La transición de la televisión analógica a la digital
Por Alfredo Magenta
Una de las invenciones más importantes del siglo XX, los
sistemas analógicos de radiodifusión sonora y de televisión, han dado paso en
los últimos años al surgimiento de la radiodifusión digital. Ya ha empezado la
migración de las técnicas analógicas a las digitales y es posible optar entre
varios trayectos de migración. Cada país seguirá su propio trayecto, a menudo
bajo la influencia de los sistemas de radiodifusión que haya heredado. Ahora
bien, esto plantea cuestiones que van mucho más allá que una simple migración
técnica. En efecto, a la vista del papel que desempeña la televisión y la radio
en la sociedad moderna, la transformación mencionada será un proceso complejo y
con repercusiones económicas, sociales y políticas.
El paso del mundo analógico al digital afecta a todos los
eslabones en la cadena de valor de la radiodifusión, esto es, al contenido, la
producción, la transmisión y la recepción, puesto que habrá que mejorar
técnicamente todos ellos para que puedan soportar radiodifusión digital.
Importa recordar que, como en muchas otras industrias, los cambios que se han
producido en el sector de radiodifusión obedecen al surgimiento y explotación de
nuevas tecnologías, que, a su vez, se basan en la demanda de las empresas. Las
fuerzas del mercado y la demanda de los consumidores impulsarán con el tiempo
la digitalización de la radiodifusión. Teniendo esto en mente, para empezar
convendría exponer brevemente los beneficios que ofrece la digitalización.
Ventajas técnicas de la digitalización
La ventaja básica de la televisión es que permite un mayor
control sobre la calidad de funcionamiento de los canales. La calidad de
funcionamiento global de un canal de comunicaciones analógico viene determinada
en gran medida por las características del propio canal, mientras que la calidad
de funcionamiento global de los sistemas digitales puede obedecer en gran medida
a la calidad de los procesos de conversión (analógico a digital y viceversa),
siempre y cuando no se excedan las capacidades del canal. Por consiguiente, la
calidad de funcionamiento de los sistemas analógicos suele deteriorarse cuando
empeora la calidad de funcionamiento del canal, al paso que los sistemas
digitales permanecen definidos por el proceso de conversión hasta que fallan por
completo. Por desgracia, esto significa que en los sistemas digitales los
efectos subjetivos de la calidad de funcionamiento del canal son mucho más
adversos cuando se trabaja al límite de la capacidad del canal.
La capacidad de los sistemas digitales para comprimir datos en
un espacio más pequeño es otro factor que debe tomarse en consideración. En el
contexto de la radiodifusión, esto hace necesario utilizar técnicas de codificación de compresión que permitan trabajar con una calidad sonora y de imagen
relativamente elevada en una anchura de canal mucho más reducida. Otra ventaja
en este sentido es la posibilidad de establecer un equilibrio entre la calidad
(el grado de compresión) y la ocupación de espectro, y ello, prácticamente a
voluntad.
Sacha Leclair |
Philips |
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De la televisión analógica a la digital |
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Considerados conjuntamente, estos dos factores hacen posible
que, en ciertas condiciones, unos cinco canales de televisión terrenal digital
(más los datos auxiliares) ocupen la misma cantidad de espectro que un canal
analógico. Asimismo, la potencia de transmisión por canal es aproximadamente
la décima parte de la que corresponde a un canal analógico.
Los sistemas digitales facilitan, además, la adición de
servicios de datos auxiliares, adición que da lugar a presentaciones tales como
sintonización automática o semiautomática, acceso condicional e inclusión de
flujos de datos suplementarios (o incluso completamente independientes). Las
redes de frecuencia única y la corrección de errores son otras dos importantes
características.
La elección de la tecnología digital puede quedar afectada por
una falta de compatibilidad entre los sistemas digitales y analógicos de
transmisión. Aunque esto tal vez ocasione algunos problemas de transición,
resulta generalmente muy útil, ya que así no se compromete la optimización de
los sistemas digitales con arreglo a las características técnicas y financieras
propias de estos sistemas por el hecho de que tengan que ser compatibles con
tecnologías existentes menos avanzadas.
