los amigos”, dice Merton Flemings, Director del Lemelson-MIT Program,
organización no lucrativa que celebra a inventores e inventos. “Ahora bien, los
resultados del Invertion Index muestran que las ventajas de los inventos pueden
tener un coste social”.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) aborda la cuestión de la
“usabilidad” de la tecnología en sus Normas ISO 9241-11 e ISO 13407, en las cuales
se estipula que “el diseño destinado al ser humano se caracteriza por la participación
activa de los usuarios y una clara comprensión de las necesidades de los usuarios
y de las tareas (así como) una distribución apropiada de las funciones entre los
usuarios y la tecnología”. En lo que respecta a los teléfonos móviles, los japoneses
han solucionado este problema creando teléfonos de muy fácil utilización. En septiembre
de 2005, el operador KDDI anunció la comercialización de “teléfonos celulares simples”.
Uno de los modelos (fabricado por la Japan’s Kyocera Corporation) ofrece únicamente
servicios telefónicos con controles muy simples, y está destinado al mercado creciente
de las personas mayores. Muchas otras personas podrían interesarse también por un
teléfono que no es más que eso y nada más.
El diseño de los aparatos de comunicaciones debería corresponder a la tecnología
utilizada y también a la utilización cotidiana de los aparatos. ¿Le permite su ordenador
o su teléfono comunicar con él (y con las personas que tratan de ponerse en contacto
con usted) de manera intuitiva, cómoda y confortable?
Una ardilla a su servicio
La ardilla celular es un robot de sobremesa que filtra las llamadas telefónicas
no urgentes
Stefan Marti
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Cuando un teléfono suena (o le canta una canción), a menudo resulta imposible
no responder inmediatamente. El trabajo se deja de lado, las conversaciones con
los amigos se interrumpen o, en el peor de los casos, un conductor se distrae. En
muchos casos, pues, responder a una llamada puede resultar incómodo o incluso peligroso.
Una ardilla podría solucionar este problema en el despacho o el hogar.
“Usabilidad sólo significa velar por que las cosas funcionen bien, es decir que
una persona de capacidad y experiencia medias (o incluso por debajo de la media)
pueda utilizarlas, ya se trate de un sitio web, un avión de caza o una puerta giratoria,
tal y como está previsto y sin frustraciones innecesarias.” (Steve Krug “Don’t Make
Me Think”, Que Publishing, Indianapolis, Estados Unidos, 2000.) |
Stefan Marti, investigador en el Speech Interface Group del Media Lab de MIT
ha creado un “intermediario interactivo autónomo”, que llama “Ardilla celular”.
Se trata de un simpático peluche mecánico que controla las entradas llamantes con
mucha sensibilidad. En lugar de reaccionar pasivamente con el mismo timbre y el
mismo volumen, la ardilla llama la atención, por ejemplo, guiñando un ojo o moviendo
la cabeza. Según el Sr. Marti, “es capaz de utilizar las mismas señales sutiles
que los seres humanos para llamar la atención e interrumpirnos”.
La ardilla también nos ayuda evaluando la importancia de la llamada entrante
y avisando después a su “amo” o tomando un mensaje. Para ello, utiliza lo que el
Sr. Marti llama un “sistema de detección de asuntos”. Tras responder la llamada,
la ardilla “conversa con el llamante mediante un sistema de síntesis vocal y reconocimiento
de la palabra y se hace una idea del posible objeto de la llamada. A continuación,
compara las palabras reconocidas con lo que sabe acerca de lo que está haciendo
actualmente su amo. Para ello, analiza continuamente las actividades más recientes
del usuario tales como búsquedas por Internet, modificaciones de documentos, correos
electrónicos, junto con información a más largo plazo extraída de la página web
del usuario”.
El aparato tiene una conexión dúplex de audio y datos con el teléfono a través
de un módulo Bluetooth de clase 1. Se controla conectándolo a un ordenador personal
Stefan Marti |
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La ardilla tiene un esqueleto de latón con micromotores para controlar el movimiento
y sensores en las extremidades para detectar la mano de su amo |
Stefan Marti |
El Sr. Marti creó la ardilla celular, que por
ahora sólo es un prototipo, durante sus trabajos de doctorado en el MIT, pero señala
que esta actividad forma parte de un proyecto más extenso en el cual se exploran
posibilidades de adaptar mejor los dispositivos de comunicaciones móviles a las
necesidades de los usuarios. “La mayoría aborrecen los teléfonos celulares porque
se sienten atados o porque otros los utilizan en lugares públicos inapropiados tales
como restaurantes o salas de cine”, declara el Sr. Marti. “Estamos estudiando posibilidades
de dar a esos aparatos una inteligencia social de tipo humano, lo cual significa
que sabrían lo que su amo espera de ellos y especialmente lo que no deben hacer,
sin que sea necesario explicárselo cada vez”.
La tecnología sigue avanzando rápidamente pero demasiado a menudo su diseño
no recibe la atención necesaria. Con frecuencia las máquinas llaman nuestra
atención con luces o alarmas y su utilización es muy rígida. Todo ello se suma
al estrés cotidiano, a pesar de que consideremos esenciales muchos de esos
dispositivos tales como los teléfonos. Por otra parte, como esos aparatos son
cada día más complicados, deberemos encontrar la manera de comunicar
“humanamente” con ellos. Es posible que nuestros futuros teléfonos sean
compañeros de peluche en lugar de pasivos aparatos de metal y plástico.
Día Mundial de la Usabilidad
Por muy maravillosa que sea la tecnología, un mal diseño puede ser motivo de
gran frustración. El 3 de noviembre de 2005, el Día Mundial de la Usabilidad se
celebró en todo el mundo con eventos en los cuales se destacó lo importante que
es prestar atención a las necesidades de los que realmente utilizan los aparatos.
Según los organizadores de ese día, la Usability Professionals Association, organización
internacional no lucrativa con sede en Illinois (Estados Unidos), el objetivo es
promover “la importancia de la ingeniería ergonómica, el diseño centrado en el usuario
y la responsabilidad de todos los usuarios de exigir aparatos que funcionen mejor”.
En Minneápolis (Estados Unidos), por ejemplo, Susan Dray, experta en comunicación
entre personas y ordenadores, abordó esta cuestión durante el Día Mundial de la
Usabilidad. Relató una visita a Sudáfrica, donde se ha diseñado una interfaz para
ordenadores de mano destinada a Bushmen analfabetos. “De este modo, pueden utilizar
sus amplísimos conocimientos del comportamiento de los animales para transmitir
datos de incalculable valor a los administradores de reservas naturales”, declaró
la Sra. Dray.
Los esfuerzos por mejorar la tecnología en los países en desarrollo fracasan
cuando se desconocen las necesidades reales de los usuarios, no se elaboran productos
que atiendan a esas necesidades y no se facilita el apoyo necesario, dice la Sra.
Dray. Esto ocurre, por cierto, en todos los países del mundo. Un producto o
servicio mal diseñado puede incitar a no utilizarlo a causa de las dificultades
que plantea, con la consiguiente pérdida de posibilidades comerciales y la
aparición de obstáculos totalmente innecesarios en el camino hacia la creación
de una sociedad de la información realmente integradora.
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