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Importancia de las redes troncales nacionales de fibra óptica

Los países desarrollados dependen cada vez más del acceso generalizado a servicios y aplicaciones de banda ancha (véase el recuadro La banda ancha en los países de la OCDE) y todos sabemos que la infraestructura de que dependen estos servicios es fundamental para que los ciudadanos participen en la economía de la información y aprovechen los modernos métodos de enseñanza y atención sanitaria. Además, cuando buscan oportunidades de inversión, las empresas exigen una infraestructura de banda ancha desarrollada. Habida cuenta del papel fundamental que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desempeñan en la economía mundial, el acceso de banda ancha se considera ahora un activo público al igual que las carreteras y los ferrocarriles. Sin él, la brecha digital podría aumentar aún más para los países en desarrollo.

Muchos países en desarrollo comienzan ahora a instalar tecnologías que ofrecerán acceso local de banda ancha, en particular a través de W-CDMA, HSDPA y WiMAX. Ahora bien, para promover una mayor disponibilidad de la banda ancha es absolutamente esencial disponer de una infraestructura nacional de fibra óptica y, además, que ésta sea asequible. Compartir infraestructuras puede ser una de las estrategias para alcanzar este objetivo más rápidamente que si se deja que el mercado evolucione a su manera. Si bien a menudo la competencia internacional ha impulsado los precios de la banda ancha a la baja, en los países en desarrollo a lo sumo uno o dos proveedores fijan los precios nacionales de la banda ancha que, por lo tanto, suelen ser demasiado elevados. Este problema podría solucionarse con la competencia, ¿pero qué tipo de competencia?


BT

La promoción de la competencia ha adoptado diversas formas en función de los mercados. En Estados Unidos, por ejemplo, como las redes de televisión por cable son muy comunes y se pueden modernizar muy fácilmente y por poco dinero para proporcionar servicios de banda ancha, puede haber competencia entre varios tipos de redes de acceso. En Europa, las redes de acceso distintas de la telefónica no son muy numerosas y, por lo tanto, la competencia entre servicios se ha promovido exigiendo que los proveedores establecidos den a otras empresas acceso a las conexiones con las instalaciones de los usuarios (desagregación del bucle local), y transformando las redes de cobre heredadas en líneas de abonado digital (DSL).

En los países en desarrollo, ¿abrirá la supresión de las limitaciones normativas la puerta a varios proveedores de red troncal y de retroceso (incluidas empresas pequeñas o regionales)? ¿o es más probable que ese mercado de banda ancha copie el ejemplo europeo y exija la intervención del regulador para orientar su desarrollo? Sólo lo sabremos si se puede elegir entre ambas opciones.

La banda ancha en los países de la OCDE

Muchos países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) han logrado el acceso ubicuo a servicios Internet básicos, pero también están logrando tasas de penetración elevadas del acceso de banda ancha.

En dos palabras

En los 30 países de la OCDE hay en total 221 millones de abonados a la banda ancha.

8% de todas las conexiones de banda ancha de la OCDE son de tipo fibra hasta el hogar (FTTH) y fibra hasta el edificio (FTTB).

Las conexiones de fibra óptica representan 36% de todos los contratos de banda ancha en Japón y 31% en la República de Corea.

Estados Unidos tiene 66,2 millones de abonados, el mayor mercado de banda ancha de la OCDE.

49 USD es el precio medio de un contrato de banda ancha mensual en la OCDE.

51 USD es el precio medio de la fibra al hogar/edificio – las conexiones de fibra son casi 5 veces menos onerosas por Mbit/s que la línea digital de abonado (DSL), el cable o las conexiones inalámbricas.

13,7 Mbit/s es la velocidad media de telecarga anunciada en la OCDE.

Con 1 Gbit/s, Japón tiene la mayor velocidad de telecarga residencial disponible en la OCDE.

77,1 Mbit/s es la velocidad media de telecarga FTTH anunciada en la OCDE – esta velocidad es muy superior a la DSL (9,0 Mbit/s), el cable (8,6 Mbit/s) o la conexión inalámbrica fija (1,8 Mbit/s).

20 de los 30 países de la OCDE imponen topes de bit/datos explícitos a las conexiones de banda ancha.

