La actividad que desempeña la UIT desde hace más tiempo, que consiste en la
elaboración de normas técnicas y operacionales acordadas internacionalmente y en
la definición de los principios de tarificación y contabilidad de los servicios
de telecomunicaciones internacionales, ha contribuido a que la industria de
telecomunicaciones se convierta en el tercer sector empresarial más grande del
mundo, con un valor anual que supera el billón USD. Mediante su órgano de
elaboración de normas, el Sector de Normalización de las Telecomunicaciones
(UIT-T), la UIT hace posible la interconexión entre las redes y sistemas de
comunicaciones mundiales.
Las normas internacionales para las tecnologías de la información y la
comunicación (en términos de la UIT, las Recomendaciones del UIT-T) tienen cada
vez más relevancia, no sólo por su aplicabilidad a nivel mundial, sino también
porque el sector de las TIC es uno de los pilares de la economía actual. Ya sea
mediante voz, datos o mensajes de vídeo, las comunicaciones no pueden llevarse a
cabo si no existen normas que vinculen al emisor y al receptor, tales como SS 7,
E.164, JPEG, MPEG, H.323, TCP/IP, GSM, ADSL, etc. La red telefónica, que es sin
duda uno de los proyectos más complejos que se hayan llevado a cabo, se basa en
una constelación de normas, y la labor de la UIT fue fundamental para su
creación.
La principal fuente de normas mundiales
La UIT es responsable del mayor número de normas de telecomunicaciones
mundiales, pues cuenta con unas 2 800 Recomendaciones del UIT-T oficiales en
vigor, elaboradas conjuntamente por 189 administraciones y más de 400 empresas
de los sectores público y privado, así como organizaciones regionales e
internacionales. Las Recomendaciones del UIT-T cubren todos y cada uno de los
aspectos del funcionamiento de la red, desde los planes de numeración y las
tasas de distribución al funcionamiento de las redes de voz y datos con
conmutación de circuitos o de paquetes.
Por lo que se refiere a la infraestructura mundial de la información, la UIT
se encuentra a la cabeza por estar elaborando normas cuyo objetivo es definir
los bloques fundamentales de una nueva infraestructura mundial de banda ancha.
Las redes de próxima generación (NGN) son uno de los campos de estudio
principales de la UIT, pues los operadores de todo el mundo tienen la intención
de adoptar una infraestructura basada en el Protocolo Internet. Lograr la
convergencia entre el Protocolo Internet (IP), la red telefónica pública
conmutada (RTPC), la línea de abonado digital (DSL), la televisión por cable (CATV),
la red de área local inalámbrica (WLAN) y las tecnologías móviles es una tarea
que muchos consideran imposible sin la elaboración de normas mundiales al
respecto.
Una transición sin escollos
Las actividades de normalización internacionales representan un esfuerzo
colectivo a nivel mundial que cuesta varios cientos de millones de dólares al
año. La UIT aporta una contribución fundamental a este proceso gracias a su
constitución abierta y multinacional y a un sistema de colaboración imparcial.
Para que las redes de comunicaciones mundiales de rápida expansión funcionen
como es debido, es fundamental que las normas mundialmente acordadas y aceptadas
permitan a todos los países acceder a las tecnologías punta, y sirvan de base
para una aplicación comercial de los avances tecnológicos a escala mundial. Hoy
en día, a medida que cada vez más operadores reorientan sus planes empresariales
hacia las redes de próxima generación (todo IP), el programa de trabajo de la
UIT se adapta y amplía para ajustarse al ritmo de evolución de estos sistemas.
Como la mayoría de sus Miembros forman parte del sector privado, el UIT-T es
consciente del necesario equilibrio que hay que mantener entre la rápida
creación de las normas y su estabilidad. El Sector ha hecho grandes progresos a
la hora de acelerar la puesta en práctica de sus Recomendaciones y sigue
trabajando para que las nuevas normas esenciales estén disponibles para la
industria en el menor tiempo posible.
Dando ejemplo
Todos los años, cientos de expertos se encuentran en las reuniones de la UIT,
aportando su tiempo, conocimientos y experiencia a las Comisiones de Estudio que
elaboran las Recomendaciones del UIT T. En la actualidad, el UIT T produce unas
210 Recomendaciones al año, lo que representa una norma nueva o actualizada por
cada día laborable.
Las normas mundiales sirven a los fabricantes de base sólida para ser
competitivos en el mercado mundial, libres de obstáculos técnicos. Del mismo
modo, dado que las normas mundiales pueden traducirse en importantes economías
de escala y menores costes de desarrollo y equipos, repercuten en una bajada de
los precios para los usuarios finales. Por último, las normas mundiales protegen
a los usuarios de los problemas de incompatibilidad entre sistemas rivales,
situación que puede ser desastrosa en un mundo que cada vez depende más de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como motor de su actividad
económica y prestación de servicios públicos, como pueden ser los servicios de
sanidad.
