Durante las últimas décadas se ha asistido a un desarrollo tecnológico sin precedentes en la esfera de las radiocomunicaciones, desarrollo que ha dado pie a la expansión de una gama creciente de servicios y aplicaciones, desde la navegación aérea y marítima a la telefonía inalámbrica, pasando por la radiodifusión por satélite y la investigación científica, la exploración de la Tierra y la recogida de noticias por satélite, por citar sólo algunas. Estos servicios y aplicaciones han aumentado la demanda de frecuencias radioeléctricas y órbitas de satélites geoestacionarios, que son recursos naturales limitados y, por ende, hacen necesaria la coordinación internacional con el fin de evitar la interferencia perjudicial.

La misión de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) es garantizar que todos los países gocen de un acceso equitativo al espacio de la órbita de satélites y que se utilicen las distintas bandas del espectro de radiofrecuencias de manera racional, eficiente y económica, prestándose una atención especial a las necesidades específicas de los países en desarrollo. Esta tarea corresponde, dentro de la UIT, al Sector de Radiocomunicaciones (UIT-R). Con el apoyo de la Oficina de Radiocomunicaciones, las Conferencias Mundiales de Radiocomunicaciones desempeñan un papel fundamental en la actualización periódica de las atribuciones y la utilización del espectro de radiofrecuencias y las órbitas de satélite.