No hay límite de bits en las empresas interrogadas en Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Japón, la República de Corea, los Países Bajos, Noruega, Suecia y Estados Unidos.

Origen: OCDE, 2007.

Infraestructuras pasivas y activas

Entre tanto, la compartición de infraestructura por operadores de telecomunicaciones, basada en un modelo de acceso abierto (véase el recuadro ¿Qué es el acceso abierto?), es objeto de una atención creciente de los poderes públicos. Los mercados liberalizados ya recurren a métodos de compartición de infraestructura tales como la coubicación de instalaciones, los acuerdos nacionales de itinerancia y la desagregación de bucle local. También alientan la adopción de modelos de acceso abierto que entrañan la compartición de elementos pasivos de la red, y son cada vez más propensos a autorizar también la compartición de elementos activos.

Cuando los operadores establecidos comprendan que estos acuerdos innovadores pueden generar ingresos, alentarán a nuevas empresas a entrar en el mercado, pero una reglamentación y una política efectivas y favorables son esenciales para facilitar esos acuerdos.

La infraestructura pasiva de las redes de fibra óptica comprende todos los elementos de ingeniería no eléctrica o civil, tales como los emplazamientos físicos y los conductos. La infraestructura activa abarca todos los elementos eléctricos, tales como las fibras en servicio, los conmutadores de nodo de acceso y los servidores de acceso de banda ancha distantes.

Desagregación del bucle local


© IMAGINA Photography/Alamy

En algunas regiones, la desagregación del bucle local es un método interesante para promover la compartición de infraestructuras. La expresión “bucle local” suele referirse al cableado de circuitos (o bucle) que conecta una red de telecomunicaciones con el hogar o la empresa del cliente. Hoy en día, también puede referirse a las telecomunicaciones no fijas, en la expresión “bucle local inalámbrico”.

Habitualmente, los bucles locales son propiedad del operador de telecomunicaciones establecido que, por lo tanto, puede controlar el acceso a los clientes. Ahora bien, en muchos países, este modelo se está sustituyendo por la “desagregación del bucle local” o LLU. Los reguladores obligan a los operadores establecidos, y a los demás operadores con capacidad para influenciar el mercado, a dar a sus competidores un acceso a bucles locales y a permitirles ofrecer servicios de banda ancha y otros servicios avanzados a los usuarios existentes de línea fija.

Los reguladores deben hallar un equilibrio entre las infraestructuras ineludibles para la competencia y el fomento de la inversión en infraestructuras. Si ya existe una competencia significativa entre varios tipos de redes de acceso para la banda ancha (como en Estados Unidos), la desagregación podría no considerarse una prioridad. En otros países, en cambio, se da más importancia a la desagregación para promover servicios de banda ancha tales como las conexiones de línea de abonado digital asimétrica (ADSL). En la Unión Europea, por ejemplo, el número de líneas desagregadas aumentó espectacularmente en casi 80% entre 2005 y 2006 a raíz de la reglamentación sobre la LLU.

Muchos países en desarrollo tienen muchos menos bucles locales fijos que desagregar y estudian tecnologías de acceso inalámbrico para promover la instalación de la banda ancha. Los que tienen una densidad considerable de líneas fijas en zonas urbanas también pueden promover la desagregación del bucle local para fomentar el crecimiento de la banda ancha. En África occidental, por ejemplo, la desagregación del bucle local y la coubicación serán obligatorias para los operadores dominantes en todos los miembros de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (ECOWAS).

En Marruecos, el crecimiento de la red depende considerablemente de la compartición del bucle local del operador establecido, habida cuenta de la dificultad que plantea la creación de redes de acceso que puedan competir. Según informes sobre el mercado, cuando Marruecos autorizó una desagregación parcial del bucle local en enero de 2007, el mercado de la banda ancha creció un 19% en seis meses.

¿Qué es el acceso abierto?

Acceso abierto significa creación de competencia en todos los estratos de una red de comunicaciones, que permite que un gran número de aplicaciones y elementos físicos interactúen en una arquitectura abierta. En pocas palabras, todo el mundo puede conectarse con quien quiera en un marco tecnológicamente neutro propicio a la prestación de servicios innovadores y poco onerosos a los usuarios.