Problemas de la normalización en un entorno dinámico
La elaboración de normas mundiales es un trabajo complejo, principalmente en
el entorno dinámico de las telecomunicaciones de hoy en día. Los principales
problemas que se experimentan son:
El rápido desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones, como los
servicios de banda ancha y de Internet.
La convergencia, que conlleva la integración de múltiples tecnologías de
telecomunicaciones y TIC distintas.
La necesidad de coordinar un número cada vez mayor de organismos y
organizaciones de normalización.
Las normas de la UIT son imparciales, de aplicación mundial, de la mayor
calidad y abarcan una amplia gama de tecnologías de las telecomunicaciones.
Forman la parte fundamental del marco mundial que permite el funcionamiento
actual de la industria así como su crecimiento futuro. Por este motivo la UIT
continúa elaborando normas que se adaptan a las necesidades rápidamente
cambiantes de la industria, orientándola al mismo tiempo en su esfuerzo porque
todo el mundo pueda comunicar.
A la vanguardia
En los últimos años han aumentado las preocupaciones relativas a la seguridad
de las TIC. La UIT está trabajando cada vez más en esta esfera. Además de haber
creado una de las normas más conocidas en este campo, la X.509, que se utiliza
para asegurar las conexiones entre un navegador y un servidor en la Red y para
proporcionar firmas digitales que permitan las transacciones de comercio
electrónico, el trabajo de la UIT abarca la seguridad de las redes ante ataques,
robos o denegación de servicio, usurpación de identidad, escuchas
malintencionadas, telebiométrica para la autenticación, seguridad para las
telecomunicaciones de emergencia y requisitos de seguridad de las redes de
telecomunicaciones. La UIT cuenta con más de 70 normas publicadas relativas a la
seguridad.
Detrás del éxito de Internet se encuentran algunas de las normas del UIT-T.
ASN.1 es parte fundamental del protocolo de gestión de red simple (SNMP) que se
emplea para gestionar el funcionamiento de Internet; y el "sistema de nombre de
dominio" X.500 se utiliza ampliamente en las redes IP actuales bajo la forma de
identificadores de objeto para los módulos de código de objeto del SNMP.
Gracias a la labor de las Comisiones de Estudio del UIT-T, aquellos que
navegan por la Red en todo el mundo pueden acceder al vídeo en tiempo real a
partir de servidores distantes gracias a un gran número de normas del UIT-T.
H.264, el algoritmo de conversión de vídeo más moderno, proporciona a los
usuarios niveles de calidad sin precedentes. Muchas otras normas contribuyen a
mejorar la experiencia de los usuarios: por ejemplo, la H.324 para los
multimedios de baja velocidad binaria; la H.245 que especifica los protocolos de
control de las comunicaciones multimedios; y la H.261, que es un algoritmo de
codificación fuente para los terminales de vídeo, por sólo citar algunas.
La Recomendación H.323, que facilita la transmisión de voz, vídeo y datos a
través de redes informáticas, como Internet, sigue siendo una de las normas más
utilizadas en este campo. La familia de normas H.323 ha sido fundamental para el
desarrollo de los nuevos servicios de voz sobre IP (VoIP), que reciben un apoyo
cada vez mayor de los vendedores de equipos, ya que facilitan la
interoperabilidad entre los productos de distintos fabricantes.
Un nuevo enfoque
A lo largo de la última década, la UIT ha hecho grandes mejoras en su labor
normalizadora, racionalizando los procedimientos de aprobación y reduciendo el
plazo de preparación en hasta un 95%, lo que significa que, de media, una norma
que hace 10 años tardaba cuatro años en elaborarse, ahora puede aprobarse en
sólo ocho semanas, si se trata de una norma técnica, y nueve meses, en el caso
de las Recomendaciones que tengan repercusiones políticas o reglamentarias.
Esta ganancia de productividad propiciada por la aplicación de los
procedimientos de aprobación acelerados, el procesamiento y distribución
electrónicos de documentos y la utilización de métodos de trabajo más
eficientes, tiene el objetivo de ofrecer a los Miembros un servicio mejor y más
rápido.
En el entorno cada vez más dinámico de los sistemas y los servicios de
telecomunicaciones, la UIT sabe que sus Miembros dependen de normas puntuales y
estables que les permitan ser competitivos y proteger al mismo tiempo su
inversión en sistemas de fabricación y en investigación y desarrollo.
Un foro único
La creciente competitividad del mercado hace que las especificaciones
técnicas de nuevos sistemas sea objeto de controversia entre empresas rivales.
En esta situación, la UIT sirve de foro multilateral único que permite a los
intereses opuestos reunirse en una atmósfera de debate constructivo,
proporcionando a las empresas el marco preciso para poner fin a sus diferencias
en beneficio de los consumidores.