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Directrices sobre Prácticas Idóneas
para la gestión del espectro con miras a promover el acceso de
banda ancha
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Introducción
Las tecnologías inalámbricas de banda ancha prometen un halagüeño
futuro a los países que intentan garantizar un acceso a las tecnologías
de la información y la comunicación (TIC) y la creación
de la sociedad de la información. La industria de las TIC puede mejorar
el nivel y la calidad de vida e intensificar la productividad y la competencia
en el mundo y las economías nacionales. La banda ancha, que es un componente
esencial de las TIC y fomenta el desarrollo económico y social, no sólo
aporta nuevos servicios multimedios a los consumidores en términos de
trabajo y ocio, sino que también está haciendo de los mismos,
ciudadanos mejor informados y más comprometidos. Gracias a la convergencia
digital y la Internet, la banda ancha inalámbrica brinda la posibilidad
de desplegar más rápidamente servicios, portabilidad y movilidad,
traduciendo así a la práctica la idea de ofrecer "cualquier
contenido en cualquier momento y lugar" en la sociedad mundial de la información.
Las tecnologías inalámbricas de banda ancha están llamadas
a reducir la brecha digital entre los países en desarrollo y desarrollados.
Sin embargo, cuanto mayor sea la velocidad de los servicios, más espectro
consumen.
El espectro es un recurso escaso que debe gestionarse eficazmente si se desea
obtener los máximos beneficios económicos y sociales, lo que incluye
la promoción del crecimiento y el rápido desarrollo de la infraestructura
y los servicios en favor de los consumidores. Esto requiere aplicar enfoques
innovadores para administrar el espectro dinámicamente con el fin de
ponerlo a disposición de los servicios de banda ancha y de otros nuevos
servicios. Como reconoció el Simposio Mundial para Organismos Reguladores
en 2004, en un espíritu de transparencia, objetividad y no discriminatorio,
y preocupándose por lograr la mayor eficacia espectral posible, los legisladores
y los reguladores deberían ajustar, alterar o reformar sus códigos
de reglamentación, en la medida de lo posible, para eliminar las reglas
innecesarias que siguen afectando adversamente la explotación de las
tecnologías y los sistemas inalámbricos. Un nuevo conjunto de
principios y prácticas desarrollado en el marco del mandato específico
de los reguladores en el dominio de la gestión del espectro permitirá
a los países aprovechar íntegramente el potencial de las tecnologías
de banda ancha inalámbricas. Con todo, esto no puede hacerse aisladamente
y, por tanto, exige un enfoque general que incluya varios instrumentos de reglamentación,
según se esbozó en las Directrices sobre prácticas idóneas
para 2002 y 2004 del Simposio, si el objetivo es fomentar el acceso universal
y reducir el coste de la banda ancha (véase
http://www.itu.int/ITU-D/treg/Events/Seminars/2003/GSR/WSIS-Statement.html
yhttp://www.itu.int/ITU-D/treg/Events/Seminars/2004/GSR04/consultation.html).
Nosotros, los reguladores que participamos en el Simposio Mundial para Organismos
Reguladores de 2005, hemos identificado el siguiente grupo de directrices sobre
prácticas idóneas para gestionar el espectro de tal modo que promueva
el acceso en banda ancha:
-
Facilitar el despliegue de tecnologías de banda ancha innovadoras.
Se alienta a los reguladores a adoptar políticas que promuevan servicios
y tecnologías innovadoras. En el marco de tales políticas cabría
la posibilidad de:
- gestionar
el espectro en beneficio del público;
- promover
la innovación y la introducción de nuevas aplicaciones y
tecnologías de radiocomunicaciones;
- reducir
o suprimir las restricciones innecesarias al uso del espectro;
- adoptar
los planes de frecuencias armonizados definidos en las Recomendaciones
UIT R a fin de facilitar la puesta en práctica de la competencia;
- adoptar
el principio consistente en la mínima reglamentación necesaria,
cuando sea posible, para reducir o eliminar las barreras reglamentarias
que pesan sobre el acceso al espectro, lo que incluye la simplificación
de procedimientos para otorgar las licencias y las autorizaciones aplicables
a la utilización de los recursos de espectro;
- atribuir
frecuencias para facilitar la implantación de nuevos competidores;
- garantizar
que los operadores inalámbricos de banda ancha tengan el máximo
de posibilidades para acceder al espectro, así como que este recurso
se comercialice lo antes posible.