El acceso abierto incita a las pequeñas empresas locales a entrar en el mercado y trata de impedir cualquier tipo de dominación por una sola empresa. También exige cierta transparencia, a fin de garantizar unas relaciones justas dentro de las capas de una red y entre las mismas, sobre la base de una información clara y fácilmente comparable sobre los precios y servicios del mercado.

El problema de las infraestructuras ineludibles

Los operadores de telecomunicaciones son desde siempre empresas integradas verticalmente que ofrecen los servicios y la red necesaria para proporcionarlos. Los operadores móviles y los segundos operadores nacionales suelen tener una estructura vertical similar, pero el mercado ha cambiado y entidades como por ejemplo los proveedores de servicios Internet (PSI) dependen de una infraestructura ajena. Todo ello ha conducido a la separación de las infraestructuras y los servicios, o de las funciones mayoristas y minoristas.

Los reguladores han estudiado cómo promover mejor esa separación para afrontar los obstáculos causados por las “instalaciones ineludibles” controladas por un solo operador dominante de infraestructura. Los gobiernos insisten cada vez más en que la explotación de una empresa de red debe estar lo más separada posible de otras partes de la empresa, a fin de permitir un comercio totalmente transparente entre la parte mayorista y la minorista.

En el Reino Unido, por ejemplo, el operador establecido BT creó una empresa independiente, BT OpenReach. Según Sir Christopher Bland, Presidente del Grupo, la empresa tiene dos responsabilidades, a saber, “...mantener sana la infraestructura de red de acceso y cerciorarse de que todos los proveedores de comunicaciones puedan acceder a ella de manera justa y equitativa, a fin de que el sector pueda competir en condiciones de igualdad”.

En febrero de 2008, Reliance Infratel (India) entró en bolsa como empresa independiente para gestionar la infraestructura de red pasiva del operador, a saber, terrenos, torres, generadores y elementos de suministro de energía de la red móvil, y encargarse de todos los nuevos acuerdos de instalación y compartición de red con otros operadores.

En Sudáfrica, el Gobierno tiene tres iniciativas para abordar la cuestión de las “instalaciones ineludibles”. En primer lugar, ha encargado la elaboración de un marco normativo de las “instalaciones esenciales” para dar acceso abierto a elementos clave de la infraestructura nacional e internacional. En segundo lugar, ha creado una empresa pública llamada Infraco que explotará los activos de red de fibra nacionales de dos empresas públicas, Eskom (la empresa eléctrica) y Transtel (la filial de telecomunicaciones de la empresa nacional de ferrocarriles). La infraestructura se arrendará al segundo operador de línea fija, Neotel, con carácter exclusivo durante un periodo limitado y por un precio relativamente bajo. Neotel podrá vender capacidad a otros proveedores de servicios u operadores.

Por último, el Gobierno sudafricano ha anunciado que proyecta tender un cable submarino alrededor de la costa occidental de África para evitar las infraestructuras ineludibles contempladas en los acuerdos de exclusividad entre asociados del cable submarino South Atlantic 3/West Africa (SAT-3/WASC), que al parecer está casi saturado.

A fin de acelerar las cosas y lograr que el acceso sea asequible a nivel local, el ayuntamiento de la ciudad de Knysna (Sudáfrica) ha creado una zona de cobertura Wi-Fi para dar servicios de voz y datos a 50.000 personas. Muchas otras ciudades sudafricanas también se están orientando hacia algún tipo de autoabastecimiento de instalaciones, a menudo a través de asociaciones con proveedores de servicios existentes tales como proveedores de servicios Internet, y pueden entonces concertar acuerdos para compartir esa infraestructura con cualquier proveedor de servicio.

Función del sector público

Hemos visto ejemplos de cómo los gobiernos pueden crear un ambiente más propicio a la difusión de la banda ancha. Los gobiernos son esenciales a la hora de facilitar la utilización más eficaz posible de la infraestructura TIC y de identificar las regiones del país que más atención se merecen. A menudo ellos mismos son clientes importantes y pueden ayudar a volver interesante la inversión en un lugar marginal actuando como clientes principales en ciudades remotas mediante la conexión de diversas instalaciones públicas tales como escuelas y hospitales.