A la vista de que cualquier estrategia de transición técnica
debe atender a ciertos imperativos comerciales y reglamentarios, una solución
sencilla puede ser atribuir una nueva banda de espectro para acomodar los nuevos
programas digitales. Así pues, cabría la posibilidad de renunciar al antiguo
espectro a medida que la migración tenga lugar. En caso necesario y tras un
cuidadoso diseño del equipo, con el tiempo sería posible transferir los sistemas
digitales a la banda original. De este modo se introdujo en Europa Eureka 147
DAB. Gracias a las características técnicas del sistema, es posible incluso
utilizar diferentes bandas de frecuencia en distintos países.
Las limitadas exigencias de los sistemas digitales en cuanto a
anchura de banda y potencia, permitirían ajustar la transmisión digital a bandas
ya ocupadas por otros servicios. Si es posible ajustar la transmisión digital
para que ocupe la misma cantidad de espectro y ocasione el mismo nivel de
interferencia que un canal analógico, se podría reemplazar un servicio
analógico existente por otro digital, o recurrir a una atribución de frecuencia
no utilizada.
Consideraciones comerciales
La principal ventaja comercial de la tecnología digital es que
puede ofrecer una gama y diversidad de servicios mayor que los sistemas
analógicos y ello con una potencia de transmisión más baja y sin necesidad de
recurrir a espectro adicional. Es probable que estas características representen
el aspecto más atractivo de la televisión digital desde el punto de vista del
radiodifusor.
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Mabb Torre de televisión de Berlín en Alexanderplatz |
Pero no sólo hay oportunidades comerciales, hay también
inconvenientes. Así por ejemplo, cualquier radiodifusor debe plantearse el costo
de remplazar el equipo y es poco probable que dicho costo se vea compensado con
mayores ingresos (en concepto de publicidad o subsidios). Habrá que persuadir a
los usuarios que inviertan en nuevos receptores o adaptadores y garantizar a
éstos precios aceptables, lo cual exigirá ofrecerles una gama más amplia de
programación de gran calidad y formatos mejorados, por ejemplo pantalla ancha y
televisión de alta definición. Prevenir a los consumidores de que el servicio
analógico desaparecerá con el tiempo, estimulará también la demanda. En
ciertos casos la intervención de los gobiernos sería crucial. En algunos
entornos las atribuciones de espectro son objetos de comercio entre los
radiodifusores, incluidas las empresas recientemente establecidas. Disponer de
más canales en un entorno de estas características reducirá, al menos a corto
plazo, el valor de las atribuciones existentes.
Cualquier estrategia comercial de transición hará necesario
probablemente garantizar la disponibilidad de las versiones analógicas de los
programas existentes hasta que los receptores digitales logren un alto nivel de
penetración. Normalmente esto significa que en el periodo de transición
coexistirán las versiones digitales y analógicas de los mismos programas y que
podrán aplicarse —de hecho ya se han aplicado— varias estrategias técnicas para
lograr dicha coexistencia.
Las fuerzas del mercado y la demanda del consumidor que están
impulsando el paso al mundo digital plantean un desafío de talla a la industria.
Reviste suma importancia informar a los consumidores acerca de sus opciones,
para que determinen el momento en que deberían migrar al nuevo sistema, y un
gran número de actores, entre otros, radiodifusores, fabricantes de equipo,
vendedores al detalle y gobiernos deberán colaborar, si se desea que la
transición a los sistemas digitales sea un éxito.
Asuntos de reglamentación
Los tres Sectores de la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT), cada cual en su esfera de competencia, se encarga de
realizar actividades y estudios que tienen que ver con la radiodifusión. En la
primera mitad del siglo XX, estas actividades incluían el trabajo de
normalización de los sistemas de televisión analógica, mientras que en la última
parte del siglo pasado la Unión normalizó los sistemas digitales.
La UIT sigue desempeñando una función capital en lo que
concierne a reglamentar el uso del espectro y las tecnologías de radiodifusión.