- Promover
la transparencia: Se alienta a los reguladores a adoptar políticas
de gestión del espectro transparentes y no discriminatorias para asegurar
una adecuada disponibilidad del mismo, garantizar la certidumbre en el plano
de la reglamentación y promover la inversión. En el marco de
estas políticas, cabría la posibilidad de:
- Emprender
consultas públicas sobre políticas y procedimientos de gestión
del espectro para permitir que las partes interesadas participen en el
proceso de formulación de decisiones, por ejemplo:
- consultas
públicas antes de modificar los planes nacionales de atribución
de bandas de frecuencias;
- consultas
públicas sobre las decisiones de gestión del espectro
que es probable afecten a los proveedores de servicios.
- Implementar
un proceso estable de formulación de decisiones que permita garantizar
que el espectro de radiocomunicaciones se concederá con arreglo
a los principios de apertura, transparencia, objetividad –basada en un
conjunto de criterios claros y públicos que se incluya en el sitio
web del regulador– y velar por que dicho proceso no sea modificado por
el regulador sin razones de peso.
- Publicar
previsiones sobre la utilización del espectro y las necesidades
de asignación, especialmente en el sitio web del regulador.
- Publicar
los planes de atribución de bandas de frecuencias, incluidas las
disponibles para el acceso inalámbrico en banda ancha, especialmente
en el sitio web del regulador.
- Publicar
los planes de atribución de bandas de frecuencias, incluidas las
disponibles para el acceso inalámbrico en banda ancha, especialmente
en el sitio web del regulador.
- Publicar
un registro basado en la web que permita hacerse una idea general de los
derechos de espectro asignado, espectro vacante y espectro exonerado de
licencias.
- Definir
claramente y publicar los derechos y obligaciones de los usuarios del
espectro de radiofrecuencias; entre otras cosas, en el sitio web del regulador,
teniendo presentes los límites que imponen los secretos comerciales
y los imperativos de seguridad pública.
- Definir
claramente y publicar las reglas y procedimientos de concesión
de licencias y autorizaciones, entre otras cosas, en el sitio web del
regulador.
- Publicar
los requisitos jurídicos aplicables al equipo importado y a la
inversión extranjera, especialmente en el sitio web del organismo
gubernamental competente.
-
Adoptar el principio de neutralidad en cuanto a las tecnologías. Para
maximizar la innovación, crear condiciones para el desarrollo de servicios
en banda ancha, reducir los riesgos de la inversión y estimular la
competencia entre las diferentes tecnologías, los reguladores podrían
dar a la industria la libertad y la flexibilidad necesarias para desplegar
tecnologías de su elección y pronunciarse sobre las tecnologías
más apropiadas para los intereses de las empresas, en lugar de especificar
el tipo de tecnología que habría que desplegar o de poner a
disposición espectro para realizar las aplicaciones de banda ancha
que prefiera el regulador, teniendo siempre presente la necesidad y los costes
de las plataformas interoperables.
- Los
reguladores podrían tomar en consideración la convergencia
tecnológica a la hora de facilitar la utilización del espectro
para los servicios fijos y móviles asegurando a la vez que los
mismos servicios no se vean sujetos a regímenes reguladores demasiado
diferentes.
- Los
reguladores podrían proporcionar orientaciones técnicas
sobre la forma de mitigar la interferencia entre los operadores.
