Espacio


Un nuevo hito en el espacio: la Estación Espacial Internacional

Se trata simplemente de cooperación internacional, que hemos visto en acción en muchos ámbitos, el más reciente, las comunicaciones móviles personales mundiales por satélite (GMPCS). En estos momentos, el cielo está repleto de satélites de formas y tamaños diferentes y eso es sólo el principio. Del mismo modo que cada vez habrá más satélites en órbita alrededor del planeta Tierra y "viviendo su vida" en el espacio, lo mismo sucederá con el género humano.

En enero de 1998, cierto número de países firmaron en Estados Unidos un acuerdo intergubernamental referente al diseño, la construcción y la explotación de lo que ha de ser la primera estación espacial internacional permanentemente tripulada, que se llama precisamente, la Estación Espacial Internacional. Participan en esta nueva empresa común Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia y diez de los catorce Estados Miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA): Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos, Suecia y Suiza.

Cuando esté terminada, cosa que sucederá en el año 2004, la estación (véase la foto en la portada) será la mayor estructura en su género en el espacio, con una envergadura superior a 100 m y una superficie equivalente a un campo de fútbol.

En el presente artículo se analizan algunos aspectos sobresalientes de la actividad humana en el espacio en el momento en que finaliza el año 1998.

Lanzamiento de "Zarya" y de "Unity": los dos primeros módulos de la Estación Espacial Internacional

El primer módulo de la futura Estación Espacial Internacional se lanzó con éxito el 20 de noviembre de 1998, propulsado por un cohete ruso Proton lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazakstán). Cuarenta segundos más tarde, el vehículo propulsor desaparecía entre las nubes que cubrían la región. Al cabo de diez minutos después del lanzamiento, llegaba a su órbita el módulo Zarya, que tiene una longitud de 12 m. Zarya, que significa en ruso "aurora", servirá a la vez de propulsor, de central de alimentación en energía y de centro de comunicaciones.

"Se trata del más importante proyecto de cooperación tecnológica internacional de la historia de la humanidad. Para Europa, representa el comienzo de una era apasionante de la exploración espacial", declaró Antonio Rodota, director general de la ESA, que asistió al lanzamiento a unos 5 km de distancia.

El 4 de diciembre de 1998, esto es, quince días después del lanzamiento de Zarya, el transbordador norteamericano Endeavour despegó del Centro Espacial Kennedy en Florida (Estados Unidos) para colocar en órbita el segundo módulo de la estación que lleva por nombre Unity. Este módulo lleva seis "anillos" de amarre en previsión de la integración de los futuros módulos norteamericanos.

Durante el tercer día de su vuelo orbital, Endeavour se acercó a Zarya, que los astronautas sujetaron con ayuda del brazo robot del transbordador para ponerle en contacto con Unity. Durante los días siguientes, dos tripulantes salieron al espacio en tres ocasiones para terminar el montaje de los dos módulos. A continuación, el transbordador se separó de este "embrión" de estación y puso proa a la Tierra.

Endeavour llevaba a bordo seis tripulantes, entre los cuales el cosmonauta ruso Sergueï Krikalev. La víspera de la última salida al espacio, Krikalev y un segundo astronauta penetraron por primera vez en el conjunto "Unity-Zarya", pasando por el mecanismo de amarre del transbordador para trasladar material de repuesto y terminar el montaje.

El momento del lanzamiento se fijó durante los sesenta últimos minutos de la cuenta atrás, cuando los observadores norteamericanos y rusos determinaron con precisión la posición orbital del módulo Zarya.

La ESA retransmitió por satélite el lanzamiento de Unity a partir del Centro de formación de astronautas de Colonia (Alemania), con los comentarios de su corresponsal y de un grupo de invitados en directo del Centro Espacial Kennedy.

El conjunto de estos dos elementos en el espacio forma el núcleo del nuevo complejo espacial. Para ensamblar en este núcleo en los próximos cinco años un centenar de elementos serán necesarios 45 vuelos del transbordador norteamericano y de dos vehículos propulsores rusos.

Europa participará en 19 de estos vuelos y suministrará equipos científicos y técnicos a la National Aeronautics and Space Administration (NASA) de Estados Unidos y a la Agencia Espacial Rusa (RKA). En particular, la ESA aportará dos elementos de primordial importancia: el laboratorio polivalente Columbus y un vehículo de transferencia automática (ATV — automatic transfer vehicle) que será lanzado por Ariane-5 para misiones de reavituallamiento de la estación. Columbus se integrará en la estación en el año 2004.

Y poco antes de estos históricos lanzamientos…

… Pedro Duque ha sido el primer astronauta español en órbita alrededor de la Tierra

"La misión STS-95, así como la participación directa de la Agencia Espacial Europea en el programa de la Estación Espacial Internacional, revelan la firme decisión europea de ofrecer a la humanidad los beneficios de la exploración espacial. A mi me gustaría participar también en esta aventura", declaró Pedro Duque tras el aterrizaje del transbordador Discovery en el Centro Espacial Kennedy el 7 de noviembre de 1998.