En el marco de sus políticas de espectro varias administraciones han emprendido
ya un debate sobre los aspectos espectrales del paso a los sistemas digitales,
especialmente para alentar una utilización eficiente y flexible del espectro, y
preservar al mismo tiempo la misión de servicio de la radiodifusión. En el marco
de dicho debate se abordarán, entre otras cosas, el valor económico del espectro
atribuido a los servicios de radiodifusión terrenal y por satélite y la
transparencia requerida para determinar dicho valor.
Las conferencias de planificación de la radiodifusión de la UIT
son un buen ejemplo de la forma en que se alienta el desarrollo de sistemas
cuando se fomenta la flexibilidad en el entorno internacional de reglamentación.
Por ejemplo, en virtud del acuerdo concertado en Estocolmo en 1961 (ST61) se
atendió a las necesidades de la radiodifusión analógica durante prácticamente
cuatro décadas. Y la Conferencia Regional de Radiocomunicaciones (CRR-04/06)
está planificando la transición de la radiodifusión analógica a la digital para
119 países.
No se prevé que la UIT participe en asuntos tales como
establecer fechas comunes para el paso a los sistemas digitales o de prohibir
la venta de receptores analógicos. Sin embargo, seguirá supervisando los
mercados y políticas nacionales de radiodifusión digital. Las intervenciones de
política a cargo de los Estados Miembros de la UIT deberían ser transparentes,
justificadas, proporcionadas y oportunas, con el fin de reducir a un mínimo el
riesgo de distorsionar a los mercados. Asimismo, estas intervenciones deberían
realizarse con arreglo a objetivos específicos de política claramente definidos
y de manera no discriminatoria y neutral desde el punto de vista tecnológico, lo
que exigirá una evaluación cuidadosa del impacto de los cambios que se
introduzcan en las políticas, así como la supervisión de la implementación de
políticas y de la evolución de los mercados.
Los consumidores decidirán
Ya es prácticamente una realidad abarcar con un solo dispositivo
en el hogar todos los sistemas y bandas de radiodifusión, y ello a un precio
aceptable. Mientras más dispositivos de este tipo se vendan, menores serán los
precios, lo que, a su vez, fomentará la expansión de servicios y aplicaciones y
abrirá así el camino a la creación de un sistema universal de telecomunicaciones
móviles (UMTS) o IMT-2000, que puede integrarse con otros servicios. Gracias a
la convergencia tecnológica se establecerán nuevos tipos de medios de
comunicación.
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Alfredo
Magenta, Presidente de la Comisión de Estudio 6 de Radiocomunicaciones de la
UIT (Servicios de radiodifusión) |
Si bien, durante los periodos de transición entre dos
tecnologías dominantes intervienen muchos factores, la experiencia pasada ha
demostrado que el elemento fundamental son los usuarios finales de los nuevos
servicios. Estos usuarios son el motor del paso de la radiodifusión analógica a
digital, aun cuando se vean influenciados por las políticas de las
administraciones, los proveedores de servicios y los fabricantes. No sólo es muy
importante y urgente que todos estos asociados colaboren entre sí, sino que
también resulta indispensable que las administraciones establezcan un programa
de “planificación de frecuencias” y los radiodifusores preparen contenidos
atractivos, si se desea que los consumidores adquieran los nuevos equipos que
producen los fabricantes. La coordinación de tales esfuerzos determinará el
ritmo de transición e, intensificando la competencia, hará que los consumidores
puedan elegir de entre una paleta más amplia de dispositivos y servicios.
Cuando los receptores digitales se hagan lo suficientemente
baratos (gracias a las tecnologías de escala) como para reemplazar a todos sus
predecesores analógicos en todo el mundo, podrá decirse que hay realmente convergencia entre los servicios. Esto sentará las bases para concluir el
desarrollo de las UMTS (IMT-2000). Todos los habitantes del planeta estarán en
condiciones de enviar a todas partes y recibir de todas partes información en
cualquier idioma, sea que se encuentren en el trabajo, en sus hogares o
transitando de un lugar a otro. Habrá llegado entonces el momento en que
sobrevendrá realmente la sociedad mundial de la información.
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