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WRC-23

Desarrollo de competencias para la economía digital

​​​​​​​​​​​​​​​ ​​5G and Health

VISIÓN GENERAL

OPORTUNIDADES


Las competencias digitales revisten una importancia crucial para la transformación digital y desempeñan un papel importante en la digitalización de los países. La divulgación de las competencias necesarias se ha convertido en una parte clave de las estrategias nacionales de transformación digital.

El refuerzo de las competencias digitales conllevará una reducción de la brecha digital mundial. Una de las principales razones por las que la población de los países en desarrollo no utiliza Internet es la falta de capacidades y competencias, tanto para utilizar las tecnologías como para beneficiarse de la información y los servicios disponibles en línea. La mejora de las capacidades digitales de los ciudadanos servirá para impulsar la utilización de Internet.

Los solicitantes de empleo dotados de competencias digitales suelen encontrar trabajo con más facilidad. En Europa, por ejemplo, nueve de cada diez puestos de trabajo futuros requerirán competencias digitales. En el África subsahariana, de aquí a 2030, más de 200 millones de puestos de trabajo exigirán competencias digitales, lo que genera una demanda de casi 600 millones de oportunidades de formación, según un estudio elaborado por la Corporación Financiera Internacional (CFI) en 2019.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las industrias que registraron el mayor crecimiento en empleo durante la pandemia fueron las relacionadas con las TIC. La demanda de trabajadores dotados de competencias digitales seguirá creciendo a medida que el proceso de digitalización se acelere en todos los sectores industriales. Aunque la automatización y las alteraciones económicas podrían acabar con muchos empleos actuales, en el ámbito de las tecnologías digitales surgirán nuevos puestos de trabajo. Además, muchos otros puestos requerirán una amplia gama de competencias digitales, que oscilará desde las más básicas hasta las más avanzadas.

A medida que avanza la digitalización, crecen las necesidades en términos de infraestructuras y competencias digitales de los distintos países y regiones. Los servicios, herramientas, soluciones y plataformas que vienen proliferando desde principios de 2020 seguirán formando parte de la nueva normalidad después de la pandemia. Los ámbitos, sectores y ocupaciones en los que la digitalización estimula la creación de empleo requerirán, inevitablemente, competencias, conocimientos y capacidades digitales cada vez más avanzados. Mientras tanto, la transición está suscitando ingentes oportunidades de inversión en formación y capacitación. Los sectores de la educación, la formación y el aprendizaje deben ampliarse para satisfacer estas necesidades.

DESAFÍOS


A medida que las competencias digitales avanzadas van adquiriendo importancia para el empleo, algunos expertos prevén el advenimiento de una “brecha de talento” entre los trabajadores que poseen competencias digitales avanzadas y los que carecen de ellas. La creciente necesidad de trabajadores cualificados en TIC se ve agravada por desigualdades socioeconómicas tales como la falta de acceso a Internet de muchos hogares.

Antes de la pandemia, ya existían brechas de competencias digitales tanto en los países desarrollados como en las economías en vías de desarrollo, incluidas diferencias en términos de niveles salariales y oportunidades laborales para los trabajadores dotados de competencias básicas, intermedias o avanzadas. Las transiciones ecológica y digital podrían crear unos 60 millones de puestos de trabajo nuevos a escala mundial en los próximos cinco años, de los cuales un millón surgiría en la UE de aquí a finales de esta década (Comisión Europea, 2020).

La encuesta Closing the Digital Skills Gap de la Organización de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) reveló que el 75% de los encuestados, entre los que se encontraban empresarios, funcionarios públicos y académicos, señalaba la existencia de un importante desajuste en materia de competencias, mientras que más de la mitad afirmaba que los organismos gubernamentales tenían un escaso conocimiento del panorama de competencias digitales.

Según los datos de la UIT, se estima que el 37% de la población mundial seguirá sin utilizar Internet a finales de 2021. En los países en desarrollo, alrededor del 43% de la población sigue careciendo de conexión, porcentaje que se eleva al 73% en los 42 países menos adelantados (PMA) del mundo. Estos datos contrastan fuertemente con los de las economías y sociedades altamente digitalizadas que se observan en los países de ingresos medios y altos.

Más de dos tercios de los niños y niñas en edad escolar del mundo, esto es de entre 3 y 17 años (1 300 millones de niños), y el 63% de los jóvenes de entre 15 y 24 años (unos 760 millones de jóvenes) carecen de acceso a Internet en casa, según el informe conjunto de UNICEF y la UIT sobre la proporción de niños y jóvenes que gozan de acceso a Internet en casa. En todo el mundo, 2 200 millones de niños y jóvenes de 25 años o menos carecen de acceso a Internet en casa. En los PMA, sólo el 22% de los hogares tiene acceso a Internet, frente al 86% de los hogares de los países desarrollados.​

Uno de los principales obstáculos a la adopción de Internet estriba en que las personas carecen de las capacidades y las competencias necesarias para aprovechar al máximo las plataformas y los recursos en línea. La brecha digital refleja otras brechas existentes en materia de competencias y educación entre las poblaciones. En general, los grupos más marginados, incluidas las mujeres y las niñas, tienen menos estudios y menos competencias. En muchos países de bajos ingresos, los niveles de formación son bajos, lo que se traduce en menos competencias en lectoescritura e idiomas. La brecha de utilización -es decir, la disparidad entre el número de personas que tienen acceso a Internet y el número de personas que utilizan este recurso- es mayor en los PMA.

La brecha en materia de capacidades digitales también se manifiesta como una brecha de género. La brecha de género entre los usuarios de Internet es mayor en los países de bajos ingresos y en los menos adelantados. En esos países, las niñas y las mujeres suelen tener menos formación o quedar incluso relegadas al analfabetismo digital.

LA CONTRIBUCIÓN DE LA UIT AL REFUERZO DE LAS CAPACIDADES DIGITALES


Con una amplia gama de proyectos centrados en las competencias digitales, la Unión contribuye activamente al refuerzo de las capacidades digitales de sus Estados Miembros. La UIT lleva a cabo esta contribución a través de ofertas de formación para profesionales del sector de las TIC; ofertas de formación en competencias básicas e intermedias para ciudadanos y grupos marginados; el compromiso de invertir en el desarrollo de las competencias de los jóvenes; la elaboración de herramientas y directrices para la aplicación de estrategias en materia de competencias digitales; y la cooperación internacional en favor de la capacidad digital de los gobiernos.

Formación y desarrollo de capacidades para profesionales del sector de las TIC:

Formación en competencias digitales básicas e intermedias para ciudadanos y grupos marginados:​

Inversiones en competencias digitales para jóvenes:

Herramientas y directrices para el diseño y la aplicación de estrategias en materia de competencias digitales:

Ayudar a los gobiernos a reforzar sus capacidades digitales:



Última actualización: diciembre de 2021​