Duque acababa de participar en la misión STS-95, la última de una serie de vuelos habitados, gracias a los cuales Europa ha podido acumular una valiosísima experiencia sobre el funcionamiento de la estación.

En el curso de esta misión (del 29 de octubre al 7 de noviembre de 1998), Duque supervisó las instalaciones de la Agencia Espacial Europea destinadas a experiencias científicas propuestas por investigadores alemanes, belgas, británicos, españoles, franceses, italianos, suecos y suizos.

Como especialista de la misión, tenía a su cargo el despliegue de las antenas de comunicación y abrir las puertas del compartimento de la carga útil para expulsar al espacio el exceso de calor del transbordador.

Entre las experiencias de la misión figura también el ensayo de comunicaciones inalámbricas entre ordenadores por medio de enlaces Internet por radio.

Pedro Duque desempeñó también un papel muy importante en lo que se refiere a las experiencias médicas que fueron efectuadas en el curso de la misión.

Vista interior de la instalación orbital "Columbus", laboratorio europeo en la Estación Espacial Internacional que se lanzará a finales de 2002. Los astronautas trabajarán confortablemente y a una temperatura muy agradable en este laboratorio presurizado

(Foto: ESA/D. Ducros, UIT 990001)






Miembros de la tripulación de la misión STS-95

  • Curtis L. Brown Jr., comandante (NASA): quinto vuelo a bordo del transbordador
  • Steven W. Lindsey, piloto (NASA): segundo vuelo
  • Scott F. Parazynski, especialista de misión (NASA): tercer vuelo
  • Stephen K. Robinson, especialista de misión (NASA): segundo vuelo
  • Pedro Duque, especialista de misión (ESA)
  • Chiaki Mukai, especialista para la carga útil, representante, National Space Development Agency (NASDA) de Japón: segundo vuelo
  • Senador John H. Glenn Jr., especialista para la carga útil (NASA)


En efecto, la misión STS-95 constituía el último ensayo de ciertas instalaciones científicas de la Agencia Espacial Europea y de experimentos sobre los efectos de la ingravidez sobre ciertos materiales y sustancias que podrían embarcarse a bordo del elemento orbital Columbus de la estación.

Además de Duque, la tripulación internacional de la misión STS-95 estaba integrada por el decano de los astronautas, el senador John Glenn (setenta y siete años) que retornaba al espacio treinta y seis años después de haber sido el primer americano en órbita alrededor de la Tierra.

En 1962 Glenn se encerró en una cápsula de dos metros de diámetro montada sobre un cohete experimental, el vehículo espacial Atlas Mercury.

Al cabo de tres órbitas a una altura máxima aproximada de 260 kilómrtros y una velocidad de 28.000 km/h, el vehículo espacial Friendship-7 Mercury de Glenn cayó sobre el océano a unos 1.200 km al sudeste del Centro Espacial Kennedy. El primer astronauta de lo que acabó siendo un vuelo dramático pasó en el espacio 4 horas, 55 minutos y 23 segundos.

Sin embargo, el senador Glenn no ha sido el único miembro de la tripulación en inscribir su nombre en el libro de los récords, ya que Duque también figura ahora como primer astronauta español. Nacido en marzo de 1963, un año después del histórico vuelo de Glenn, Duque era también el miembro más joven de la tripulación. Como el propio Duque declaró "es un honor especialísimo volar junto a un auténtico adelantado de la exploración espacial".

En 1999 continuará el montaje de la estación y se efectuará también una larga serie de lanzamientos Ariane-4 y Ariane-5 y se terminarán varios satélites que serán lanzados en el año 2000 y subsiguientes.

En lo que concierne a Europa, los ministros de los Estados miembros de la Agencia Espacial Europea responsables en sus países de las actividades espaciales acudirán en mayo a Bruselas para participar en la reunión del Consejo en la que se tomarán las decisiones apropiadas para consolidar la posición europea en el ámbito espacial.

Los miembros de la tripulación de la misión STS-95 descansan antes de la misión a bordo del transbordador "Discovery": sentados en primera fila de izquierda a derecha: Curtis L. Brown Jr., comandante de la misión, y Steven W. Lindsey, piloto. En segunda fila de izquierda a derecha: Scott F. Parazynski y Stephen K. Robinson, especialistas de la misión, Chiaki Mukai, especialista para la carga útil, Pedro Duque, especialista de misión, y el senador John H. Glenn Jr., especialista para la carga útil

(Foto: NASA/ESA, UIT 990002)




Una vez que sea operacional, esta gran estructura espacial del tamaño de un campo de fútbol podrá acoger a astronautas y cosmonautas por lo menos durante quince años, no para jugar al fútbol, sino para efectuar investigaciones científicas, supervisar los experimentos y participar en funciones generales a bordo. — ESA.

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