En algunos casos, los gobiernos y los reguladores pueden verse obligados a crear autorizaciones generales o a flexibilizar las condiciones de concesión de licencias, a fin de alentar a los proveedores de redes de retroceso y troncales. En el caso de Infraco, por ejemplo, el Gobierno sudafricano tuvo que crear la empresa como nueva entidad jurídica y modificar la legislación para autorizar la licencia correspondiente. En el Líbano, el nuevo Organismo Regulador de las Telecomunicaciones ha declarado que proyecta utilizar el proceso de concesión de licencias para fomentar la compartición de infraestructuras y facilitar el desarrollo de redes de banda ancha.

Brasil coordina su reglamentación

Para promover el crecimiento de la red troncal nacional de fibra óptica, los tres organismos de reglamentación brasileños encargados de las telecomunicaciones, la electricidad y el petróleo decidieron especificar en 1999 un marco normativo común para la compartición de infraestructura. Los elementos que debían compartirse eran las servidumbres de paso en propiedades privadas, las torres y los canales de cable, los cables coaxiales y las fibras en los conductos físicos o los mástiles eléctricos.

La cuestión del coste

Desde que se han liberalizado los mercados de telecomunicaciones, nuevos proveedores del sector privado han invertido considerablemente en redes que han extendido la cobertura a un gran porcentaje de la población, pero la capacidad de esas redes es a menudo modesta ya que, especialmente en los países en desarrollo, muchos sólo ofrecen servicios de telefonía móvil. Con la constante modernización de muchos mercados a 2.5G y 3G, sin embargo, la necesidad de redes troncales nacionales aumenta rápidamente y es improbable que las redes actuales de microondas y satélite puedan seguir el ritmo del aumento de la demanda.

Los costes son un obstáculo notable a la creación de redes de fibra óptica que pueden aumentar la capacidad de banda ancha. Por ejemplo, si bien el coste de los elementos de infraestructura activos disminuye al tiempo que baja el precio de los componentes electrónicos, el de la infraestructura pasiva (que representa aproximadamente 40% del total) fluctúa con los precios de materias primas tales como el acero y el cemento.

Además, el coste de instalación de torres en zonas rurales tiende a ser un 30% o 40% superior al de las zonas urbanas y, si bien el tendido de cables de fibra óptica en postes en una ciudad puede costar unos 2.000 USD por kilómetro, puede ascender hasta 17.000 USD en las zonas rurales, en función de la topografía.

Varios analistas consideran que los operadores de telecomunicaciones del Oriente Medio y el Norte de África compartirán cada vez más infraestructuras para reducir los gastos de capital en hasta 40%. En la India, el Gobierno proyecta utilizar el Fondo de Obligación de Servicio Universal para proporcionar una conectividad de banda ancha gratuita a velocidades de 2 Mbit/s en todo el país antes de 2009.

La oportunidad la pintan calva

Todos estos ejemplos son interesantes para los países que tratan de adoptar un modelo de acceso abierto de la compartición de infraestructura nacional. Las redes de línea fija heredadas de muchos países se pueden modernizar para que admitan la banda ancha. Varios países en desarrollo están siguiendo un calendario de desarrollo de las TIC en el cual aprovecharán las redes de acceso inalámbrico existentes para pasar a las tecnologías 3G, de acceso inalámbrico de banda ancha o 4G, que también exigirán modernizaciones de las redes de retroceso y troncales.

Siempre y cuando los marcos legislativos y normativos sean correctos y se determinen los incentivos apropiados, la creación de nuevos accesos de banda ancha asequibles dependerá casi exclusivamente de las medidas que adopte el gobierno para garantizar la compartición de redes troncales de fibra óptica nacionales.

Este artículo se basa en “Extending Open Access to National Fibre Backbones in Developing Countries”, un documento de trabajo presentado al octavo Simposio Mundial para Organismos Reguladores (GSR) de la UIT por Tracy Cohen, Consejera del Organismo Independiente de Comunicaciones de Sudáfrica, y Russell Southwood, Director Ejecutivo de Balancing Act (Reino Unido). Ambos autores han dado su opinión personal. Todos los documentos de trabajo del GSR pueden consultarse en el sitio web del TREG de la División de Entorno de Reglamentación y Mercado de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT en la dirección www.itu.int/gsr08

 

 

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