- Los
reguladores podrían garantizar que no se atribuyan las bandas para
que éstas se utilicen exclusivamente con el fin de proporcionar
determinados servicio y que, en la medida de lo posible, las atribuciones
de espectro queden libres de restricciones tecnológicas y de servicios.
- Adoptar
medidas de uso flexibles: Se alienta a los reguladores a adoptar medidas flexibles
en cuanto a la utilización del espectro, tratándose de los servicios
de banda ancha inalámbricos. En el marco de estas medidas cabría
la posibilidad de:
- Minimizar
las barreras que obstaculizan la implantación de competidores y
proporcionar incentivos a los pequeños actores comerciales, autorizando
a los proveedores de banda ancha a que realicen actividades a pequeña
escala y a muy bajo costo, y no imponiendo condiciones onerosas de despliegue
y cobertura, para permitir que estos actores comerciales adquieran experiencia
en el suministro de banda ancha y analicen la demanda de varios servicios
de banda ancha.
- Reconocer
que los servicios inalámbricos de banda ancha podrían utilizarse
para usos comerciales y no comerciales (por ejemplo, iniciativas comunitarias
o propósitos públicos y sociales) y que el espectro inalámbrico
de banda ancha podría atribuirse a usos no comerciales en condiciones
de reglamentación poco estrictas, tales como cánones de
espectros reducidos, mínimos o nulos; los reguladores también
podrían atribuir y asignar espectro con miras a la utilización
comunitaria o no comercial de servicios inalámbricos de banda ancha.
- Reconocer
que las tecnologías inalámbricas de banda ancha pueden proporcionar
toda la gama de servicios que han convergido, gracias a la utilización
de mecanismos de concesión de licencias flexibles.
- Adoptar
enfoques de reglamentación menos estrictos en las zonas rurales
y menos congestionadas, por ejemplo, reglamentación flexible en
cuanto a los niveles de potencia eléctrica, utilización
de antenas especializadas, zonas geográficas para la concesión
de licencias, imposición de bajos cánones de espectro y
mercados secundarios en zonas rurales.
- Reconocer
que, en los mercados donde la escasez de espectro supone un problema,
la introducción de mecanismos tales como mercados secundarios puede,
en ciertos casos, promover la innovación y la liberación
de espectro con miras a la utilización de la banda ancha.
- Reconocer
que el papel que el espectro no licenciado (o exonerado de licencia) y
el licenciado pueden desempeñar en el fomento de los servicios
de banda ancha, así como para equilibrar el deseo de promover la
innovación y la necesidad de controlar la congestión y la
interferencia. Una medida que podría adoptarse en este sentido
sería, por ejemplo, permitir que los pequeños operadores
iniciaran actividades utilizando espectro exonerado de licencias y, ulteriormente,
pasaran a usar espectro licenciado, siempre que ello se justificase comercialmente.
- Promover
las bandas de utilización compartida, siempre y cuando se controle
la interferencia. La compartición de espectro podría llevarse
a la práctica, siempre que se introduzcan las correspondientes
separaciones geográficas, temporales o de frecuencias.
- Definir
estrategias e implementar mecanismos para despejar bandas con miras a
suministrar, si así se estima oportuno, nuevos servicios.
- Reconocer
la necesidad de contar con infraestructuras de soporte eficaces y económicas
para cursar tráfico de las zonas rurales y semirrurales más
allá del destino previsto y de regreso a éste ("backhaul").
En este contexto, los reguladores podrían considerar la posibilidad
de utilizar enlaces punto a punto dentro de otras bandas (siguiendo los
planes nacionales de frecuencias), incluidas las bandas que se utilizan
para el acceso inalámbrico en banda ancha.
- Garantizar
la viabilidad. Los reguladores podrían aplicar cánones de espectro
razonables en cuanto a la utilización de tecnologías inalámbricas
de banda ancha, para promover el suministro de servicios innovadores de banda
ancha a precios asequibles, y minimizar los costos poco razonables que se
oponen a la implantación de nuevos competidores. Los grandes costos
que penalizan el acceso al espectro reducen, por otra parte, la viabilidad
económica del suministro de servicios en las zonas rurales y poco atendidas.
