Situación general

La Región Asia-Pacífico tiene casi el 50% del número total de líneas telefónicas fijas de todo el mundo (Figura 1, izquierda) y China por sí sola representa casi la tercera parte de esa cifra. Con una tasa de penetración de 16 teléfonos fijos por 100 habitantes, la región está apenas tres puntos por debajo de la media mundial (Figura 1, derecha).

Como en todas partes, la telefonía móvil ha crecido rápidamente en la región. Con 1.400 millones de abonados a la telefonía móvil a finales de 2007, tenía la mayor proporción de teléfonos móviles de todas las regiones del mundo. La mayor parte de este crecimiento se produce en China y en la India, que a mediados de 2008 tenían respectivamente más de 600 millones y 280 millones de abonados a servicios móviles, es decir casi la cuarta parte del total mundial. China es líder mundial en número de abonados a servicios móviles, y la India, Indonesia, Japón y Pakistán están entre los diez primeros.

Los teléfonos móviles no se utilizan solamente para llamadas telefónicas, también sirven (cada vez más) para acceder a Internet por conexiones de banda ancha. La banda ancha móvil cambia radicalmente la manera de utilizar Internet. Un videoclip, por ejemplo, se puede telecargar por banda ancha en escasos minutos o segundos, en lugar de la hora que suele exigir una conexión de marcación directa (Cuadro 1).
 

La Región Asia-Pacífico tiene el 42% de los usuarios de Internet de todo el mundo, lo que en 2007 representaba 500 millones de usuarios, y esas cifras siguen creciendo. La tasa de crecimiento en las economías de ingresos bajos y bajos-medios se duplicó en 2007, y China por sí sola sumó 73 millones de nuevos usuarios. Hay una demanda evidente de acceso a Internet de alta velocidad y a los correspondientes servicios. En realidad, el mercado de Asia-Pacífico es el más grande del mundo, con un 39% del total a finales de 2007 (véase la Figura 2, izquierda). En esas fechas, la región tenía 133 millones de abonados a servicios Internet fijos de banda ancha, que obtenían habitualmente a través de conexiones telefónicas alámbricas con la tecnología de línea de abonado digital (DSL) o a través de redes de televisión por cable.

Según el Sr. Al Basheer “se reconoce cada vez más que la banda ancha es un factor fundamental del desarrollo, ya que facilita el acceso a servicios de atención sanitaria y enseñanza, y contribuye a la productividad y competitividad económicas. Varias economías de Asia-Pacífico han implementado políticas coherentes sobre la banda ancha y son ahora mercados prósperos y muy competitivos”.

El sector de la banda ancha es por derecho propio un mercado considerable. Los 20 operadores principales de banda ancha de Asia-Pacífico, que tienen en cartera aproximadamente un 80% de todos los abonados a servicios fijos de banda ancha en la región, ganaron más de 25.000 millones USD en concepto de ingresos por acceso de banda ancha en 2007 (Cuadro 2). Este sector también genera miles de millones USD en ventas de equipos para cables de fibra óptica, módem y centrales. La banda ancha también ofrece la oportunidad de generar ingresos con aplicaciones de voz y vídeo. Entre las diez principales economías del mundo con acceso de banda ancha en los hogares, cinco están en la Región Asia-Pacífico, encabezadas por la República de Corea (Figura 3). Hong Kong, China también figura entre las diez principales economías del mundo en número de abonados a servicios fijos de banda ancha por 100 habitantes (Figura 3, derecha).

Con todo, en el Informe se destaca asimismo la brecha significativa que existe entre las economías de altos ingresos de la región (cuyos habitantes disponen de los servicios Internet de mayor velocidad), y las economías de ingresos bajos y bajos-medios, donde el progreso hacia la banda ancha fija es lento y el acceso a Internet a menudo limitado y oneroso. En el Informe se examinan los principales obstáculos a la instalación de la banda ancha y se recomiendan diversas etapas que pueden seguir los gobiernos para acelerar la instalación de la banda ancha en los países con un acceso limitado.