
Nasr Hajji, secretario de estado de Correos,
Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información y presidente de la
Conferencia, leyendo la Declaración de Marrakech
UIT 021255/A. de Ferron
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DECLARACIÓN DE MARRAKECH
Hacia una sociedad de la información para todos (29 de
septiembre de 2002)
La Declaración de Marrakech es el resultado del Foro Internacional
organizado en Marrakech por el Gobierno de Marruecos, al mismo tiempo que la 16a
Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT. “Hacia una sociedad de la
información para todos” fue el tema de este foro que se celebró en el Palais
des Congrès los días 28 y 29 de septiembre de 2002. Los participantes en
el foro aprobaron por unanimidad la Declaración de Marrakech y la sometieron a
la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT, a fin de conferirle el apoyo
internacional necesario y para que dicha Declaración fuera tenida en cuenta y
aplicadas sus propuestas.

Jacques Attali, presidente del Foro
UIT 021253/A. de Ferron
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A propuesta de Francia, con el apoyo de Túnez, Japón, Ecuador y Qatar, se
adjuntó la “Declaración de Marrakech” como documento oficial de la
Conferencia (Documento 155).
1. La mundialización que a lo
largo de los siglos se ha producido de forma lenta, configurada por las
migraciones humanas, por los intercambios comerciales y por la transmisión del
saber y de la cultura, se ve impulsada hoy en día por el crecimiento
espectacular de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y
apoyada por la convergencia digital entre las telecomunicaciones, la
informática, la técnica audiovisual y los multimedios.
2. Tras las revoluciones que
provocaron la invención de la escritura y de la imprenta, las tecnologías de
la información y de la comunicación (TIC) constituyen un vuelco tan
considerable para la humanidad que afecta a todos los ámbitos de sus múltiples
actividades. Las TIC han contribuido en primer lugar a la evolución importante
de todas las ciencias y sus diversas aplicaciones. Este efecto se manifiesta
también en la economía y los servicios financieros, el comercio, la política
y la administración, la enseñanza, el trabajo y la comunicación
interpersonal, y de forma más general, en el conjunto de la sociedad.
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Vinton Cerf, presidente de ICANN
UIT 021232/A. de Ferron
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Yafang Sun, CEO Huawei
UIT 021235/A. de
Ferron
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Nicole Pot, Cité des Sciences et de l’industrie de
la Villette
UIT 021236A. de Ferron
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Marc Rotthier, vicepresidente y director
general de EMEA, Hewlett Packard
UIT 021239A. de Ferron
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Didier Quillot, CEO Orange
UIT 02124/A. de Ferron
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Talal Abu-Ghazaleh, presidente adjunto de
UN Information and Communication Technologies Task Force
UIT 021240/A. de Ferron
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Francisco Murteira Nabo, CEO Portugal
Télécom
UIT 021242/A. de Ferron
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Jean-Marie Blanchard, director de desarrollo
de Alcatel
UIT 021244/A. de Ferron
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3. La sociedad de la información
y la comunicación tiende a suplantar a la sociedad de la producción (“Hermes
reemplaza a Prometeo”), en la medida en que las comunicaciones rápidas y
fiables unidas a redes mundiales de transmisión de datos y de comunicación,
tales como Internet, permiten acceder a los conocimientos, a las tecnologías,
al saber, a los programas de cine y de televisión, a la música y a las
actividades lúdicas. No solamente mejora el acceso, crece la velocidad de
transmisión, aumenta la productividad y se aceleran los intercambios, sino que
también tienden a reducirse los costos para los usuarios, anunciando una
democratización del acceso a las TIC y un reparto equitativo de sus beneficios
reales y potenciales.
4. Las sociedades deben prepararse
para los cambios que induce la difusión de las TIC: en los modos de
producción, la gestión de las empresas, la economía de los conocimientos, la
creatividad, el trabajo y sus diversas modalidades, la educación y la
formación, las relaciones interpersonales y las prácticas sociales. Como toda
tecnología innovadora, las TIC pueden tener efectos negativos que conviene
corregir o, en todo caso, reducir al mínimo.
5. Lo más preocupante de estos
efectos negativos es sin duda la brecha digital, esto es, la exclusión de un
gran parte de la humanidad de los beneficios de las TIC. Vuelve a
presentarse un problema crucial en relación con la mundialización, es decir,
el del reparto de los posibles beneficios entre países ricos y pobres, y
también entre los diversos grupos humanos y en el interior de los países.
Conviene no obstante subrayar que la brecha digital podría incluso agravar las
que ya existen, por ejemplo en materia de educación, de cultura o de sanidad.
La brecha digital induce de hecho una brecha económica, social, cultural y
política.
6. Hay soluciones para luchar
contra esta exclusión y para reducir la brecha digital. Todas exigen más
solidaridad, reparto del saber y los conocimientos y una voluntad política a
nivel internacional y nacional.
7. A la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT) le corresponde reforzar las actividades encaminadas a
poner las TIC al servicio de todos los pueblos y en particular de los países en
desarrollo, en una perspectiva de sociedad de la información al servicio de
todos.
8. El papel primordial de la UIT
consiste también en hacer frente de forma decidida a la problemática de las
TIC a nivel planetario, de evaluar su repercusión y de ampliar sus actividades
y sus ámbitos de intervención para aceptar los desafíos que plantea el
desarrollo de las TIC y la reducción de la brecha digital. La UIT podría
también constituirse en catalizador de la constitución de asociaciones entre
los sectores público y privado, favoreciendo la convergencia de los intereses y
las competencias.
9. Corresponde también a la UIT
antes de la 17a Conferencia de Plenipotenciarios y con la perspectiva de la
Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información que se celebrará en Ginebra
en el año 2003 y en Túnez en el año 2005, promover la preparación de
planes de acción que respondan a las necesidades de los gobiernos, de los
pueblos y de la sociedad civil en materia de TIC. Una acción de este tipo que
se base especialmente en los resultados de la Conferencia Mundial de Desarrollo
de las Telecomunicaciones (CMDT02) celebrada en Estambul en marzo de 2002,
permitiría abordar los problemas planteados por el crecimiento de las TIC
en su conjunto y evitar la dispersión de las actividades, a fin de reducir la
brecha digital y de contribuir a un desarrollo económico y social durable.
Para hacer frente a estos retos considerables y a las nuevas
responsabilidades derivadas de ellos, es extremadamente importante que la UIT se
adapte a nivel de sus estructuras y de sus misiones a fin de ofrecer respuestas
a las expectativas y aspiraciones de la gran mayoría de sus Miembros en cuanto
a la necesidad de su inserción en la sociedad de la información y del saber.
La UIT, que nació en el siglo XIX en París, debe, partiendo del capital
adquirido y de su historia, evolucionar hacia la nueva organización mundial de
la sociedad de la información, situándose en el centro de los cambios
necesarios que se producen en los albores del siglo XXI, por el camino
hacia una humanidad de progreso, de democracia, de solidaridad, de abertura y de
intercambio.
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