También sería posible organizar subastas y licitaciones para
lograr estos objetivos.
- Optimizar
la oportuna disponibilidad de espectro. Se alienta a los reguladores a expedir
de manera eficaz y oportuna autorizaciones para utilizar espectro y equipo
con el fin de facilitar el despliegue y la compatibilidad de redes inalámbricas
de banda ancha. Se alienta también a los reguladores a que, con sujeción
a los planes globales sobre las TIC que adopten sus países, pongan
a disposición todas las bandas disponibles, no sólo para que
los precios no aumenten debido a una oferta restrictiva de espectro sino también
para que puedan aplicarse en su momento las tecnologías nuevas e incipientes.
Asimismo sería posible otorgar autorizaciones para realizar investigaciones
o pruebas especiales con miras a promover el desarrollo de tecnologías
inalámbricas innovadoras.
- Gestionar
el espectro eficazmente. Es necesario planificar el espectro para lograr a
corto y largo plazo una gestión eficaz del recurso. El espectro puede
atribuirse de manera económica y eficaz, basándose en las fuerzas
del mercado, en los incentivos económicos y en las innovaciones técnicas.
Los reguladores podrían promover tecnologías eficientes de utilización
del espectro que permitan la coexistencia de los servicios de radiocomunicación,
utilizando técnicas de atenuación de la interferencia como,
por ejemplo, la selección dinámica de frecuencias. Los reguladores
podrían garantizar una pronta y eficaz observancia de las políticas
y los reglamentos de gestión del espectro.
- Garantizar
la igualdad de oportunidades. Para impedir la acumulación del espectro,
especialmente por parte de operadores establecidos, los reguladores podrían
fijar un límite en cuanto al máximo de espectro que cada operador
podría obtener.
- Armonizar
las prácticas y normas internacionales y regionales. Los reguladores
podrían, en la medida de lo posible, armonizar prácticas eficaces
del espectro en el plan nacional e internacional y aplicar normas regionales
e internacionales, y si así se estima necesario, garantizar que éstas
queden reflejadas en las normas nacionales, de modo tal que se equilibren
los objetivos de armonización y las medidas de flexibilidad. En este
contexto, cabría la posibilidad de tener en cuenta la armonización
del espectro para promover el acceso inalámbrico de banda ancha y obtener
así economías de escala en la producción y fabricación
de equipo e infraestructura de red. Asimismo, cabría la posibilidad
de promover una armonización mundial de las normas para garantizar
la compatibilidad de terminales de usuario y equipos de red de los diferentes
vendedores. Hay que señalar que el recurso a normas abiertas, compatibles,
no discriminatorias y orientadas por la demanda contribuye a atender a las
necesidades de usuarios y consumidores. La concertación de acuerdos
de coordinación con países vecinos, sea bilateral o multilateralmente,
podría acelerar la concesión de licencias y facilitar la planificación
de redes.
- Adoptar
un enfoque amplio a promover el acceso en banda ancha. La gestión del
espectro no puede por sí sola promover el acceso inalámbrico
en banda ancha y habría que recurrir, por tanto, a un método
más generalizado que incluya otros instrumentos de reglamentación,
por ejemplo, salvaguardas eficaces de la competencia y medidas que garanticen
el acceso abierto a la infraestructura, el acceso/servicio universales, la
promoción de la oferta y la demanda, la concesión de licencias,
la adopción de medidas de despliegue e implantación de competidores;
la seguridad de los datos y, en su caso, de los derechos de los usuarios,
la promoción de la reducción o supresión de los aranceles
aplicados a la importación de equipo inalámbrico de banda ancha,
y, si así se requiere, el fomento de las redes dorsales y de distribución.
Contribuciones
individuales
(*) versión original
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